El resultado de la licitación convocada por el Gobierno para colocar nueva deuda en pesos, llevada adelante en la jornada inaugural de la nueva política cambiaria, dejó a la vista una señal: los inversores parecen no temer que haya un nuevo salto del dólar, al menos durante este año.
Así lo sugiere el hecho de haberse registrado una baja demanda -por el equivalente a US$123 millones, monto nueve veces menor a las presentaciones registradas por este mismo instrumento quince días atrás- para los dos títulos atados a la evolución del dólar oficial que el Tesoro Nacional ofreció y por vencer en dos meses y medio (el 30 de junio, a 75 días) o en poco más de ocho meses (16 de enero de 2026 o 275 días), dato que la Secretaría de Finanzas usó para volver a declararla en este tramo “desierta”.
La Secretaría de Finanzas, en un día histórico para Argentina, anuncia que en la licitación de hoy adjudicó $5,016 billones habiendo recibido ofertas por un total de $5,390 billones.
Esto significa un rollover de 75.71% sobre los vencimientos del día de la fecha.
Los…
— Pablo Quirno (@pabloquirno) April 14, 2025
Es seguramente lo que más valorará el Gobierno, que necesita recuperar credibilidad en su política cambiaria tras un mes pleno de turbulencias que puso reacios para liquidar a muchos exportadores, aunque la subasta ratificó a la vez que enfrenta algunas dificultades para poder refinanciar totalmente la deuda en pesos que le va venciendo, un cronograma que había despejado a principio de año mediante canjes, pero se le volvió a cargar un poco al tener que haber comenzado a emitir nuevamente a menor plazo en los dos últimos meses por la mencionada incertidumbre.
De hecho, hoy sólo pudo rollear el 75,71% del monto que le vence esta semana, a pesar de que ofreció al mercado nueve bonos de distintos tipos para tentarlo, entre los ajustables por dólar e inflación (CER) y las Letras a tasa fija (Lecaps) o bonos a tasa variable.
El tropiezo fue el resultado de una demanda que se mostró otra vez reticente a tomar exposición al peso a plazos más largos.
Además debió validar alzas de 96 y 81 puntos básicos para los papeles a tasa fija más cortos (los ofrecidos a solo 30 y 63 días y más demandados por el mercado y que explicaron por si solos el 73% de la colocación) que elevaron su rendimiento del 2,79 y 2,80% al 3,75 y 3,61% nominal mensual en apenas dos semanas. Eso quiere decir que pactó tasas anuales efectivas de hasta 55,46% anual.
La subasta había sido convocada por el Gobierno para tratar de conseguir unos $6,3 billones del mercado local. Pero sólo atrajo presentaciones de compra por parte de los inversores $5,39 billones, de los cuales sólo fueron aceptadas presentaciones por $5,016 billones, en un obvio intento precisamente por no validar tasas de endeudamiento aún mayores.
Después de todo, para eso le sirve contar con un liquidez de reguardo por 5,5 billones, según los últimos datos de mercado, tenencia que resultaría esta vez erosionada en unos $1,4 billones el miércoles para hacer frente a los pagos comprometidos.
De acuerdo a datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, a lo largo de abril se registran vencimientos de deuda por 11,2 billones de pesos.
: