Días atrás, el gobernador Axel Kicillof y el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, pusieron en marcha diez patrulleros que pertenecen al municipio y estarán al servicio de la policía provincial. Los Toyota Ethios blindados, equipados con radio, cámaras, luces y balizas habían sido adquiridos en 2021, a través de fondos nacionales, por la gestión de Gustavo Posse y permanecían en un galpón desde entonces.
La cooperación en seguridad, entre dos gestiones ideológicamente antagónicas, tiene antecedentes. Ya en septiembre del año pasado, el gobernador entregó 16 patrulleros e inauguró una base de la Fuerza Barrial de Aproximación (FBA) en la zona de Beccar, muy cerca de La Cava, una de las villas más grandes de todo el conurbano. El inmueble que la FBA utiliza como sede fue cedido en comodato por el gobierno local.
“Estamos muy contentos de recibirlo y trabajar juntos”, le dijo el alcalde al gobernador en aquella ocasión. Ahora, la devolución de gentilezas vino por parte del ministro Javier Alonso. “Respeto mucho lo que estás haciendo porque la seguridad no se resuelve por arte de magia ni con tweets. Hay que estar, estar, estar”, dijo, en una críptica alusión a su par nacional Patricia Bullrich.
Pero la relación no siempre fue fluida. Lanús fue electo por la boleta del PRO y, aunque intentó mantener buenas relaciones tanto con Bullrich como con Mauricio Macri, se encuentra políticamente más cerca de la ministra de Seguridad que del ex presidente.
Ese alineamiento explica ciertas tiranteces y desconfianzas al comienzo de su mandato, justo cuando Lanús fue severamente cuestionado por los vecinos por sus falencias en materia de seguridad. El acto de septiembre pasado, además de sellar cierta pax, marcó el inicio de una cooperación entre ambas administraciones en este tema.
Además de gestionar nuevos patrulleros, Lanús desarrolló el programa Ojos en Alerta, muy similar al que implementó Jaime Méndez en San Miguel, que permite a los vecinos una fluida comunicación con el centro de monitoreo.
Contrapunto
El comunicado oficial del municipio sostiene que habían quedado allí “por falta de un convenio de cesión con la provincia” y quedaron abandonados por “inconvenientes administrativos”. “Con esta nueva entrega, el municipio sumó 59 nuevos móviles en el último año, de los cuales 33 fueron destinados a la patrulla municipal y los 26 restantes a la policía bonaerense”, concluye.
Al respecto, el ministro Alonso sostuvo que “estos patrulleros vieron la luz después de tres años de estar escondidos y esto habla de una forma de la política que debemos dejar atrás: llenarse la boca hablando de la seguridad y tener escondidos 10 patrulleros en un galpón”.
En la misma sintonía se pronunció el secretario de Seguridad local, Enrique Rodríguez Varela. “Nosotros los pusimos en condiciones y ya están recorriendo los barrios. La gestión anterior tuvo los móviles abandonados e inutilizados, nosotros los pusimos en la calle”, dijo.
Sin embargo, el concejal Walter Pérez, referenciado en el possismo, sostuvo ante Buenos Aires/12 que “los móviles no estaban abandonados, sino que se fueron entregando de acuerdo a las necesidades del territorio. Se compraron cien en aquel entonces y a diciembre de 2023 se habían entregado 90”. “San Isidro tiene 41 cuadrículas, no tiene sentido asignar más de dos móviles a cada una. Todo esto constaba en el acta de traspaso de mando”, agregó.
Es la política
La política del gobierno provincial consiste en buscar soluciones conjuntas a los problemas con todos los intendentes, con independencia del espacio político al que pertenecen, sin por ello dejar de reclamar a nación por los fondos adeudados, que en materia de seguridad, sumaban 750 mil millones de pesos a fines del año pasado.
Apenas un mes atrás, el gobernador le hizo una invitación a Javier Milei para “trabajar juntos” y “buscar soluciones”. La respuesta del Presidente, siempre por X, fue un pedido de renuncia, para que pudiera intervenir la provincia. Ese mismo día, una nota del New York Times, que lo cuestionaba por su participación en la criptoestafa $Libra.
Con los municipios del interior, la agenda se centra en cuestiones de salud, como la necesidad de más ambulancias o cuestiones relacionadas con el funcionamiento de IOMA, ya que por la creciente crisis económica, mucha gente al perder su empleo perdió su obra social y esa nueva demanda estresa (y a veces colapsa) los sistemas locales de atención. Con los municipios del conurbano, la seguridad es el tema prioritario.
Desde el inicio del mandato de Milei, la gestión también alentó la cooperación y reciprocidad con sus pares para hacer frente a las consecuencias de la defección del gobierno central en distintas materias.
Así hubo acercamientos con mandatarios del peronismo, como el pampeano Sergio Ziliotto y el riojano Ricardo Quintela; como así también con referentes de otros espacios políticos como el radical santafesino Maximiliano Pullaro y el macrista chubutense Ignacio Torres. La lista, claro, no se termina allí.
Recientemente Kicillof recordó que cuando asumió “la mayoría de los patrulleros tenía más de un millón de kilómetros” y aquello que encontró “más que un parque automotor, la provincia contaba con un depósito de chatarra”.
El mensaje era para María Eugenia Vidal, que pasó de ser “orgullosamente bonaerense” a diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires y ahora suena como posible cabeza de lista de legisladores porteños del PRO.