Todo listo para que Milei hable ante un recinto semivacío

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El jueves por la noche Javier Milei se preparaba para escribir el discurso que dará el sábado en la apertura de sesiones ordinarias. En realidad, más que escribir, se iba a sentar a retocar el texto que, casi siempre, le suele redactar el asesor presidencial, Santiago Caputo, con ayuda de sus colaboradores más cercanos. Tal como ocurrió el año pasado, Milei se parará en un atril frente a un Congreso semivacío a las 21. Se espera que en el recinto estén los tres jueces de la Corte Suprema, pero también los dos que fueron designados por Milei, mediante un decreto, esta semana: Ariel Lijo –que todavía no le tomaron juramento– y Manuel García Mansilla –que juró este miércoles–. No estarán la mayoría de los gobernadores –por ahora solo hay tres confirmados– y tampoco algunos bloques: UxP ya anunció que va a faltar, también el Frente de Izquierda y Encuentro Federal enviará a algunos representantes, al igual que el bloque de la UCR liderado por Facundo Manes. El sábado, después del discurso, Milei se dirigirá a la Casa Rosada para cenar con su gabinete sin la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quién hace meses está enfrentado.

El horario seleccionado para que MiIei hable es igual al que eligieron el año pasado. La idea es que las palabras del mandatario se transmitan por cadena nacional en el prime time televisivo, aunque la preocupación de la Casa Rosada por estas horas está centrada en que, en vísperas del feriado de Carnaval, nadie quiera prender la televisión. La que está a cargo de la organización del evento es la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Ella definió que ese día no movilizarán a su militancia a la plaza de los Dos Congresos, aunque sí esperan que algunos fanáticos se acerquen a las inmediaciones.

El Presidente hará un balance del primer año de mandato y también despotricará contra lo que él denomina “la casta”, como ya es costumbre, pero desde su entorno aseguran que no habrá grandes anuncios ni mencionará “30 proyectos”, como había trascendido durante las últimas horas. En el oficialismo consideran que este año estará centrado en su totalidad en las elecciones de medio término y que “el Congreso prácticamente va a estar cerrado”. 

Sí puede haber algún anuncio vinculado a nuevas privatizaciones. En Balcarce 50 arriesgan que no habrá proyectos vinculados a nuevas reformas laborales, previsionales o fiscales porque opinan que esas “reformas de segunda y tercera generación”, vendrán recién el año que viene, cuando ellos esperan tener bloques más robustos en el Congreso. Cerca de Milei no creen que el criptogate y el ajuste que aplican desde que asumieron la gestión los vaya a perjudicar en el plano electoral.

El texto que leerá el mandatario el sábado, según adelantó el jefe de Gabinete Guillermo Francos, durará aproximadamente 45 minutos. Desde la oposición opinan que el Presidente va a aprovechar la ocasión para “tirar varias bombas de humo para tapar los escándalos en los que se vio envuelto durante los últimos días”, y por eso varios legisladores no asistirán. El primero en anunciar que su bloque no participaría de la apertura de sesiones fue el presidente de la bancada de UxP en el Senado, José Mayans. “En reunión de bloque decidimos por unanimidad no asistir en rechazo a las expresiones del Presidente en los Estados Unidos, cuando dijo que el Estado era peor que la mafia”, dijo. El bloque de Diputados de UxP, en tanto, se reunió y anunció la misma decisión.

Desde Encuentro Federal algunos diputados consideran que es necesario estar presentes en el recinto por el peso simbólico que tiene la apertura de sesiones, pero otros no quieren ir en repudio al accionar del Presidente. Se estima que participará cerca de medio bloque. Desde la UCR, el presidente del partido y senador, Martín Lousteau, tampoco participará: “No voy a avalar con mi presencia las cosas que acaba de hacer el Presidente”, dijo haciendo referencia a las designaciones por decreto de Lijo y García Mansilla. El bloque que lidera Manes solo enviará algunos diputados en representación. El FIT tampoco asistirá y el diputado Nicolás del Caño explicó que ven la apertura de sesiones “como parte de un show que busca encubrir la estafa cripto de Milei y también a un gobierno que viene gobernando a través de decretos para ajustar a las mayorías trabajadoras”.

La mayoría de los gobernadores no participarán. Según chequeó este diario, por ahora, están confirmados Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, Claudio Poggi, de San Luis y Raúl Jalil, de Catamarca. También participaría Martín Llaryora, de Córdoba y falta confirmar Ignacio Torres, de Chubut. El resto no asistiría. Ya confirmaron, con distintas excusas, que no estarán: Axel Kicillof, de Buenos Aires; Sergio Ziliotto, de La Pampa; Gustavo Melella, de Tierra del Fuego; Osvaldo Jaldo, de Tucumán; Alfredo Cornejo, de Mendoza; Ricardo Quintela, de La Rioja; Marcelo Orrego, de San Juan; Leandro Zdero, de Chaco; Gustavo Valdés, de Corrientes y Rogelio Frigerio, de Entre Ríos.

Quienes tampoco podrán participar como lo hicieron históricamente de la apertura de sesiones ordinarias son los periodistas parlamentarios. Desde la presidencia de la Cámara de Senadores anunciaron que los palcos que siempre estuvieron destinados a la prensa no se podrán ocupar. Los periodistas tendrán que desplazarse a un lugar más reducido y alejado para realizar la cobertura.

Sí se espera asistencia perfecta del gabinete. Es más, después del discurso el Presidente invitó a todos los ministros, y al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, a una cena en Casa Rosada. La que no fue invitada fue la vicepresidenta, Victoria Villarruel. El presidente y ella se volverán a ver la cara en el Congreso después de meses de no hacerlo. La última vez que estuvieron juntos fue en un acto en noviembre del año pasado. El vínculo entre ambos durante la asamblea será, dicen cerca de Milei, “institucional”, y “protocolar”.