Un jugador boliviano es inhabilitado dos años tras hacerse pasar por su hermano fallecido

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Balones de fútbol alineados para precalentamiento durante la Copa América 2024. EFE/EPA/ERIK S. MENOR

El fútbol sudamericano enfrenta un nuevo episodio de controversia tras revelarse un caso de suplantación de identidad en Bolivia. Diego Hernán Montaño Moizan, jugador del club Aurora, fue sancionado con dos años de inhabilitación por hacerse pasar por su hermano fallecido, Gabriel Montaño, utilizando documentación falsa. El caso también ha tenido graves repercusiones para el equipo, que ha recibido una de las sanciones más severas en la historia del fútbol de la región.

El jugador, quien actualmente tiene 20 años, había declarado tener 25 años al asumir la identidad de su hermano, quien falleció a los 20 años. Este engaño le permitió integrarse al fútbol profesional boliviano, pero las irregularidades fueron descubiertas, lo que llevó al Tribunal de Disciplina a tomar medidas drásticas tanto contra el futbolista como contra el club involucrado.

El impacto del caso no se limitó al jugador. El club Aurora, que compite en la Primera División de Bolivia, también fue severamente castigado. La sanción impuesta incluye la deducción de 33 puntos en la tabla de posiciones de la liga, una medida que podría comprometer seriamente su permanencia en la categoría. Esta decisión se ha convertido en una de las más estrictas aplicadas en el fútbol sudamericano, marcando un precedente en la lucha contra el fraude en el deporte.

Varios directivos del club han sido señalados por su presunta participación en el fraude, aunque no se especificaron los nombres ni las acciones legales que podrían enfrentar. Este caso pone en evidencia la necesidad de reforzar los controles administrativos y éticos en las instituciones deportivas de la región. El engaño de Diego Montaño no solo le permitió jugar en el Aurora, sino que incluso llegó a ser convocado por la selección nacional de Bolivia, aunque no llegó a disputar ningún partido oficial. Este hecho subraya la magnitud del fraude y cómo logró burlar los sistemas de verificación en diferentes niveles del fútbol boliviano.

Un balón de fútbol

El caso ha generado un fuerte debate en el país sobre la responsabilidad de los clubes y las federaciones en la validación de la documentación de los jugadores. La suplantación de identidad no solo afecta la integridad del deporte, sino que también pone en entredicho la transparencia de las competiciones.

El impacto del caso Diego Montaño

El caso de Diego Montaño y el club Aurora ha encendido las alarmas en el fútbol sudamericano, donde los casos de irregularidades administrativas no son infrecuentes. Esta situación podría motivar a las federaciones nacionales a implementar medidas más estrictas para prevenir fraudes similares en el futuro. La sanción de dos años para el jugador y la deducción de puntos para el club envían un mensaje claro sobre las consecuencias de este tipo de acciones. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre cómo se permitió que el engaño llegara tan lejos y qué mecanismos fallaron en el proceso.

Este episodio no solo afecta la reputación del fútbol boliviano, sino que también pone de manifiesto la importancia de garantizar la integridad y la justicia en el deporte. Mientras tanto, el caso de Diego Montaño y el club Aurora quedará registrado como un ejemplo de las graves consecuencias que puede tener la falta de ética en el ámbito deportivo.