Con un fuerte operativo de seguridad y un cargado clima de tensión se inició en la mañana de este lunes lunes el juicio oral y público contra el exdiputado libertario Germán Kiczka y su hermano Sebastián. Los dos están acusados de “tenencia, facilitación y distribución de material de explotación sexual infantil (MASI) agravado por ser las víctimas menores de 13 años, varios hechos en concurso real”, lo cual podría establecer entre tres y siete años de prisión. A Sebastián Kiczka se le imputa también el cargo de “abuso sexual sin acceso carnal”. Ambos fueron trasladados desde la Unidad Penal de Cerro Azul, donde estaban detenidos de manera preventiva desde septiembre del año pasado, al Tribunal Penal 1 de Posadas, integrado en este proceso por Gustavo Bernie, Viviana Cukla y César Yaya.
La audiencia comenzó con la lectura de elevación a juicio de parte de Silvia Barronis, la fiscal del Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, localidad donde los hermanos tenían fijado su domicilio al momento de ser capturados tras una cinematográfica búsqueda. Ambos se habían fugado una vez que se hizo público el pedido de detención, en agosto pasado, y no fueron encontrados hasta una semana después y en dos puntos a 200 kilómetros de distancia entre sí: Germán, que por entonces todavía reportaba como legislador misionero por el partido libertario Activar, estaba escondido en un complejo habitacional de Loreto, Corrientes, mientras que Sebastián deambulaba en un estado deplorable por la zona rural de San Juan de la Sierra.
Tan solo ese tramo ocupó más de dos horas. Los imputados (que inicialmente eran defendidos por el abogado Gonzalo de Paula, aunque luego Sebastián Kiczka contrató los servicios de Eduardo Paredes) escucharon en silencio, salvo cuando hicieron unos breves comentarios en voz baja al oído de sus letrados. “Se ha acreditado que Germán Kiczka tenía en su poder, facilitó y distribuyó 913 archivos digitales de material MASI”, se detalla en el expediente, lo que confirma la impresionante cifra de fotos y videos encontrados en dos computadoras portátiles del exlegislador provincial que ya había trascendido públicamente durante la etapa de investigación.
En términos más específicos, personal del Servicio de Atención Integral a la Justicia (SAIC) de Posadas describió que las dos computadores del exdiputado libertario “tenían el programa eMule instalado con sistema P2P, programa de intercambio de archivos de computadora a computadora, almacenando en la carpeta denominada “Incoming” esos archivos, la cual es de libre acceso y distribución para los usuarios de dicho programa, comprobándose que varios de los archivos almacenados eran fotos y videos con contenido MASI con mucha violencia sexual, niños y niñas en actos sexuales con animales, agravados por la edad de las víctimas, muchos de ellos menores de 13 años de edad, y quedando acreditada la distribución”.
Además, “registra parámetros de exportación que se repite al momento de intercambio de archivos, realizando búsquedas con un patrón específico relacionado al incesto y búsquedas específicas de material de abuso sexual infantil, inclusive material de menores practicando zoofilia”. En síntesis: el material analizado durante las etapa de instrucción en los distintos dispositivos electrónicos confiscados durante los allanamientos realizados a la familia Kiczka permiten sostener los cargos que se le imputan a ambos hermanos. La lectura del detalle de las pruebas recogidas en la investigación estuvieron a cargo de Lucrecia Castillo, secretaria del Tribunal de la capital de Misiones.
Luego se leyeron distintos chats extraídos de teléfonos celulares en los que aparecen conversaciones aberrantes que complicarían la situación procesar de Sebastián Kiczka. Allí, el hermano mayor de Germán reconoce y sugiere en chats por Whatsapp algunas de las prácticas que se le acusan. Inmediatamente después se hizo presente la primera testigo del juicio: una joven que lo acusa de acosarla con el envío de fotos exhibiéndole partes íntimas cuando era menor de edad y sin que ella se lo pidiera, y también de haberla abusado en un gimnasio. En lo sucesivo se aguardan los testimonios de otros 66 testigos.
El juicio continuará hasta el 16 de abril, día de los alegatos y las sentencias. A diferencia de la de este lunes, las audiencias restantes no serán transmitidas por el delicado contenido de las declaraciones que se esperarán oír en esa sala del Tribunal Penal 1º de Posadas.