El radicalismo bonaerense estira la definición de su interna y, sobre los últimos días de mandato del actual presidente del Comité Provincia, Maximiliano Abad, algunos apelan a poder llegar a una solución política que cierre la historia, aunque parece una salida más que difícil.
Como dio cuenta , este miércoles se había convocado al Plenario del partido con el fin de poner en marcha dos artículos de la Carta Orgánica y formalizar un comité de contingencia. Sobre la hora, se definió la apertura de un cuarto intermedio para este viernes, que volvió a estirarse, ahora hasta el próximo miércoles.
En ese momento prevaleció la propuesta de la oposición, Futuro Radical, de establecer una mesa de diálogo entre Miguel Fernández y Elsa Llenderrozas, que responden a Abad; con Pablo Domenichini y Nazarena Mesías, de la línea de Facundo Manes y Martín Lousteau.
En la tarde del jueves, mientras la Legislatura todavía sentía las repercusiones de la fallida sesión especial por las PASO, a solo unos metros se desarrolló el encuentro entre las partes.
Los legisladores de la oposición partidaria llevaron el planteo de formar una mesa colegiada de las dos fórmulas, que sea en condiciones de igualdad. La respuesta quedó abierta y las expectativas de un acuerdo político empezaron a diluirse.
“Esto está judicializado, no queda mucho por decir”, lanzó un hombre del oficialismo que sigue de cerca la resolución de la interna.
Todo por un voto
La decisión de Abad de convocar al Plenario llegó poco después de que la Cámara Nacional Electoral (CNE) pidiera volver a votar en mesas que fueron impugnadas en los distritos de Ezeiza, Quilmes y La Matanza, por lo que la consagración de Fernández o Domenichini quedó en pausa.
Además, la CNE indicó que el juez en primera instancia, Alejo Ramos Padilla, debe utilizar el mismo criterio en las impugnaciones presentadas por la lista opositora en los municipios de Tigre, General Pueyrredón, San Martín y Villarino.
La idea del oficialismo era aplicar los artículos 241 y 242 de la Carta Orgánica. El primero de ellos señala que “cuando mediante resolución, aprobada por los dos tercios de los miembros del Plenario se demuestre la existencia de una emergencia insuperable que impida verificar los actos eleccionarios y/o proveer a los cargos previstos por esta Carta Orgánica y/o los reglamentos en vigencia, la dirección y conducción del partido será ejercida por un Comité de Contingencia”.
Este Comité será presidido por el Presidente de la Honorable Convención Provincial y compuesta por el Presidente, Secretario General, Tesorero y dos Vocales del Comité de la Provincia, presidentes del Tribunal de Conducta, Junta Electoral, Comisión Revisora de Cuentas, Junta Ejecutiva de la Juventud Radical y Secretario General Provincial de la Organización de Trabajadores Radicales.
“Los vocales del Plenario del Comité de la Provincia que integrarán el Comité de Contingencia, serán designados por el mismo con el voto de los dos tercios del total de sus integrantes”, señala.
En tanto, el artículo 242 marca que en el Comité de Contingencia la minoría tendrá una representación de dos miembros.
Para avanzar con esa idea, el espacio requería de 18 votos, pero solo alcanzó 17. La “traición”, dijeron, estuvo en el voto de una plenarista de la Séptima sección, que el oficialismo contaba como propia, pero viró sobre la hora.
Con todo, la discusión de fondo tiene que ver con el destino del partido centenario en las elecciones legislativas de este año. La oposición insiste en que la idea de la actual conducción es entregar el partido a los hermanos Javier y Karina Milei.
Desde el oficialismo lo negaron en reiteradas oportunidades y dieron muestras de una intención de reflotar lo que fuera Juntos por el Cambio, en una alianza con el PRO en la Provincia de Buenos Aires.