Con actos en Tucumán recuerdan el Operativo Independencia creado por Isabel Perón para “aniquilar” a la guerrilla

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En un escenario que el paso del tiempo transformó, tanto en aspectos políticos y sociales como geográficos y culturales, un grupo de militares y antiguos soldados que hace 50 años combatieron a organizaciones guerrilleras en los montes tucumanos realizan actos este sábado y domingo para recordar el comienzo del Operativo Independencia.

La finalidad es evocar en las ciudades de Teniente Berdina y Yerba Buena la operación militar dispuesta en febrero de 1975 -y extendida meses después al resto del país- por el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Mediante el decreto 261/75, la entonces presidenta ordenó “neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos”, frente al avance del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), que prácticamente ocupaba un tercio del territorio de la provincia.

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Al mismo tiempo, las calles de la Capital, el Gran Buenos Aires, Tucumán y otras provincias amanecieron con afiches con la imagen de Isabel Perón y una leyenda que reivindica el Operativo Independencia, con la frase “Gloria y honor al heroico pueblo tucumano”. Al pie de la foto de la expresidenta se añade: “Gracias Isabel Perón. Tucumán, cuna de la Independencia y sepulcro de la subversión apátrida”.

La pegatina de afiches es impulsada por un grupo de dirigentes enrolados históricamente en el peronismo ortodoxo, entre los que se encuentran Julio Bárbaro, Carlos Campolongo, Pablo Anzaldi y Carlos González, que se definen como “patriotas del Movimiento Nacional”. Reivindican el Operativo Independencia, surgido por orden de la entonces presidenta “contra el intento secesionista de la subversión apátrida”.

En una declaración recuerdan que el ERP formó la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, con un planteo foquista: bajar desde el monte tucumano hacia la ciudad y tomar el control de toda la provincia, reclamar el reconocimiento internacional, para luego avanzar sobre el resto del país”.

Se cumplen 50 años del comienzo del Operativo Independencia en Tucumán

Testimonios y recuerdos

“En Tucumán ya casi no hay unidades militares. En ese tiempo había en la capital de la provincia un regimiento de infantería, un comando de brigada, un batallón logístico, una compañía de comunicaciones y un destacamento de inteligencia, que reunían más de 5000 hombres. Hoy apenas hay un liceo militar”, dijo a LA NACION el teniente coronel retirado Enrique Alsina, quien a los 22 años, con el grado de subteniente, integró las fuerzas que combatieron a la guerrilla en aquel período democrático.

Alsina cumplió 72 años el lunes último y preside la Asociación de Veteranos de la Guerra contra el Terrorismo de la República Argentina. No está en Tucumán porque viajó al Vaticano para asistir al Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policías y Cuerpos de Seguridad, convocado por el papa Francisco para este mismo fin de semana, con la participación de delegaciones de 100 países.

“Los homenajes que hacemos en Tucumán no son una reivindicación, sino un homenaje a los soldados conscriptos que arriesgaron sus vidas con sacrificio. Cumplimos con lo que la patria nos pidió y el gobierno nacional nos encomendó”, resumió Alsina, al encuadrar el sentido de los actos en Teniente Berdina y Yerba Buena.

En la misma línea se expresó el abogado y expiloto comercial Héctor Guillermo Sottovia, uno de los impulsores de los homenajes en Tucumán. “Hubo una historia escondida que nadie quiso ver, con dos bandos enfrentados y gente en el medio. Un baño de sangre que no tenemos que repetir”, dijo a LA NACION.

Así, militares y exconscriptos, que hoy rondan los 70 años, se reúnen en la mañana del sábado en la plaza Independencia, frente a la Casa de Gobierno de Tucumán, para ir a la ciudad de Teniente Berdina, que lleva el nombre de uno de los militares caídos en las operaciones. Harán una parada militar y descubrirán una placa. Por la noche está prevista una concentración frente a la Casa Histórica de Tucumán, donde se hará un toque de silencio y una vigilia.

Este domingo la actividad se trasladará a Yerba Buena: a las 11 habrá un desfile frente al Monumento a Malvinas, que será encabezado por los soldados que protagonizaron el combate de Manchalá. En aquella ocasión, unos 12 conscriptos y militares repelieron el ataque de un centenar de combatientes del ERP.

