Este lunes, Soledad Fandiño sopló las velitas de su cumpleaños número 43 y decidió recibir el nuevo año con una celebración diferente. Alejada de los formatos tradicionales del espectáculo, la actriz y modelo organizó un encuentro íntimo y exclusivamente femenino, donde primaron el afecto y la diversión. El festejo se hizo notar en redes sociales, donde compartió con sus seguidores algunos de los momentos más importantes de la noche.
En lugar de una fiesta multitudinaria o un evento producido, optó por una reunión reservada, en la que participaron ocho amigas cercanas. Las imágenes difundidas en su cuenta de Instagram la mostraron sonriente y relajada, rodeada de mujeres que celebraron junto a ella sin presencia de hombres ni niños pequeños. Con la frase “Celebrando juntas”, la artista acompañó las fotografías. La torta, en sintonía con el tono general del evento, fue discreta: una única vela y una bengala fucsia y brillosa.
El festejo tuvo lugar en el marco de una cena informal que se destacó por su simpleza. Hubo vino, buena música, baile, y un detalle que despertó la atención de muchos: la presencia de cartas de tarot. Las imágenes publicadas revelan una de las cartas elegidas para la ocasión, “los enamorados”, que en el universo simbólico del tarot remite a decisiones importantes, vínculos afectivos y estados emocionales profundos.
A fines de 2024, Soledad Fandiño hizo público su diagnóstico de cáncer de mama, una noticia que generó fuerte repercusión en redes sociales y medios. Según detalló entonces en sus publicaciones, fue intervenida quirúrgicamente y comenzó de inmediato con el tratamiento indicado por los profesionales de salud. A pesar del desafío, siempre se mostró optimista y agradecida, tanto con su entorno como con los cambios que ese proceso trajo a su cuerpo y su vida.
“A veces el cambio empieza por fuera, pero se siente muy profundo por dentro. Mi cuerpo cambió, pero a su vez sé que gracias a eso está sanando. Me acepto y me voy adaptando a este nuevo presente”, expresó en sus redes, en una publicación que fue replicada por numerosos medios. Con el paso de los meses, Fandiño atravesó con entereza el tratamiento y logró mantener una presencia activa y luminosa en sus espacios digitales.
En este camino de sanación, su hijo Milo ocupó un lugar central. En un mensaje emotivo que publicó recientemente, la actriz subrayó: “Bendecida de poder compartir cada instante con Milo, de estar 24/7 juntos, de recibir cada sonrisa suya y de contagiarme de su energía hermosa”. Luego añadió: “A veces, los días pueden ser desafiantes, pero él tiene ese poder especial de iluminar hasta el momento más oscuro”.
Estas palabras reflejan la relación profunda que mantiene con su hijo, a quien definió como su “vitamina”. “Te amo hijo hermoso, iluminás todos mis días con tu sonrisa, tu mirada, tu amor, tus juegos y hacés que vuelva a ver todo con ojos de niña”, escribió, consolidando un mensaje de amor y reconstrucción que se enlaza con su celebración de cumpleaños.
Lejos de buscar una imagen pública perfecta o una narrativa de superación superficial, Fandiño eligió mostrar su proceso tal como lo vivió: con sus luces y sombras, con días buenos y otros difíciles, pero siempre desde un lugar de honestidad emocional y vínculo afectivo real.
Además, mostró otra de las actividades que le ayudó en su tratamiento: la meditación. A través de un posteo en redes sociales, compartió su logro con una imagen del diploma y expresó su entusiasmo: “Escribir y guiar a otros a lugares mágicos, donde las palabras transforman, relajan, te transportan hacia otros mundos, escenarios, realidades y creativamente sanar a través de la meditación guiada”.
