China promete revolucionar la carrera espacial con una novedad en sus plataformas de lanzamiento

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En un remoto rincón de Sichuan, China está dando forma a una tecnología que desafía los principios del lanzamiento espacial tal como los conocemos. Una pista de despegue sin llamas, un impulso sin combustión: el magnetismo como nueva frontera de la exploración. Pero, ¿cómo funciona?

El gigante asiático está desarrollando una innovadora plataforma de lanzamiento electromagnético destinada a revolucionar el acceso al espacio y que estaría lista en 2028. Este proyecto busca reducir significativamente los costos y aumentar la frecuencia de los lanzamientos espaciales.

El sistema propuesto emplea imanes superconductores para acelerar cohetes hasta velocidades supersónicas antes de que sus motores se enciendan. Similar a la tecnología utilizada en los trenes de levitación magnética, pero orientada verticalmente, esta plataforma permitiría duplicar la capacidad de carga útil de los cohetes y reducir considerablemente los costos operativos.

La plataforma de lanzamiento electromagnético funcionaría como una manera de incentivar los lanzamientos espaciales.

Además, facilitaría lanzamientos más frecuentes y requeriría menos mantenimiento en comparación con los métodos tradicionales.

Carrera espacial: cómo surgió la idea de una plataforma electromagnética en China

El proyecto es impulsado por la empresa privada Galactic Energy, en colaboración con institutos de investigación estatales, el gobierno municipal de Ziyang (provincia de Sichuan) y la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China (CASIC).

En septiembre de 2023, se llevó a cabo una prueba de levitación magnética con superconductores a alta temperatura, alcanzando una velocidad de 234 kilómetros por hora sobre una pista de 380 metros, marcando un hito en las verificaciones técnicas del proyecto. ​

Paralelamente, China está desarrollando el proyecto “Tengyun”, que consiste en una pista de lanzamiento electromagnética gigante capaz de acelerar un avión del tamaño de un Boeing 737 a Mach 1.6 (aproximadamente 1.975 km/h).

Una vez alcanzada esta velocidad, el avión encendería su motor y cruzaría la barrera del espacio a siete veces la velocidad del sonido. Este enfoque reduciría el gasto de combustible y los costos de lanzamiento, al eliminar la dependencia de cohetes u otras aeronaves para alcanzar el espacio.

El cohete sería recargado en la plataforma antes de ser encendido al punto de llegar a velocidades supersónicas.

A pesar de los avances, existen desafíos técnicos por superar, como la precisión en las trayectorias y la resistencia térmica durante el ascenso inicial. Sin embargo, este proyecto refleja la estrategia del gobierno chino para consolidar su industria aeroespacial comercial y posicionarse a la vanguardia en tecnologías de lanzamiento espacial.

Si tiene éxito, esta plataforma podría transformar el paradigma de los lanzamientos espaciales, haciendo que sean tan frecuentes y eficientes como los trayectos diarios de trenes de alta velocidad.