TEHERÁN (AFP).- Un escándalo sacudió al gobierno de Irán este sábado cuando el presidente Masud Pezeshkian despidió a su vicepresidente de Asuntos Parlamentarios por un costoso viaje a la zona argentina de la Antártida. Se trata de Shahram Dabiri, quien viajó junto a una mujer presentada como su esposa. En una imagen compartida en las redes sociales de ella, se los ve posando frente al Plancius, un crucero que brinda expediciones de lujo por el continente.
Su accionar generó indignación entre los funcionarios debido a la fuerte crisis económica e hiperinflación que afronta el país.
El Plancius ofrece expediciones a través de la empresa Oceanwide Expeditions por las islas Malvinas, Georgias del Sur, Orcadas del Sur, Shetland del Sur y varios destinos en la Antártida. Muchos de estos lugares son reclamados por la Argentina y cuentan con estaciones científicas nacionales instaladas en sus inmediaciones. Además, el crucero bordea el Mar Argentino y tiene destinos que salen desde Ushuaia.
En la foto que compartió su esposa, se los ve frente a la gran embarcación, que fue creada en 1976 como un barco de investigación oceanográfica de la Marina Real Holandesa y en 2009 fue reconstruido como un barco de pasajeros. Sus expediciones albergan 108 pasajeros en 50 cabinas, que tienen baño y ducha privada. También cuenta con un restaurante y sala de conferencias y una amplia sala de observación con un bar y vista panorámica en sus cubiertas. Desde la empresa Oceanwide Expeditions remarcan que los viajes a las regiones árticas y antárticas se enfocan en “un programa pedagógico exploratorio”, donde la mayor parte del tiempo se pasa en tierra.
Las agencias de viajes realizan varias expediciones en la Antártida con el Plancius a altos precios. Los viajes en el barco que duran alrededor de ocho días tienen un costo que va desde los US$4000 a US$9000 por persona. Las expediciones más largas, que duran dos semanas o más, se acercan a los US$15000 por persona.
Pezeshkian destituyó a su vicepresidente de Asuntos Parlamentarios y compartió un comunicado a través de la agencia oficial Irna. “En un contexto en el que la presión económica sobre la población sigue siendo alta, los viajes recreativos costosos de los responsables, incluso si corren con sus propios gastos, no son defendibles ni justificables”, criticó.
Según la agencia local, Dabiri habría viajado el polo sur durante Nouruz, el año nuevo del calendario persa, una festividad que se celebra en Irán y que coincide con el equinoccio de primavera. “Nuestra larga amistad y sus invaluables servicios en la Vicepresidencia de Asuntos Parlamentarios no impiden que se priorice el cumplimiento de la honestidad, la justicia y las promesas hechas al pueblo”, continuó Pezeshkian.
Más tarde, el vocero del gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, dijo que la decisión del jefe de Estado mostraba que “no tenía hermandad con nadie” y que su único criterio son “la eficacia, la justicia la honestidad y el interés público”. Dabiri era un estrecho confidente del presidente.
El ahora exvicepresidente trabajaba en ese puesto desde agosto de 2024 y, a través de su sitio web, compartía noticias relacionadas con cuestiones de salud y seguridad ciudadana. Debido a su profesión, remarcaba de forma notable los logros médicos en el país.
La foto publicada por su esposa despertó la ira e indignación de varios partidarios de Pezeshkian, que pidieron la destitución del vicepresidente. Esto representa un nuevo golpe para el mandatario, que fue electo el año pasado y afronta el duro desafío de una hiperinflación sin frenos.
Así aumentan las presiones sobre el jefe del Estado, quien prometió reactivar la economía y mejorar la vida de los ciudadanos. En marzo, su ministro de Economía, Abdolnaser Hemati, fue destituido por el Parlamento por la depreciación de la moneda nacional frente al dólar y la inflación descontrolada.
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