Un secuestrador y barrabravas, detrás del robo de 4×4 en Vicente López y San Isidro

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Todo lo planeaba y organizaba desde su celda de la cárcel de Ezeiza Nano, el jefe de la denominada banda del M-16, una organización criminal dedicada a los secuestros exprés y entraderas condenado a 20 años de prisión. Primero, enviaba a sus familiares a hacer inteligencia para después encargarle el robo a distintas “células” de ladrones, la mayoría de las veces barrabravas de Racing Club, que se encargaban de “levantar” camionetas en Vicente López, San Isidro y en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires. Se sospecha que las 4×4 eran sacadas del país para venderlas en Brasil.

Tras diez meses de investigación, detectives de la policía bonaerense detuvieron a 12 sospechosos de haber participado en más de una decena de robos de camionetas marca Toyota modelos Hilux y SW4.

Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales y judiciales. La investigación, a cargo de la fiscal de San Isidro Carolina Asprella, comenzó el 28 de mayo del año después de que un vecino denunciara el robo de su camioneta Toyota SW4.

“Se trata de una banda que lograba sustraer 4×4 estacionadas en la vía pública. Para poder abrir los vehículos sin ser descubiertos, los ladrones usaban inhibidores de alarma, tarjetas para hacer copias electrónicas de las llaves y una tablet que conectaban a las computadoras de las camionetas para poder encenderlas sin inconvenientes”, explicaron fuentes policiales.

La fiscal Asprella tuvo la colaboración de personal de la Estación de Policía Departamental de Vicente López, conducida por el comisario mayor Daniel Silva, dependencia bajo la órbita de la Superintendencia de Seguridad AMBA Norte I, cuyo jefe es el comisario mayor Lucas Borge.

“Tras analizar las filmaciones de cámaras de seguridad, tomó fuerza la hipótesis de que el robo de San Isidro podría tener vinculación con un hecho de características similares ocurrido en noviembre de 2023 en Vicente López. Las imágenes mostraban que podría tratarse de los mismos delincuentes”, explicó un detective que participó de la investigación.

Primero, se logró identificar un Renault Clío que aparecía en las zonas donde ocurrían los robos, pero en los días previos.

“Nos llamó la atención la aparición de ese Renault Clío siempre en los días previos a los robos. Poco después descubrimos que era el vehículo utilizado por la banda para hacer la inteligencia previa y buscar las camionetas que después iban a ser sustraídas”, dijeron las fuentes consultadas.

Según explicaron los investigadores, los ocupantes del Renault Clío eran familiares de Nano, el líder de la organización conocida como la banda del M-16. Nano fue identificado por fuentes policiales como Carlos Javier Velázquez.

Los elementos secuestrados a los sospechosos detenidos

“Después de que sus familiares hicieran la inteligencia previa y pasaran la ubicación satelital de donde estaban estacionadas las camionetas que pretendían sustraer, Nano le encargaba el robo a otra ‘célula’ de la organización”, dijo un jefe policial.

Los encargados de hacer los trabajos previos no conocían a los ladrones que se iban a llevar adelante el robo.

Una vez que se logró identificar las líneas telefónicas que se activaban en la zona de los robos, la Justicia ordenó una serie de intervenciones telefónicas donde quedó registrado el modus operandi de la banda.

Así operaba la banda de delincuentes que robaban camionetas 4×4 en San Isidro

En una de las intervenciones telefónicas, se escucha cómo uno de los ladrones no se animaba a robar una de las camionetas elegidas porque “había gente de joda en la casa” y lo podían ver. Entonces su interlocutor le espetó: “Con total impunidad, hermano. Estamos robando”.

En otras escuchas, los ladrones hablaban de mover las camionetas robadas porque hacía mucho tiempo estaban estacionadas en el mismo lugar.

“La banda no solo robaba camionetas en la ciudad de Buenos Aires, Vicente López, San Isidro y San Fernando, también operaba en Lanús y en otros barrios de la zona sur de conurbano”, dijo una fuente de la investigación.

