Preciosa y provocadora, Marisa Papen tiene un lomazo y le encanta la polémica. Y no tiene ningún prejuicio sobre su cuerpo, al que muestra en plenitud en cuanta ocasión se le presente.
Así, se animó a desnudarse ante el Muro de los Lamentos. O en el Vaticano, donde terminó detenida. Y cuando decimos desnuda, es a full, sin medias tintas ni disimulos.
En su web, la chica de 29 años, describe su modo de vida como “una forma desnuda de libertad donde las máscaras se quitan y se lanzan al océano”. Esta vez, mostró que la depilación no es lo suyo, contradiciendo, de alguna manera a nuestra Carolina “Pampita” Ardohain, que critivó a las mujeres que no se depilan.
Marisa sorprendió con una galería de fotos en la paya y en una plantación de naranjas. Un bombonazo para ver una y otra vez.
Fuente: marisapapen.com
