Victoria Villarruel y los jefes de bloques aliados de la Casa Rosada pretendían este martes taparle el ascenso a la peronista Sandra Mendoza en la Comisión de Asuntos Constitucionales, a quien le corresponde asumir la presidencia de ese cuerpo tras la expulsión de Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por atravesar la frontera con 200 mil dólares sin declarar.
El plan de los libertarios y las bancadas colaboracionistas es mantener la cuota de poder que construyeron con la mayoría de 39 senadores antikirchneristas en diciembre de 2023. Bajo la persecución de ese objetivo, le ofrecieron la silla de Kueider a la cordobesa Alejandra Vigo pero la senadora habría declinado la propuesta en medio de las negociaciones entre el gobernador Martín Llaryora y Juan Carlos Schiaretti, su esposo, para el armado de listas electorales.
Aunque en la conversación con sus colegas del interbloque Las Provincias Unidas (LPU) Vigo adujo que quería “permanecer lo más lejos posible del escándalo” de Kueider, fuentes parlamentarias aclararon que la legisladora “tiene la orden de acoplarse a la estrategia de Llaryora”. “La foto de Julio Zamora con Schiaretti clarifica un acuerdo entre Llaryora y Schiaretti”, explicaron tras la divulgación del encuentro entre el ex mandatario cordobés y el intendente de Tigre.
La estrategia fue discutida este martes en un almuerzo que compartieron con la Vicepresidenta los senadores Carlos “Camau” Espínola y Juan Carlos Romero, compañeros de bloque de Vigo, Alfredo De Angeli y Enrique Martín Göerling Lara por el PRO, el radical Pablo Blanco y la santacruceña Natalia Gadano.
Ante la resistencia de Vigo, habría empezado a barajarse la posibilidad de que asumiera el salteño Romero, quien no dudó en manifestar su disgusto.
El problema es que José Mayans salió a despotricar más tarde porque el oficialismo estaba cambiando la composición de la comisión, designando relevos entre los senadores aliados para garantizarse el número de firmas suficientes para dictaminar el expediente de suspensión de las PASO. “Lo hacen violando la Constitución nacional y el reglamento”, dijo en una entrevista concedida a Radio Con Vos, y agregó: “reemplazan a cinco senadores porque, evidentemente, no están consiguiendo las firmas para obtener dictamen”.
Mayans se quejó también porque la convocatoria a la comisión fue irregular, firmada por la dirección del cuerpo en vez de haber sido tramitada por Mendoza, su titular. “La que queda como presidenta de la comisión es Sandra Mendoza, hay continuidad, la que tendría que haber convocado a la comisión es Sandra Mendoza”, enfatizó el formoseño.
Esa postura alimenta los temores de senadores como Blanco, quien planteó el abandono de cualquier idea que contemplara la realización de la votación de la suspensión de las PASO y la discusión de las autoridades y cargos de la Cámara Alta en una sola jornada. “Vayamos a una sesión en paz y, si vemos que hay bronca en algunos, tenemos unos días más para trabajar los acuerdos”, habría sido el razonamiento del fueguino.
Si bien el gobierno confía que conseguiría los votos para convertir en ley la suspensión de las primarias, entre los aliados había preocupación por la chance de que el peronismo pateara el tablero. Desde la bancada de UP insisten con el reclamo por la proporcionalidad de cada fuerza para la integración de las comisiones, regla que violaron los libertarios desde que asumieron, y sus adversarios temen que la bronca de Mayans y su tropa termine estallando en recinto y propicie un desenlace imprevisto.
Por lo demás, un senador que habló con el formoseño en las últimas horas constató que en el peronismo estiman que probablemente más de 10 senadores terminen apoyando la iniciativa.