Mister Sam, un nombre que resuena en la memoria de quienes vivieron los años ’70 y ’80 en Argentina. Pionero en presentar discos y canciones con un estilo único, este argentino de Caballito, hoy radicado en Brasil, marcó un antes y un después en la escena musical.
“¡Aló, Jovatos! ¡Aló, Jovatas!”, saludó con entusiasmo, evocando aquel “Aló, chiquitos” que lo hizo famoso en discos como Baila Conmigo de 1981.
Mister Sam en diálogo con Cadena 3 expresó: “yo soy argentino, de Caballito. Me vine a Brasil con 27 años, pero antes hice muchas cosas en Argentina”.
Su historia musical comenzó temprano: a los 13 años ya tocaba guitarra y cantaba folclore, influenciado por una explosión de este género en los años 60.
“Todo el mundo quería aprender guitarra, y yo también. Mi tía, profesora de primaria, me enseñó las primeras notas: do, re, mi, fa… Así empecé”, recordó.
Su abuelo, luthier, le hizo una guitarra pequeña con la que a los 4 años cantaba El reloj todo el día, desarrollando el ritmo que luego lo llevaría lejos.
De los conjuntos folclóricos en la secundaria dio un salto inesperado al rock nacional. “En 1963 conocí a Javier Martínez en la calle y me llevó a La Cueva, en Pueyrredón. Ahí cambió mi vida”, relató.
En ese mítico espacio, donde convivían jazz, blues y los ecos de los Beatles, Míster Sam dio sus primeros pasos como DJ. “No había cantantes ni micrófonos, solo instrumentos. Pero llevábamos discos, poníamos ocho long plays en un cuenco automático, y cuando se acababan, el dueño gritaba: ‘¡Santiago, más música!’ Así empecé como disc jockey”.
Su carrera despegó: pasó de La Cueva a boliches como Tropicana, en Rivadavia y Boyacá, y luego a Bomarzo, en Cerrito, donde transformó una peña folclórica en discoteca al llevar su cuenco y discos para los intervalos.
“Quedaba feo el silencio, así que puse música ambiente y se acabó el folclore. Fue solo música después”, dice riendo. Más tarde, Billy Bond lo llamó para ser DJ en Leche Fresca, en Parque 3 de Febrero, y otras “cuevas” que abrió.
Pero Mister Sam no solo pinchó discos: también los grabó. En 1966, antes de La Balsa de Los Gatos, lanzó un disco con RCA Victor, siendo uno de los primeros de La Cueva.
“Luego vinieron los beatniks con Moris, pero yo grabé en marzo del ’66”, destacó. Años después, en los ’70 y ’80, llegaron sus famosos long plays, como Baila Conmigo y otros 30 que lanzó mundialmente.
“Buddy McCluskey me contrató para hacer dos discos en Argentina. También hice Se Mete, Se Mete con Sociedad Anónima, que fue primer lugar en 1970, y Conga, Conga, Conga con Gretchen, que yo lancé”, enumera orgulloso.
A sus 79 años, Mister Sam sigue activo, produciendo música desde Brasil. “Voy a morir haciendo música”, aseguró.
Entre recuerdos de vinilos amarillos, coros con Almendra y anécdotas de whisky falso en Tropicana, su voz revivió una época dorada: “¡Aló, Jovatos, aquí estoy!”.