Distinguida con el Tyler Prize 2025 Sandra Díaz, investigadora del CONICET, ganó el “Nobel del Ambiente”

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A pesar de los golpes del Gobierno nacional a los intelectuales del país a través de la desinversión en investigaciones científicas clave y el ajuste salarial o despido de los profesionales, el mundo continúa reconociendo la inteligencia y el compromiso de los argentinos. Un ejemplo de ello es el reciente caso de la ecóloga cordobesa Sandra Myrna Díaz, investigadora del CONICET en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC) quien fue distinguida con el Tyler Prize 2025 —considerado como “el Premio Nobel del Medio Ambiente”— por sus estudios sobre el entrelazamiento entre la biodiversidad y los seres humanos.

Se trata de una de las distinciones ambientales anuales más prestigiosas del mundo, y la investigadora comparte el reconocimiento junto con el investigador brasilero-estadounidense Eduardo Brondizio.

Los profesionales recibirán el galardón del Tyler Prize, que es administrado por la Universidad del Sur de California, el próximo jueves 10 de abril en la ciudad estadounidense de los Ángeles. Además, recibirán un premio de 250.000 dólares por su compromiso y abordaje investigativo.

El trabajo de Sandra Díaz ha sido fundamental para redefinir cómo se conceptualiza y valora la biodiversidad en el mundo“, afirmó Julia Marton-Lefèvre, presidenta del Comité.

Tanto Díaz como Brondizio buscan llamar la atención sobre el entrelazamiento de la humanidad con la naturaleza, y a reconocer las responsabilidades compartidas en la trama de la vida.

La justicia socio-ambiental y el respeto por nuestras conexiones con otras formas de vida en la Tierra deben dejar de ser conceptos abstractos”, afirmaron ambos ganadores en un comunicado conjunto.

“Estamos conectados, para bien o para mal”

En comunicación con la 750, la ecóloga explicó qué significa el entrelazamiento entre la biodiversidad y los seres humanos, su objeto de estudio: “Nuestras investigaciones apuntan a mostrar la dependencia profunda de los seres humanos con respecto a todo lo que está vivo en el planeta“, comenzó. “Y cómo esta vida en el planeta, humana y no humana, en realidad no está separada sino enredada. Estamos conectados, para bien o para mal“, continuó Díaz.

En ese sentido, sus estudios intentan mostrar la complejidad social de la interacción entre los humanos y el resto del planeta vivo y la huella permanente del ser humano en la Tierra. “Los beneficios de este asalto a toda la vida del planeta, que está ocurriendo desde hace siglos y que se ha acelerado muchísimo en los últimos 50 años, hay un modelo económico que prioriza el beneficio privado de una minoría inmediato y máximo por encima del bien común, esa extracción voraz de beneficio inmediato no se distribuyen uniformemente“, cuestionó, por último, la investigadora.

Quién es Sandra Díaz

Sandra Myrna Díaz nació el 27 de octubre de 1961 en Córdoba. Su vida está marcada por la pasión por la naturaleza. Tal es así que se recibió de Bióloga en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), y luego, en el año 1989 y en la misma casa de estudios, se perfeccionó como Profesora de Ciencias Biológicas y doctora en Ciencias Biológicas.

La Academia Nacional de Ciencias (ANC) aclara que es investigadora Superior del CONICET con lugar de trabajo en el IMBIV (Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal) y Profesora Titular de la Cátedra de Ecología de Comunidades y Ecosistemas de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba.

Sandra Díaz fue reconocida con el Premio Tyler 2025. (Imagen: Diego Augusto Lima).

En este sentido, su especialidad es el estudio del impacto del cambio climático global sobre la biodiversidad regional de los ecosistemas vegetales. También investigó los efectos del uso de la tierra y los cambios de biodiversidad sobre la dinámica del carbono y la diversidad de la microbiota en los suelos. Para desarrollar sus estudios recibió numerosos subsidios nacionales e internacionales.

Asimismo, la impresionante trayectoria de Díaz se destaca en más de 300 publicaciones científicas realizadas en revistas y libros. De acuerdo a la Base de datos Web of Science, sus trabajos fueron citados más de 40.000 veces y el índice h correspondiente es de 92, indicadores sumamente elevados para una disciplina como la biología.

Pero el compromiso de esta ecóloga no es individual: Díaz dirigió siete tesis doctorales y está dirigiendo becarios posdoctorales.

A nivel internacional, participó como co-coordinadora del Grupo Ecosistemas Terrestres del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) entre 1995 y 1997, y desde el año 2005 se desempeña como Miembro del Comité Directivo Científico del “Global Land Proyect” del Programa Internacional de la Geósfera y Biosfera.

Su trayectoria científica ha merecido diversas distinciones y premios entre las cuales tienen mayor relevancia la «Guggenheim Fellow» otorgada en el año 2002, el Premio Zayed del Ambiente 2005, el Premio Cozzarelli de la National Academy of Science USA, aunque sin duda el reconocimiento más importante es el Premio Nobel de la Paz, otorgado en el año 2007 al conjunto de los integrantes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, de la cual la doctora Díaz forma parte. En el año 2009 fue designada Miembro Asociado Extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.