“Me dio un proyecto de vida”: una orquesta conformada por 45 jóvenes de barrios vulnerables tocará en el Teatro Colón

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En una sala de oficinas, rodeada por impresoras y archiveros, Ámbar Velasco, de 19 años, toca su violín junto a unos 25 músicos que hacen sonar distintos instrumentos de cuerdas. A 40 metros, en un comedor convertido en sala de ensayos, otro grupo de jóvenes toca instrumentos de viento. Más tarde se juntarán todos y ensamblarán sus notas para practicar “La primavera”, de Antonio Vivaldi.

Oriunda de Villa Lugano, Ámbar es una de los 45 chicos de entre 18 y 25 años que conforman la Orquesta Aeropuertos Argentina, una iniciativa de Eduardo Eurnekian nacida hace diez años con el objetivo de promover el desarrollo intelectual y artístico de jóvenes provenientes de barrios de alta vulnerabilidad social.

Son 45 jóvenes de entre 18 y 25 años los que conforman la Orquesta Aeropuertos Argentina

“Yo tengo muchos vecinos que son parte de la orquesta y eso es importante porque en los barrios vulnerables hay muchas malas influencias, entonces la música se convierte en algo a lo que aferrarse. Para mi esto empezó como un escape de los problemas que vivimos en el barrio, se hizo una pasión y ahora quiero que sea un trabajo, un estudio, una forma de vida”, dice la joven que forma parte de la orquesta desde hace un año.

Su llegada a la música se dio casi por casualidad. “No vengo de una familia de músicos. Mi mamá me dijo que tenía que hacer algo y así empecé a ir a una de las Orquestas Infanto Juveniles de la Ciudad y luego llegué acá. Aprendí mucho en la orquesta: te forma como persona, a ser disciplinado, responsable y firme con lo que querés”, comenta.

Los instrumentos de cuerda ensayan en una sala

Los músicos que forman parte de este programa son seleccionados por el maestro Néstor Tedesco a partir de las Orquestas Infanto Juveniles de la Ciudad de Buenos Aires, que funcionan desde 1988 en Villa Lugano, Villa 31, Retiro, Bajo Flores, Mataderos, Parque Avellaneda, Constitución y La Boca. Los niños de entre 8 y 17 años incluidos en este programa reciben instrumentos musicales hasta que culminan su etapa escolar. Muchos de ellos quedan con intenciones de continuar vinculados a la música, pero en la mayoría de los casos imposibilitados de hacerlo por sus realidades económicas.

Es entonces cuando la Orquesta Aeropuertos Argentina les da la posibilidad de continuar su camino de formación musical. Los jóvenes reciben becas de estudio, instrumentos, insumos, ropa para los conciertos, clases de profesores, oportunidades de conciertos y posibilidades de salida laboral.

Los músicos que forman parte de este programa son seleccionados por el maestro Néstor Tedesco

Además, gracias a un convenio de colaboración entre la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y la Fundación Corporación América, los integrantes de la orquesta han sido habilitados a cursar la Tecnicatura en Instrumentos Musicales.

“Más allá de la importancia de la música en mi vida, el apoyo económico me es muy importante porque no solo puedo hacerle un servicio a mi violín, comprar cuerdas y todo lo que necesite, sino que además es un sostén y una ayuda grande. Vivo en un barrio vulnerable y no todo es fácil ahí. La orquesta me dio un proyecto de vida”, revela Ámbar.

Como sueño máximo, a ella le gustaría llegar al mismo objetivo de Ruth Gerez, una de sus compañeras que mañana 7 de abril tocará un solo de violín en el Teatro Colón durante el concierto que brindará la orquesta por los diez años del proyecto.

La orquesta es una iniciativa de Eduardo Eurnekian nacida hace diez años

Ruth, de 26 años, también vive en Villa Lugano y forma parte de la orquesta desde su inicio en 2015. “Cuando empezamos éramos pocos y no dábamos conciertos. De a poquito se empezó a agrandar, mejoramos el compromiso y llegar a esto que somos hoy es increíble”, afirma la violinista, que se despedirá de la orquesta interpretando “Primavera Porteña”, de Astor Piazzolla, en el Colón.

En el caso de Ruth, su familia sí estaba vinculada a la música. Su padre tocaba el bombo y su madre era bailarina de folklore. “Yo empecé a los 9 años, cuando mi mamá se enteró por medio de otra mamá de la escuela que existía una orquesta en una escuela del barrio. Ahí empecé con el violín y dije ´Listo, esto es lo que quiero’”, recuerda.

Néstor Tedesco, el director musical de la orquesta, también es cellista en el Colón y profesor en la UNA

“Ser parte de la orquesta me hizo mejor persona, me enseñó a ser compañera, a formar un equipo. A veces llego y veo que alguna compañera está mal, entonces charlamos, nos preguntamos si necesitamos ayuda. La exposición de los conciertos te ayuda con la confianza, a vencer miedos y estar más segura. Estar acá te abre muchas puertas y oportunidades laborales que no todos tienen, entonces uno tiene que saber aprovecharlas porque no hay nada más lindo que trabajar de lo que a uno le gusta”, relata Gerez, quien durante 2024 trabajó como violín solista en la obra musical “Cuando Frank conoció a Carlitos”.

Una característica común

“Para el Colón, de memoria chicos, eh, no pueden mirar la hoja. Vamos de nuevo”, les indica Tedesco a los jóvenes, quienes en silencio repiten el ejercicio en la sala que les presta la Fundación Corporación América para ensayar.

Los chicos que participan en la orquesta tienen una característica en común muy marcada: un enorme entusiasmo por querer progresar y ser mejores

Según Tedesco los chicos que participan en la orquesta tienen una característica en común muy marcada: un enorme entusiasmo por querer progresar y ser mejores. “Los chicos obviamente cambian al formar parte de este proyecto. Muchos entran como adolescentes y salen después de siete u ocho años como jóvenes con nivel para ganar audiciones o irse a estudiar música al exterior. Esta es una herramienta educativa, pero también de inclusión, porque dedicarse a la música es difícil para chicos de barrios con carencias y la orquesta les ha abierto horizontes para que puedan pensar ‘Yo puedo hacer esto’”, detalla.

¿Qué representa el concierto que darán en el Teatro Colón? “Es un hito”, sostiene Tedesco. “Son diez años de trabajo, en los que han pasado más de 200 jóvenes y hemos logrado un nivel de excelencia tal que nos permite encarar este concierto. Es parte del camino y obviamente un logro. Es la coronación de un esfuerzo que no termina acá. Alcanzamos una meta y comenzamos de vuelta con nuevas expectativas”, dijo el director musical de la orquesta, quien también es cellista en el Colón y profesor en la UNA.

En noviembre de 2022, la labor que desarrolla la orquesta alcanzó otro hito: fue declarada “de interés social y cultural” por la Legislatura porteña.