Cómo las feromonas pueden mejorar la vida de tu gato

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Quienes comparten su vida con gatos saben que estos animales son sensibles, curiosos y valoran tanto su independencia como la tranquilidad de su entorno. Para que se sientan cómodos y seguros, es importante ofrecerles un ambiente enriquecido, con lugares para explorar, descansar y jugar. Sin embargo, a veces, aunque adaptemos nuestro hogar a sus necesidades, ciertos cambios no alcanzan para garantizar su bienestar. En esos casos, existe una herramienta adicional que puede hacer la diferencia: las feromonas, una forma natural y efectiva de comunicarnos con ellos y ayudarlos a reducir el estrés.

Según dieron a conocer en un artículo de National Geographic, las feromonas son mensajes químicos naturales que los animales, incluidos los gatos, utilizan para comunicarse entre ellos y con el entorno. Cada tipo de feromona cumple una función específica: por ejemplo, cuando un gato frota su cara contra personas, muebles u otros objetos, está liberando feromonas que transmiten un mensaje de bienestar y felicidad. Por ende, detectar estos mensajes ayuda al gato a sentirse más relajado y seguro en su espacio.

La fórmula secreta para el bienestar de tu gato: feromonas

Además de promover la seguridad, las feromonas también favorecen la armonía entre los gatos, especialmente aquellas que se liberan en la zona de las mamas tras el parto y que ayudan a mantener la calma entre los gatitos. Por otro lado, algunas feromonas sirven para marcar el territorio. Cuando un gato araña superficies visibles o rocía pequeñas cantidades de orina en zonas verticales, señala los límites de su dominio o alerta sobre un posible peligro cercano. Sin dudas, estas formas de comunicación son esenciales para su bienestar emocional y para regular su comportamiento dentro del hogar.

Una herramienta natural para potenciar la felicidad de los gatos

En relación con esto, en 1995, Laboratorios Ceva y el IRSEA marcaron un antes y un después en la medicina veterinaria, ya que crearon el primer producto de feromonas felinas: FELIWAY. De esta manera, surgió una nueva posibilidad de aprovechar las señales químicas naturales para ayudar a que los gatos domésticos se sintieran más tranquilos, seguros y felices en su entorno.

Las feromonas a los gatos pueden ser útiles para cuando deben adaptarse a un nuevo hogar

Hasta ese momento, el conocimiento sobre feromonas estaba limitado casi exclusivamente al mundo de los insectos. Aunque los veterinarios ya conocían las feromonas sexuales en otros mamíferos, como los cerdos, caballos y perros, todavía no existían soluciones prácticas para controlar el comportamiento a través de estas sustancias. El gran desafío era lograr producir feromonas sintéticas sin poder identificar con precisión la composición química de las secreciones naturales, lo que representaba una enorme barrera para la ciencia.

Sin embargo, tras un intenso trabajo de investigación, los equipos consiguieron estimular el marcaje facial en gatos y, poco a poco, recopilar las muestras necesarias para analizarlas mediante cromatografía de gases/espectrometría de masas (GC-MS). Gracias a eso, pudieron identificar los compuestos clave entre múltiples secreciones, como las sebáceas y péptidos como el alérgeno Fel d 1. Finalmente, decodificar el mensaje químico, determinar su estructura y comprobar su eficacia fue lo que permitió crear una feromona sintética funcional, lo que abrió una nueva vía para mejorar la vida emocional de los gatos.

Comunicación felina: cómo las feromonas transforman la vida de los gatos

Gracias a este avance científico se logró transportar mensajes específicos mediante ellas

Una vez que se logró replicar el lenguaje químico natural de los gatos, surgió una nueva pregunta: ¿sería posible transmitir otros mensajes a través de las feromonas? La investigación liderada por Ceva e IRSEA demostró que sí. Gracias al análisis detallado de las secreciones felinas, los científicos descubrieron que la proteína Fel d1 actuaba como un portador de feromonas, lo que permitía transportar mensajes específicos. Este hallazgo, junto con el avance en el estudio de los receptores vomeronasales, que funcionan como una suerte de “puerta de entrada” para interpretar estos mensajes, abrió la posibilidad real de hablar en el lenguaje de los gatos de una forma controlada y dirigida.

Hoy, con el genoma del gato completamente descrito y tecnologías bioinformáticas avanzadas, es posible diseñar feromonas sintéticas que se unen de manera precisa a estos receptores. Así, se pueden crear productos que transmiten mensajes claros y positivos para los felinos: desde ayudarlos a sentirse seguros en un nuevo hogar hasta fomentar la armonía entre varios gatos que comparten territorio.