Cristian Leiva nació en Diamante y es paranaense por adopción. Con su voz y ritmo anima cada fin de semana distintos eventos sociales, en su mayoría cumpleaños, casamientos, aniversarios de boda, homenajes o encuentros familiares, además de escenarios donde lo convoquen. Aunque ya hace varios años que su presentación es como solista, en su pasado formó parte de Cuarteto Austral (después se llamó Grupo Magistral), Burbujas, Los Chess y Banda Estrella.
La primera vez que cantó junto a una orquesta tenía 13 años. Era en un casamiento en Aldea María Luisa. Lo recuerda como si fuera hoy: los nervios, la adrenalina, la imposibilidad de mirar al público, después… la magia y lo que terminó siendo una experiencia inolvidable, la primera de muchas. La música lo emociona, lo atraviesa y lo interpela, es una forma importante de conectarse con la vida. Orgulloso, asegura que encontró la fórmula para conectar con el público y ser nexo para que los invitados y anfitriones puedan soltarse, expresarse y disfrutar. En diálogo con UNO contó los secretos para elegir repertorio, del sentimiento que le brota cada vez que comparte escenario junto a sus hijos; sobre la crisis del 2001 y la música como salvavidas emocional y económico en aquel momento, la anécdota de Carta a María de José Luis Perales; regalo de un padre para una argentina que vivía en España y también sobre la llegada de Bautista, su primer nieto, a quien seguramente le entonará las tradicionales canciones de cuna.