La NASA presentó un telescopio capaz de ver lo invisible, de leer la luz antigua que aún viaja por el espacio y descifrar su historia. SPHEREx no busca una imagen nítida de un solo rincón del cosmos, sino un retrato completo que transformará la comprensión del origen y evolución del universo.
El telescopio espacial SPHEREx, cuyo nombre completo es “Espectrofotómetro para la Historia del Universo, Época de Reionización y Explorador de Hielos”, es una nueva misión de la NASA que tiene como objetivo mapear el cielo en longitudes de ondas infrarrojas para responder preguntas fundamentales sobre el origen y la evolución del universo.
NASA: cómo funcionará el nuevo telescopio
A diferencia de otros telescopios que estudian regiones específicas del espacio, SPHEREx realizará un mapa completo del cielo cada seis meses durante al menos dos años, acumulando una enorme cantidad de datos que permitirán a los científicos profundizar en el estudio del cosmos de una manera sin precedentes.

Uno de sus principales objetivos es investigar la inflación cósmica, un fenómeno que ocurrió fracciones de segundo después del Big Bang y que provocó una expansión extremadamente rápida del universo. SPHEREx analizará la distribución de cientos de millones de galaxias para buscar patrones que puedan revelar las condiciones de esta fase temprana del cosmos.
Además, el telescopio estudiará la luz de fondo extragaláctica, el brillo acumulado de todas las galaxias a lo largo de la historia cósmica, incluyendo aquellas demasiado tenues o distantes para ser detectadas de manera individual. Con esta información, los científicos podrán comprender mejor la evolución de las estructuras cósmicas y la formación de galaxias.
Otro aspecto clave de la misión es la exploración de la Vía Láctea en busca de los ingredientes esenciales para la vida. SPHEREx cartografiará la distribución de moléculas como el agua y el dióxido de carbono en regiones de formación estelar dentro de nuestra galaxia.
Estos compuestos juegan un papel fundamental en la formación de planetas y en la posibilidad de que surjan condiciones habitables en otros sistemas estelares. Al estudiar estas nubes de gas y polvo interestelar, el telescopio proporcionará información clave sobre cómo se distribuyen los materiales necesarios para la vida en la galaxia.
