A más de 18 años del crimen de Nora Dalmasso, ocurrido en 2006 en la provincia de Córdoba, el fiscal Pablo Jávega sostuvo que la causa no prescribió, por lo que el nuevo acusado del caso, el parquetista Roberto Bárzola, podría ser juzgado. Según argumentó el fiscal, “el paso del tiempo se interrumpió en varias oportunidades” durante la investigación judicial, por lo que no aplicaría la prescripción. El año pasado, un estudio genético permitió determinar que la tercera huella encontrada en el cinturón de la bata con la que fue estrangulada Dalmasso pertenece a Bárzola, que en aquel entonces tenía 27 años y hacía trabajos de pulidor de pisos en la casa de la familia Macarron-Dalmasso, en Río Cuarto.
Tras el hallazgo, la defensa del parquetista presentó un informe planteando que se extinguió la acción penal por el tiempo transcurrido.
Esta semana, el fiscal respondió esa presentación y dijo que el crimen no prescribió ya que si bien las causas donde el Código Penal establece la pena de prisión perpetua prescriben a los 15 años -en este caso la vigencia duraría hasta 2021-, “el paso del tiempo se interrumpió en varias oportunidades en el marco de esta investigación judicial”.
En ese sentido, indicó que “mientras estaban imputados Marcelo Macarrón y Facundo Macarrón, ese tiempo se descontó de la prescripción”. Ahora, la decisión quedó en manos del Juzgado de Control, que deberá resolver la continuidad o no de la causa.
“El trabajo del fiscal fue impecable”
La abogada del hijo de Dalmasso, Mariángeles Mussolini, celebró la decisión de Jávega y dijo que su trabajo al rechazar la prescripción “fue impecable”.
“El fiscal acompaña nuestro pedido de no tener prescripción en la causa, atento a que él identifica que los plazos deberían estar suspendidos porque no se le ha permitido la familia ser querellantes, debido a que durante casi todo el expediente fueron perseguidos penalmente”, subrayó la abogada en diálogo con Noticias Argentinas.
Mussolini destacó que en el escrito el fiscal entiende que “no se cumplieron los términos de la prescripción” en la causa, que es de “interés social” a nivel provincial y nacional: “Todo el mundo está exigiendo una respuesta y eso es algo muy importante a tener en cuenta”.
“Jávega acompaña un poco los pedidos nuestros como querellantes, sumando, obviamente, sus propios fundamentos. Por suerte dimos con una respuesta parcial, ahora la familia busca la justicia, pero esto es un paso muy importante”, sostuvo.
Respecto a cómo es el proceso a partir de lo informado por el fiscal, la abogada explicó: “Hay varias instancias que deben cumplirse porque esta medida ahora va al juez de control, quien va a tener en sus manos la decisión de determinar si está de acuerdo con la querella y con el fiscal, o con la defensa de Bárzola. Después quedarían instancias para ambas partes”.
“Todos los pedidos nuestros en cuanto a la no prescripción son súper fundados, incluido el del fiscal, que la verdad que fue un trabajo impecable en ese sentido. Ahora todos estamos a la espera a ver de qué resuelve el juez de control”, insistió.
Por ahora no hay fecha estimada de cuándo se informará el camino de la causa, pero Mussolini destacó que “debe ser en un plazo razonable”, aunque esperan y creen que “sea más rápido posible”.
Para la familia son días movilizantes, ya que tras la identificación el año pasado de la tercera huella en la bata de la víctima y de un nuevo acusado, el hijo mayor de Dalmasso decidió denunciar a los primeros tres fiscales de la causa, Javier Di Santo, Daniel Miralles y Luis Pizarro, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y violencia institucional.
“La denuncia todavía no fue formalizada, ya que estamos esperando una documentación, así que estamos a la espera, pero es un norte que tenemos”, indicó la letrada.
Sobre cómo vive la familia estos movimientos en el caso, respondió: “Está muy contenta con este resultado, creemos que es un paso más para encontrar justicia por Nora“.
“Empezó como una búsqueda de la verdad y esperamos que termine siendo una justicia para la víctima y para la familia que en todo este proceso también sufrió por haber perdido a su madre, a su mujer, y por la violencia institucional que se vivió todo este tiempo”, señaló.
“Creemos que estamos en otra época, en otra era, y la familia la verdad que se siente muy esperanzada con esto”, concluyó Mussolini.
El nuevo acusado
Bárzola, oriundo de Río Cuarto, donde ocurrió el crimen, tenía 27 años cuando Dalmasso murió asfixiada por estrangulamiento en su vivienda de Villa del Golf. De acuerdo con la investigación, el hombre -que declaró 6 veces como testigo a lo largo de la causa- había sido contratado en noviembre de 2006 para hacer un trabajo de pulido de pisos en la casa donde fue asesinada la víctima.
Un año después del crimen, la defensa del viudo de Dalmasso había pedido que se incluyera a Bárzola en la lista de personas a cotejar su ADN, pero la fiscalía no lo contempló.
El parquetista también había sido señalado por la madre de la víctima, Delia “Nené” Grassi, cuando dijo en su declaración ante la Justicia que la única persona con la que su hija había tenido problemas era, justamente, el pulidor de pisos.
Recién en 2023, el nuevo fiscal de la causa, Pablo Jávega, ordenó más de 200 nuevos test de ADN para esclarecer quién fue el autor del femicidio. En diciembre del año pasado, finalmente, la Unidad Fiscal Especial actuante en la ciudad de Río Cuarto informó que el ADN de Bárzola es “compatible con las huellas genéticas colectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma”, por lo que el parquetista se transformó el nuevo sospechoso del caso.
