Tino Luisi, el DT de Roca que lo dejó todo por la música: su historia y sus canciones

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Tino Luisi no salía de su asombro: no era que les faltara actitud, era otra cosa lo que el DT veía en sus futbolistas, muchos de ellos, casi todos, formados por él mismo. No los estaba retando. Lo que sentía era una mezcla de impotencia, desilusión y desencanto. Sentía que a sus jugadores les daba lo mismo jugar o no jugar. Y sus jugadores, que lo querían como a un padre, lejos de ofenderse, le devolvieron la pelota: ¿y por qué no jugás? ¿Y por qué no?, se preguntó el DT.Tino Luisi tenía 49 años y hacía veinte que se había retirado para comenzar un nuevo proyecto: Potenza, la escuela de fútbol que acababa de crear para dedicarse a la formación de jugadores. En 2011, decidió competir en la Liga Deportiva Confluencia en Primera y Tercera. Anduvo muy bien en Tercera. En Primera, en cambio, todo fue siempre cuesta arriba.

A fines de 2012, Tino, con casi 50 años, anunció que volvería a jugar. El domingo 28 de octubre, a los 25 minutos del segundo tiempo, le pidió a su ayudante de campo Luis Muñoz que lo mandara a la cancha. Así, durante esos veinte minutos, Tino Luisi fue presidente, técnico y jugador de Potenza.

El equipo perdía de local 2-1 con el Deportivo Huergo y a pocos minutos del final del partido tuvo un penal a favor que, por supuesto, Tino Luisi se encargó de patear y convertir. Potenza empató 2-2 y su entrenador cumplió con aquello que parecía (casi) imposible: entró, jugó y convirtió un gol.

Aquello, que tanto dio que hablar en el ambiente futbolero, fue una movida publicitaria: Tino quería hacer un poco de ruido para conseguir algo de apoyo que le permitiera sostener el proyecto. “¿Por qué lo hice? En realidad, más allá del gusto por jugar con los chicos, lo hice para llamar la atención. Las instituciones deportivas como la que encabezo, que tanto hacen en la contención de los chicos, merecen un apoyo, oficial o del empresariado”, decía el DT unos pocos días después del histórico acontecimiento.

Volver a los 49. En 2012, Tino Luisi jugó 20 minutos e hizo un gol, contra Huergo, por la Liga Confluencia y siendo a la vez el DT de Potenza, el club que él mismo había creado veinte años atrás.

Nacido, criado y formado en Roca, Tino Luisi, hijo de inmigrantes italianos establecidos en el Alto Valle a mediados del siglo pasado, vivió para el fútbol, hasta que dijo basta. Había sido jugador, preparador físico y entrenador. Había fundado una escuela de fútbol luego de ver un video que mostraba cómo trabajaban las escuelas de fútbol en Holanda. Formó y educó a cientos de chicos, muchos de los que llegaron a Primera. Pero la pandemia, como a casi todo el mundo, a Tino lo puso en otro lugar. Un lugar donde no había más fútbol, sino música. Su música. Y como aquella tarde en aquel vestuario, otra vez se preguntó ¿y por qué no?

En el estudio. Tino Luisi ya grabó casi quince canciones que irá publicando a lo largo del año.

“Todo empieza en la pandemia”, cuenta Tino. “Estábamos todos encerrados, yo tenía una guitarra a mano y empecé a tocar lo poco que había aprendido de chico, cuando tomé clases de guitarra. Pero de eso ya habían pasado un montón de años. Había que hacer algo y yo agarré la guitarra. Empecé a escribir y lo acompañé un poco con lo poco que sabía de música. Después busqué un profesor de canto, Juan Pablo Márquez, a través de videollamadas. Cuando se terminó la cuarentena, empecé a ir a clases de canto con él. Empezamos a ver las canciones, yo empecé a aprender a cantar y así fue surgiendo todo”.

Tino Luisi y la música: una fantasía hecha realidad

La música nunca había sido parte de la vida de Tino, más allá de aquellas lejanísimas clases de guitarra en la infancia. No era de escuchar música ni tener discos. No había fantaseado siquiera con tener una banda como suele suceder en la adolescencia. Tino fantaseaba con ser futbolista. Y lo fue. La música vendría después y vaya de qué manera.

A fines de 2021, con la paulatina apertura de la cuarentena, Tino Luisi, profesor de Educación Física, exjugador del Depo, Argentinos del Norte y Unión de Allen, decidió cerrar su etapa como formador de jóvenes futbolistas y dejó en manos de los profes la escuelita, que pasó a llamarse Nápoles. “Yo soy de muchas fantasías”, afirma Tino con una sonrisa picara dibujada en su rostro. “Y la música comenzó a ser una fantasía para mi. Y me propuse hacerla realidad”.

En la sala, junto a los músicos que lo acompañaron en la grabación de las dos canciones que ya están disponibles en las plataformas.

Así como se propuso volver a jugar, aunque sea durante un puñado de minutos a una edad en la que pocos (o nadie) lo haría de manera oficial, Tino, con casi 60 años, se propuso hacer música por primera vez en su vida. Acompañado de su profesor de canto, armó una banda y grabó “Llegó el final” y “Perdóname”, dos canciones de su autoría, junto a una banda conformada por Maxi Galli (batería y guitarra eléctrica), Christian Bastías (bajo), Juan Pablo Márquez (piano), Roxana Girón y María Ceballos (coros).

“Dije que iba a hacer un club y lo hice. Ahora digo que esto va a ser un éxito. Estoy decidido a todo”.

Tino Luisi

Publicada a comienzos de febrero, “Llegó el final”, un rock suave, ya suma casi mil quinientas reproducciones en su canal de YouTube, y “Perdóname”, una balada pop latina publicada hace una semana, cuenta con poco más de 400 reproducciones en la misma plataforma. Nada mal, por cierto.

Ambas canciones también están disponibles en Spotify. Curiosamente, el algoritmo inquieto de la plataforma le generó, como a todos los artistas, una playlist con su nombre. En el caso de Radio de Tino Luisi, sus dos canciones conviven con otras de Andrés Calamaro, Kevin Johansen, Guasones y Fun People, entre otros. Las influencias de Tino Luisi van por otro lado: Sergio Denis, Eros Ramazzotti, Marco Antonio Solís.

Tino y los chicos. En 1993 fundó la escuela de fútbol Potenza, donde formó deportivamente a cientos de chicos.

Pero Tino tiene otras catorce canciones grabadas que a las que les faltan las masterizaciones y resolver detalles de algunos arreglos. De esas catorce canciones, Tino decidió publicar unas nueve, de a una por mes hasta octubre.

Para entonces tiene previsto una presentación en vivo donde combinará sus canciones con covers de Marco Antonio Solís, Sergio Denis, Eros Ramazotti y Memphis la Blusera, entre otros. Ese repertorio dará forma a su primer disco.

“Voy a ver si sigo con la guitarra, capaz que una o dos canciones haga con la guitarra. Estoy preparando la banda, me están faltando ahí un par de músicos, pero estamos trabajando junto a Juan Pablo Márquez. La idea es hacer el primer lanzamiento familiar, 50, 70 personas. Hacerlo con conocidos y después sí tratar de armar un espectáculo. Va a ser éxito. Si yo dije que iba a ser un club y lo hice, ahora te digo que esto va a ser un éxito. Estoy decidido a todo”.