El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, tuvo que ponerse al hombro la incómoda tarea de justificar la ausencia de información clara sobre la ubicación y el uso de los al menos USD 2.000 millones de reservas en oro del Banco Central, que Santiago Bausili sacó del país sin destino conocido.

El espinoso tema, que incomoda al extremo al equipo económico, volvió a ponerse sobre el tapete  que reveló que en su último balance el Banco Central no aclara los cargos que pesas sobre el oro, ni su destino, además de ofrecer una valorización desactualizada.

La novela del oro que el Banco Central envío a no dijo donde continua arrojando capítulos desopilantes. El secretario de Finanzas desmintió la información publicada por LPO este domingo situación que dejó expuestos interrogantes que el gobierno se esfuerza por preservar en las sombras.

“En ninguna parte del estado contable, financiero, notas o statements se mencionan los lingotes de oro, que salieron del país en aerolíneas comerciales con paradero desconocido. Se especula que están en Basilea o en Londres”.

 

Quirno salió a cruzar la información en medio del clásico del domingo -se supone que es fanático de River, de manera que es evidente que alguien lo urgió a desatender el partido durante un rato- y tuiteó un print del balance del Central donde se consignan onzas y una valuación contable que no refleja el valor de mercado del activo.

En el renglón que mostró Quirno se reflejan la misma cantidad de onzas que en los dos ejercicios previos, balance 2022 y balance 2023. Además, la valuación del oro que figura en el balance, se mantiene constante, aún ante la fenomenal disparada de la cotización de este metal, que tocó su máximo histórico de USD 3500 la onza.

En el renglón que mostró Quirno se reflejan la misma cantidad de onzas que en los dos ejercicios previos, balance 2022 y balance 2023, pese a la fenomenal disparada de la cotización de este metal, que tocó su máximo histórico de USD 3500 la onza.

Hasta acá la discusión es técnica respecto al criterio de valuación de los activos. No obstante, el caso del oro, amerita incorporar otros aspectos económicos e incluso jurídicos, que acorde con el comportamiento habitual de los jueces y fiscales federales argentinos ante el poder, por ahora no motivo ninguna investigación.

El presidente del Banco Central, Santiago Bausili.

En primer lugar, el envío de oro al exterior en vuelos de líneas comerciales que LPO, pisa la ilegalidad. La operación recién fue blanqueada por el ministro de Economía, Luis Toto Caputo. Pero ni él ni su socio, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, informaron su destino ni su utilización. Una grave ausencia de información que se repite en el último balance que presentó la entidad monetaria.

“El destino del oro es un dato fundamental, el Central no puedo soslayarlo. Es como si el Tesoro no dijera en que banco tiene acreditadas sus disponibilidades”, comentó con mucha preocupación el directivo de un banco que agregó “ponele que no expliquen que operación de crédito realizaron amparados en el secreto bancario, pero no pueden no decir donde atesoran los lingotes de oro que son de todos los argentinos”.

El Banco Central debería marcar un énfasis sobre el oro en el estado contable, lo cual esta reglado por los consejos profesionales de Ciencias Económicas, donde se debe agregar el porcentaje del activo que tiene disponibilidad restringida a la fecha del cierre del ejercicio anual.

El balance del Banco Central tampoco consigna la cantidad enviada, si esta caucionada, o si tal como aseguró  Caputo genera rendimientos.

La ausencia de esta información conduce a los aspectos jurídicos soslayados. “El Banco Central debería marcar un énfasis sobre el oro en el estado contable, lo cual esta reglado por los consejos profesionales de Ciencias Económicas,  donde se debe agregar el porcentaje del activo que tiene disponibilidad restringida a la fecha del cierre del ejercicio anual”, indicó a LPO un especialista en derecho económico. La omisión podría configurar un delito.

Los agujeros financieros, contables y jurídicos de esta operación, ya motivaron dos denuncias radicadas en la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativo Federal iniciadas por el gremio La Bancaria, que conduce Sergio Palazzo, ante la negativa de las autoridades de economía a brindar información clara sobre su destino. Por ahora, la justicia no hizo nada para averiguar el paradero nada menos que de USD 2.000 millones de activos del Estado.

Hasta Martin Redrado, ex presidente del Banco Central, quien no se caracteriza por buscar la confrontación, calificó la situación del oro como una “operación inédita” y reclamó que el Banco Central informe el por qué de las operaciones y “con qué plazos el oro vuelve a la Argentina”.

Hasta ahora la entidad que conduce Bausili no brindó ninguna explicación pública sobre esta operación y de hecho, la “defensa” de la misma quedó a cargo de Quirno, un funcionario ajeno a esa entidad, que según el credo neoliberal debería ser independiente de los gobiernos de turno.