El Papa recibió el alta médica y abandona el hospital

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Desde Roma El Papa Francisco será dado de alta este domingo, después de más de 30 días de internación en el Policlínico Gemelli de Roma por una neumonía bilateral. Así lo informaron este sábado dos de los médicos del equipo que ha tenido a cargo el Papa en el Gemelli, Luigi Carbone y Sergio Alfieri.

Este sábado la oficina de prensa vaticana organizó, casi a último, un encuentro de los médicos que tratan a Francisco con la prensa, fuera del Gemelli. Ayer se había dicho en cambio que no habría informes médicos hasta la semana que viene dado que las condiciones de salud del Pontífice seguían siendo estables como en las últimas dos semanas.

Saludo

Francisco, que el domingo saludará y bendecirá a los fieles apareciendo -por primera vez desde que está internado- en la ventana de su departamento del Gemelli, luego de la oración del Angelus que se hace a medio día debería partir para la Residencia Santa Marta donde vive en el Vaticano. Pero en el encuentro con la prensa no se precisó ni la hora ni el medio de transporte en el que será llevado hasta el Vaticano, tal vez para evitar que la prensa lo persiga.

El departamento de Francisco en Santa Marta no tendrá ninguna preparación ni aparatos especiales. Francisco tendrá necesidad del oxígeno y de asistencia especializada. En caso de una urgencia, el Vaticano cuenta con un sistema de primeros auxilios de 24 horas, se precisó.

Convalecencia

Los médicos dijeron además que el Papa deberá estar al menos dos meses en convalecencia en Santa Marta. Esto significa que deberá seguir con sus terapias, tanto respiratorias como motoras, aunque más livianas. Y seguirá usando oxígeno. Pero sobre todo deberá evitar encuentros con grupos o con personas adultas con niños, que a veces pueden ser portadores de virus e infecciones.

“Las infecciones más graves del papa Francisco han sido resueltas pero para el resto de las infecciones microbianas se requiere tiempo”, explicó el doctor Alfieri. Esto no significa, explicaron más adelante, que no pueda trabajar como lo ha venido haciendo hasta ahora, pero siempre con límites porque necesita reposo.

En estos más de 30 días de internación, seguramente el Papa ha adelgazado, respondió Alfieri a una pregunta de los periodistas: “No lo hemos pesado y eso no nos preocupa. Siempre se ha alimentado por sí mismo. Cuando estuvo mal, comía menos pero ahora que está mejor come más”.

Francisco “está contentísimo de salir del hospital. Hace tres o cuatro días que nos venía preguntando cuando podría volver a su casa”, dijo uno de los médicos, agregando que mantiene el buen humor, que tuvo incluso cuando no estaba tan bien. Cuando los médicos llegaban por la mañana para revisarlo y le preguntaban cómo estaba, él siempre decía y dice “Estoy todavía vivo”.

El doctor Alfieri por su parte agregó que “cuando un paciente tiene una infección de este tipo y ha estado en un estado tan grave, la evolución mejor se produce en casa. Un hospital es el peor lugar para continuar la convalecencia porque es el lugar donde es más probable que se produzcan infecciones”.

La voz del Pontífice

Ante una pregunta sobre la recuperación de la voz del Papa que se ha visto bastante afectada, el doctor Carbone respondió que “es difícil decir cuando será la total recuperación de la voz, pero si observamos las mejoras que se han producido, la recuperación es posible en poco tiempo”. Ya se había percibido que hablaba con dificultad cuando hace algunos días decidió enviar un mensaje oral a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

En la presentación de un libro sobre Francisco la semana pasada, “Viva la poesía” del jesuita Antonio Spadaro, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, había descartado que el Papa pudiera renunciar a su cargo, como en cambio hizo el papa Benedicto XVI en 2013. Y había hecho también alusión al estado de la voz del Papa diciendo que deberá “re-aprender a hablar” a causa de su enfermedad. Y esto causó miedo e incertidumbre en mucha gente.

Los médicos explicaron sobre este punto que el oxigeno a altos niveles, como el que ha estado usando Francisco hasta hace pocos días, provoca problemas en la garganta y dificulta la voz. Pero ahora que ha bajado el nivel de oxigenación las cosas irán mejorando.

Sobre la aparición en la ventana del departamento en el Gemelli, algunos periodistas comentaron que esta semana se vieron técnicos que tomaban medidas, lo que hizo suponer que estaban preparando una superficie más alta que el piso, para que Francisco pueda asomarse más cómodamente a la ventana.

Francisco ha estado 37 días internado. No es el primer Papa que ha pasado por una situación similar. Juan Pablo II fue seguramente uno de los que más veces estuvo internado, entre otras después del atentado que sufrió en la Plaza de San Pedro en 1981.

Fue el 14 de febrero cuando una nota de la Sala de Prensa vaticana anunció la hospitalización de Francisco “para realizar algunas pruebas diagnósticas necesarias”.

 

Y así se descubrió que tenía una neumonía bilateral de la que ha sido curado aunque todavía le quedan algunos microbios por combatir en sus pulmones.