En medio del desencanto que generó en sectores castrenses la reciente decisión de dar de baja del Ejército a 23 generales y coroneles retirados que recibieron condenas por delitos de lesa humanidad, no se espera la participación del ministro de Defensa, Luis Petri. Los organizadores anticiparon, también, que la vicepresidenta Victoria Villarruel anunció que no concurrirá por compromisos en su agenda.

Para acompañar los actos que se harán en Tucumán, la Unión de Promociones y otras asociaciones harán oficiar una misa este domingo, a las 11.30, en la Catedral de Buenos Aires.

La operación militar tenía el objetivo de

El combate de Manchalá

En la primera fila del desfile en Yerba Buena participará Roberto Mamani, soldado conscripto clase 1954, que en marzo de 1975 se incorporó al servicio militar en la Compañía de Ingenieros 5, de Salta, y dos meses después fue movilizado a Tucumán.

“Éramos unos 240 conscriptos y no nos dijeron que íbamos a combatir a la guerrilla”, contó Mamani, quien aspiraba a irse del servicio militar en la primera baja porque su esposa estaba embarazada. Conoció a su hijo casi un año después.

“Un grupo de soldados estábamos pintando una escuela en Manchalá, en una zona rural de productores de caña, y fuimos sorprendidos por agentes del ERP. Yo había llegado en un camión como custodia. Por el camino de tierra divisaba algo raro y escuchaba detonaciones. Llegamos y nos encontramos con un intenso tiroteo. Los balazos se extendieron durante una hora. A pesar de que éramos menos, pudimos repeler la agresión”, relató a LA NACION.

Mamani recibió una ráfaga de disparos, con graves heridas en el brazo derecho, especialmente en la zona muscular y el nervio radial. Permaneció dos horas tirado. Lo llevaron en camión por caminos de ripio y perdió mucha sangre. Internado en terapia intensiva, fue llevado después al Hospital Militar Central de Buenos Aires y durante la recuperación tomó dimensión de lo que había pasado. “Estuve internado ocho meses, con nueve operaciones y me pudieron salvar el brazo”, recordó.

“Estuvimos en la vereda equivocada. A ellos los reconocieron e indemnizaron. A nosotros, nada”, razonó el exconscripto salteño, frente a las reivindicaciones e indemnizaciones que durante el período kirchnerista recibieron varios de los guerrilleros que cometieron atentados y atacaron unidades militares en democracia.

Juan Domingo Perón, junto a su esposa María Estela Martínez de Perón, pronuncia un fuerte discurso en enero de 1974, tras el ataque del ERP al regimiento militar de Azul

El Operativo Independencia se desarrolló en Tucumán a las órdenes del general Acdel Vilas y, más tarde, del general Antonio Domingo Bussi. Las acciones se extendieron meses después a todo el país, en tiempos de fuerte inestabilidad política. Varios de los que participaron tuvieron que enfrentar en los últimos 20 años procesos por delitos de lesa humanidad.

El teniente coronel Alsina egresó del Colegio Militar en diciembre de 1972 y recuerda que durante el último gobierno de Juan Domingo Perón, a partir de octubre de 1973, era fuerte la preocupación del líder justicialista por el avance de las organizaciones guerrilleras.

“Yo era subteniente y la primera operación en la que participé, sin saberlo, fue en 1973. Estaba en la Brigada de Infantería Aerotransportada 4, en Córdoba, y el presidente Perón ordenó a las Fuerzas Armadas hacer un ejercicio en Tafí del Valle, en Tucumán”, comentó el militar.

“Fuimos con la Fuerza Aérea y unos 2000 paracaidistas volamos a 2000 metros de altura y saltamos a 120 metros sobre el terreno. Llevamos equipos de combate completos y debimos bajar de los cerros hacia la ruta para hacer una conexión con efectivos de la Brigada 5 de Tucumán. Para nosotros era un ejercicio, pero Perón tenía conocimientos de que allí había ya elementos subversivos y nos estaba preparando”, evocó.