Cada vez son más hinchadas las que convocan al Congreso el próximo miércoles Hinchas de los jubilados

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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cada miércoles desde fines de agosto, envía un megaoperativo de las fuerzas de seguridad nacional para reprimir a los jubilados que marchan alrededor del Congreso. Uno de los que recibió palos, gases y hasta se fracturó la muñeca fue Carlos, de 75 años e hincha de Chacarita. Los golpes contra el jubilado con la camiseta del “funebrero” desenterró la pasividad social frente al ajuste que el gobierno de Javier Milei aplica contra los adultos mayores y desde este jueves crece el número de hinchadas que convocan a la manifestación del próximo miércoles.

El miércoles pasado la hinchada de Chacarita se sumó a la ya tradicional protesta de los jubilados en defensa de Carlos. En el operativo, la Policía lanzó gases, pero no repartió palos. Para este miércoles las hinchadas que prometen decir presente unen a todas las categorías del fútbol argentino. “Estaría bueno que se convoque para todos los clubes. Es lo más cobarde que hay pegarle a un jubilado”, convocó uno de los hinchas de Chacarita que se hizo presente en el Congreso.

Los Andes, Nueva Chicago, Tigre, River, Boca, Argentinos Juniors, Gimnasia y Esgrima La Plata, Atlanta, Ferro, Lanús, Almirante Brown, All Boys, Independiente, Racing, Tristán Suárez, Estudiantes de Buenos Aires, Rosario Central y Newells. Las convocatorias se viralizaron, al tratarse de convocatorias no oficiales sino de agrupaciones y peñas, la reacción fue masiva. En los volantes de convocatoria se mezclan los escudos de los clubes, con frases del Diego o fotos de Norma Plá; la jubilada insignia de la pelea contra la política que en la década del 90 aplicó Carlos Menem.

Los hinchas de Chacarita se anotaron para repetir la convocatoria y plantaron una rockera para distinguirse: “Nadie se atreva a tocar a mi vieja” y agrega: “Todos seremos jubilados”. Esa interpelación también fue utilizada por los hinchas de Lanús que acompañaron la convocatoria con la imagen de un jubilado que sostiene un cartel que dice: “¡Ayudame a luchar! El próximo viejo sos vos”.

El miércoles a las 17 no habrá local ni visitante en el Congreso, jubilados y jubiladas unirán a los hinchas en un solo equipo contra la política de ajuste de Milei que, en 14 meses de gestión ya les hizo perder cinco jubilaciones mínimas a quienes cobran los haberes mínimos. Las hinchadas llegarán desde la Capital, pero también desde el Conurbano, por eso las de Lanús, Quilmes, Tigre y Los Andes convocan a sus hinchas a encontrarse una hora antes en la estación de tren de cada localidad.

El espíritu fubtolero que hizo reaccionar a los hinchas viaja en el tiempo desde 1992, cuando gobernaba Carlos Menem –“el mejor presidente de la historia, por escándalo”, según Milei– y los jubilados sufrían también el ajuste sobre sus haberes. Entonces, Maradona escupió una de sus frases cargadas de sinceridad: “Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”.

La frase también se transformó en lema en varias de las convocatorias de hinchas; en las que se repite la idea de “defender” a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad. Defender no solo de la motosierra sobre lo que cobran o la entrega de medicamentos, defender de la represión de la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura Naval que Bullrich coordina cada miércoles; y que hasta la pelea electoral de las últimas semanas también acompañaba la Policía de la Ciudad.

“Lo hago por el orgullo de ser argentino y de poder respaldar a un jubilado que cobra 250 mil pesos. Pienso en mis cuatro hijos, en mis nietos, es el futuro de ellos”, contaba Carlos, el jubilado hincha de Chacarita, en una entrevista con Radio Gráfica durante una de las movilizaciones de los jueves. Carlos no cobra la mínima pero perdió los 5 medicamentos que tomaba por no hacer los trámites exigidos por el PAMI y aseguró que “los jubilados siempre estuvimos mal, pero lo que sufrimos ahora es tremendo”.

“Si no vengo a luchar me siento mal, me deprimo. Vengo a defender los derechos de los jubilados. A mí no me regalaron nada, laburé 30 años”, resaltaba Carlos, empleado del Correo Argentino desde 1964 a 1994, cuando tomó el retiro voluntario porque Carlos Menem privatizó el servicio de mensajería y lo dejó en manos de la familia Macri, que lo llevaría a una quiebra aún pendiente de resolución en el Poder Judicial.

“¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué risa que me da! Si tocan a los viejos, ¡qué quilombo se va armar!”, será el grito de defensa de los hinchas desde los vagones hasta la puerta del Congreso.