Las camionetas que sustraían en la zona norte las “enfriaban” en zona sur y viceversa. “La sospecha es que las 4×4 tenían como destino final Brasil”, afirmó un detective del caso.

La sospecha se funda en que, a partir de información obtenida a partir de la geolocalización de los teléfonos usados por los ladrones, se pudo determinar que parte de la banda viajo a Misiones y estuvo en la frontera con Brasil. Pero, hasta el momento, no se pudo descubrir cómo habrían cruzado la frontera con los vehículos robados.

En las últimas horas, tras un pedido de la fiscal Asprella, la jueza de Garantías de San Isidro Andrea Rodríguez Mentasty ordenó 20 allanamientos donde, además de detener a los sospechosos, se secuestraron herramientas, armas de fuego, inhibidores de alarmas, teléfonos celulares, llaves de camionetas y chalecos similares a los que usa personal de la Policía Federal Argentina (PFA) y la policía bonaerense.

En las últimas horas, la fiscal Asprella indagó a los sospechosos por el delito de asociación ilícita y por 11 robos y hurtos agravados por el uso de inhibidor y por tratarse de vehículos estacionados en la vía pública.

Golpe en una concesionaria

La semana pasada, el Ministerio de Seguridad porteño informó la detención de dos sospechosos de nacionalidad brasileña. Ambos fueron atrapados cuando conducían camionetas 4×4 que habían sido sustraídas de una concesionaria del barrio de San Cristóbal.

“Las dos camionetas Toyota fueron robadas cuando estaban exhibidas en el salón principal de una concesionaria del barrio de San Cristóbal. Iban a ser patentadas porque ya habían sido vendidas”, dijeron fuentes policiales.

El robo ocurrió el martes de la semana pasada. La investigación, a cargo del fiscal en lo criminal y correccional Lucio Herrera, comenzó con la denuncia presentada por los responsables de la concesionaria.

A partir de los datos de geolocalización aportados por los denunciantes, los detectives de la Policía de la Ciudad se dirigieron a una estación de servicio situada a la altura del kilómetro 97 de la ruta 7, donde se encontraron con una camioneta de similares características a una de las robadas, pero tenía colocada patente brasileña.

“Pero, de forma rápida, se determinó que era uno de los vehículos sustraídos de la concesionaria de San Cristóbal porque los números de los cristales coincidían con los que figuraban en la denuncia”, explicaron las fuentes consultadas.

El personal policial detuvo a la conductora de la camioneta, una mujer de nacionalidad brasileña

Las tareas investigativas quedaron a cargo la División Investigaciones Comunales 5 (DIC5) de la Policía de la Ciudad.

“El apoderado de la concesionaria explicó que las camionetas tenía un sistema de rastreo satelital instalado desde fábrica. Sostuvo que uno de los vehículos, una 4×4 modelo SW, había sido localizada por el GPS en la zona del partido bonaerense de San Andrés de Giles, en el oeste bonaerense”, explicaron fuentes policiales.

Cuarenta y ocho horas después, desde la gerencia de la concesionaria informaron a la Policía de la Ciudad que se había activado el GPS de la otra camioneta, modelo Hilux, en la zona de Pilar, en el norte del conurbano bonaerense.

El vehículo estaba en movimiento. Entonces, el personal de la firma se encargó de monitorear el recorrido en vivo de la camioneta para informarle al personal policial hacia donde se dirigía.

La camioneta, finalmente, fue interceptada por los detectives de la Policía de la Ciudad en Baradero. En el operativo colaboró una dependencia de la Policía Rural del Ministerio de Seguridad bonaerense. En el procedimiento fue detenido un ciudadano brasileño.

“La hipótesis investigativa más firme apunta a que las dos camionetas iba a ser sacadas de la Argentina para ser vendidas en Brasil”, dijo a LA NACION una fuente de que participa de la pesquisa.