El Poder Ejecutivo nacional convirtió Yacimientos Carboníferos Río Turbio en sociedad anónima y anunció el saneamiento de la empresa antes de impulsar la venta. Desde el sindicato advirtieron que de avanzar en la privatización habrá una “pueblada”.
Se trata de una compañía emblemática que quedó en la lista de las empresas estatales habilitadas a privatizar, de acuerdo a lo que aprobó el Congreso durante el debate sobre la ley Bases. Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) integra el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) formado por tendidos de alta tensión que recolectan y transportan la energía eléctrica que se produce en el país para abastecer a las distintas regiones de Argentina. Es decir, resulta fundamental en el esquema de planificación energética nacional.
Desde la provincia de Santa Cruz, 2200 trabajadores de YCRT producen energía a través de una central termoeléctrica abastecida con carbón. La empresa es vital para la economía de las localidades santacruceñas de Río Turbio, 28 de Noviembre y Julia Dufour. El mismo carbón -del yacimiento más carbonífero más rico de la Argentina- es usado para calefaccionar miles de hogares de escasos recursos en la Patagonia, donde las temperaturas llegan a 20 grados bajo cero.
Al igual que como ocurrió con el Banco Nación, la decisión de transformar la central térmica de Río Turbio en sociedad anónima fue anunciada un rato antes de la medianoche por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la red X. “Nada de lo que no deba ser estatal permanecerá en manos del Estado. Que tengan todos un gran inicio de semana. Fin”, publicó el funcionario este domingo.
El posteo finaliza con el modismo habitual del vocero, quien además utilizó una frase clásica de los noventa en tono provocar. En 1989, el ministro de Obras y Servicios Públicos de la Nación, Roberto Dromi, declamó el concepto fundante del proceso privatizador del gobierno de Carlos Menem: “Nosotros hemos ideado un decálogo que dentro de unos días se conocerá, es el decálogo menemista de la reforma del Estado. El mandamiento uno dice así: nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado…”. Comenzaba el proyecto de la convertibilidad y las empresas públicas fueron las fuentes de financiamiento de la paridad peso-dólar: el 1 a 1.
YCRT tiene capacidad de 240 megawatt. En 2015 se conectó por primera vez al SADI. De acuerdo a los expertos, una parte importante del déficit energético nacional se podría resolver con la mina y la usina funcionando a máxima potencia.
El Gobierno nacional sostiene que antes de ofrecer la compañía a la venta va a iniciar un período de “saneamiento” y los operarios se mostraron preocupados porque la palabra suele ser sinónimo de despidos. “2024 fue un año de ajuste y vaciamiento, que ahora está potenciado por el intento privatizador”, denunciaron desde la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Punta Loyola.
Fundada en 1958 con el nombre Yacimientos Carboníferos Fiscales, fue privatizada en 1994 -cuando nada debía ser estatal- y volvió a manos del Estado en el año 2002.
Aunque se desconoce el plan que va a seguir el Ejecutivo, los pasos previos y la frase con la que se anunció la transformación en sociedad anónima pusieron en alerta a los trabajadores y a los sectores de la producción en la región patagónica.
La compañía está integrada por la mina carbonífera Río Turbio, el ramal Ferro industrial Río Turbio, una central eléctrica para uso interno de 21 megawatt y una central termoeléctrica en funcionamiento conectada al Sistema Interconectado Nacional. Estas centrales son las más rentables y estarían en la mira de por los menos tres grupos inversores que vienen dialogando con funcionarios del Gobierno. En septiembre del año pasado, Milei echó a Thierry Decoud, interventor de YCRT, investigado por supuestos pedidos de coimas. El acontecimiento se consideró como el primer caso de corrupción del gobierno libertario. La denuncia, encabezada por el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, incluía un presunto pedido de coimas de dos intermediarios entre la minera y la empresa Tegi Limited.
“Yacimientos Carboníferos Río Turbio gasta 34.000 millones por año y hace 20 años que no produce”, afirmó Adorni en conferencia de prensa y consideró “casta” que la población abone sueldos de empleados que “trabajan en una empresa que no produce”. Ante esta declaración, desde ATE Nacional advirtieron que el Gobierno “es responsable” porque mantiene paralizada la comercialización del carbón: en puerto de Punta Loyola tiene 45.000 toneladas acopiadas.
YCRT como parte del interconectado nacional tiene como función abastecer de energía a la población argentina. En la actualidad la capacidad de la usina es de unos 80 megawatt, que permiten sostener el consumo eléctrico de la provincia de Santa Cruz, pero está planificada la potenciación de las centrales para llegar a otros puntos del país.
Según indicaron los gobernadores patagónicos a principios de 2024, en un comunicado, las reservas del complejo “tienen stock suficiente para 500 años” y las cenizas que quedan en el residuo de la usina se pueden utilizar para la fabricación de bloques y ladrillos.
El decreto 115/2025 fue publicado en el Boletín Oficial en la madrugada del lunes y establece que el personal de YCRT pasará a depender de la Ley de Contrato de Trabajo N° 20.744, preservando sus derechos adquiridos, con un plazo de 180 días para negociar un Convenio Colectivo de Trabajo.
Además, la norma otorga 60 días, prorrogables hasta 30 días más por única vez, para que la Carboeléctrica Río Turbio Sociedad Anónima eleve a la Secretaría de Hacienda el presupuesto correspondiente al año en curso y reduzca a lo indispensable “los aportes que el Tesoro nacional habrá de transferir para cubrir las necesidades financieras que no pudieran cubrirse con recursos genuinos de la sociedad”.
La representación de las acciones se distribuirá con un 95 por ciento a través de la Secretaría de Energía y un 5 por ciento de la Secretaría de Minería, que dependen del Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo.