El presidente de la Cámara de Industria y el Comercio de las Carnes, Miguel Schiaritti, abordó la situación de la carne en Argentina, destacando los efectos de la sequía y el comportamiento de los consumidores ante los aumentos.
El entrevistado explicó que la sequía de 2023, la más grande registrada en la historia, provocó una notable disminución en la oferta de carne. “Hubo 820.000 terneros menos debido a la sequía, además de una liquidación de hembras vacías, que llegaron a ser entre 350.000 y 500.000”, señaló. Este fenómeno generó una falta de oferta de carne, que afecta directamente los precios.
No obstante, Schiaritti recordó que la falta de carne no ha sido tan evidente gracias al aumento en la producción de otras proteínas animales como el pollo y el cerdo. “El consumo de pollo y cerdo ha aumentado en los últimos años, lo que ha permitido a los argentinos variar sus hábitos de consumo”, afirmó.
El precio de la carne y su relación con otras proteínas
El aumento del precio de la carne no ha tenido un efecto directo sobre los precios de otras carnes. “El aumento de la carne vacuna no impulsa los precios del pollo o el cerdo, al contrario, estos productos siguen manteniendo precios relativamente estables”, explicó Schiaritti.
En febrero, la carne vacuna experimentó un aumento promedio de 12%, mientras que el pollo subió solo 0.4% y el cerdo un 4%. Esto se debe a la mayor productividad de estos otros productos, ya que la producción de cerdo y pollo ha mejorado gracias a avances tecnológicos que han reducido los costos.
Perspectivas para los próximos meses: ¿cómo evolucionará la situación?
La situación de la carne continuará dependiendo de la evolución del clima, ya que la sequía podría seguir afectando la producción. “Si el clima se mantiene estable, el productor podría empezar a aumentar el stock de hembras, lo que podría generar más carne en el futuro”, explicó el entrevistado. Sin embargo, destacó que el proceso de recuperación de un stock ganadero lleva muchos años. “Para aumentar el stock, al menos se requieren cinco años”, afirmó, subrayando que los efectos de la sequía y la falta de terreno para la ganadería siguen siendo obstáculos significativos.
La recuperación de la ganadería argentina
A pesar de la falta de tierras y los desafíos climáticos, Schiaritti se mostró cauteloso respecto a la recuperación del sector ganadero. Recordó que, tras la crisis ganadera de 2007-2008, la Argentina perdió más de 12 millones de cabezas de ganado, y hasta la fecha solo ha recuperado alrededor de 3.8 millones.
Para finalizar, el entrevistado agregó: “Es muy poco lo que hemos recuperado, y seguimos faenando animales más livianos, lo que afecta tanto la calidad como la cantidad de la carne disponible”. /Perfil