El latte de lavanda se ha vuelto popular entre quienes buscan innovar y cuidar su salud. Quienes lo beben destacan que, gracias a las propiedades de la lavanda, esta infusión contrarresta algunos de los (pocos) efectos negativos del café. Así, tomarla por la mañana podría brindar energía y concentración similares a las de la cafeína, pero sin el desgaste mental que esta produce.
Las propiedades de la lavanda
Durante miles de años, la lavanda ha sido valorada por sus propiedades relajantes y aromáticas. Los griegos la usaban para aliviar dolores de cabeza, de garganta y problemas digestivos, mientras que los romanos difundieron sus beneficios por todo su imperio.
Entre sus cualidades, se destaca que es:
- Antibacterial
- Antiviral
- Antiespasmódica
- Relajante
La ciencia respalda estos beneficios. Varias investigaciones han confirmado las ventajas de consumirla como infusión. Entre ellas, se observó que su consumo reduce significativamente la ansiedad y depresión en adultos mayores.
Un estudio concluyó que la lavanda tiene un efecto ansiolítico notable y mejora el sueño afectado por la ansiedad. Otra investigación demostró que quienes olían aceite de lavanda antes de dormir tenían un sueño más profundo y se despertaban más descansados y enérgicos.
Esa sensación de calma y bienestar se debe a la modulación de los neuroreceptores y transportadores de serotonina, que regulan funciones clave en el organismo.
Todavía se desconoce cuál es la dosis ideal o sus posibles efectos adversos.