Con el escándalo de las criptomonedas en auge desde el último viernes, la administración libertaria buscó desde el comienzo de esta semana focalizar en anuncios para desviar la atención del caso y reinstalar su propia agenda. El más rutilante fue el decreto que convirtió al Banco Nación en una sociedad anónima, pero el Gobierno hizo saber también que analizaba nuevos candidatos para la Corte Suprema y anunció el comienzo de la privatización de Corredores Viales, cambios en la Verificación Técnica Vehicular, la digitalización de la licencia de conducir, la eliminación de la Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional (LINTI), la conversión también en sociedad anónima de Coviares y reformas de regulaciones en las obras públicas.
Pese a que afirman que los primeros sondeos que llegaron a Balcarce 50 no muestran daños en la imagen positiva del mandatario (sí hay encuestas que muestran un aumento de su imagen negativa), reconocen que miran de cerca los devenires del caso. Por eso, también buscaron intensamente relativizar lo sucedido y transmitir que la agenda prevista seguía adelante, y movilizaron varios anuncios, algunos que ya estaban en carpeta. “Siempre anuncios”, decían en la Casa Rosada.
A la par de las medidas que fue anunciando, y ante el viaje del presidente Javier Milei a Estados Unidos, el Gobierno buscó también poner el foco en la agenda legislativa, especialmente con la sesión en el Senado para suspender las PASO. Cuando comprobó que se diluía la chance de sesionar para aprobar el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia, la Casa Rosada filtró el nombre de cuatro abogados de perfil conservador y libertario que podrían reemplazar al juez federal. Un anuncio de alto impacto, que tampoco pasó desapercibido y al que apenas horas después se sumó el decreto que convirtió al Banco Nación en sociedad anónima. Rápidamente, la vorágine por el escándalo de $LIBRA volvió a ocupar la centralidad de la discusión pública.
El lunes, primer día hábil tras el escándalo, Milei llegó temprano a la Casa Rosada y durante esa jornada siguió con lo planeado: mantuvo una reunión que llevaba tiempo en su agenda con el senador republicano Steve Daines, horas antes del viaje a Estados Unidos. El noveno desde que se convirtió en mandatario y el segundo del año. Estados Unidos le dio un alivio ese día: era feriado y por ende no había movimiento en los mercados. En su despacho, el mandatario se preparó para la entrevista con Jonatan Viale en TN, que también tenía pactada desde antes del escándalo y que terminó generando en otra polémica, por la interrupción de su asesor, Santiago Caputo, ante un pregunta sobre su estrategia judicial.
El vocero, Manuel Adorni, habló entonces sobre un malestar presidencial con el asesor. La molestia -que según sostienen, existió, pero no pasó, ni pasará a mayores– sirvió para mover la aguja del dial, aunque la discusión por Caputo, de fondo, volvía a remitir al escándalo por $LIBRA.
Ese mismo martes, Adorni volvió a hacer su conferencia semanal y, ante una pregunta sobre Caputo, insistió sobre el malestar presidencial. Y volvió a la carga con más anuncios: la eliminación de la licencia nacional de Transporte Interjurisdiccional (conocida como LINTI), los nuevos plazos para realizar la Verificación Técnica Vehicular (VTV), y que las revisiones técnicas obligatorias (RTO) van a poder hacerse en cualquier taller o en cualquier concesionario habilitado.
También anunció que se facilitará la importación de vehículos en serie y la liberación de la importación de autopartes. A eso sumó el anuncio de que se derogaba el artículo 13 de la Ley de Obra Pública, que establecía un Registro Nacional de Constructores. El Gobierno presentó esa medida como un hito en la lucha contra la corrupción estatal.
Ese mismo día, al igual que el anterior, Milei fue a Casa Rosada y en su despacho se reunió con las autoridades del Centro Simón Wiesenthal.
El miércoles, la Casa Rosada ventiló los nombres de cuatro posibles reemplazantes para Lijo: Alberto Bianchi, Ricardo Rojas, Ricardo Ramírez Calvo y Carlos Laplacette. El Gobierno aún no retiró el pliego del juez federal del Senado, cosa que deberá hacer si desiste de su candidatura, pero la filtración de los nuevos nombres no solo operó como un desafío al kirchnerismo, bajo la bandera de candidatear a “dos de los más libertarios del planeta” para la Corte, si no también como una herramienta para correr de agenda el escándalo cripto.
En paralelo se sucedieron anuncios, en especial desde la cartera de Desregulación y Transformación, a cargo de Federico Sturzenegger, quien ya había sido punta de lanza el domingo, cuando difundió su reunió con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y esta calificó el encuentro como “excelente”.
Cuando promediaba la semana, a través de su cuenta de la red social X, Sturzenneger explicó que los Decretos Delegados 116/25 y 117/25 “avanzan con la agenda de reforma del Estado al transformar al Banco Nación y Coviara en sociedades anónimas”.
En la Casa Rosada insistían en que todo lo que se anunció estaba “en carpeta” y que, lo relativo a los decretos, incluso no debía demorarse ya que estaba atado a “deadlines en los próximos días”. Así, buscaban relativizar los esfuerzos para correr de escena el escándalo critpo y sus revelaciones, que por el momento no parecen sosegarse.