El kirchnerismo en Diputados sufrió un golpe por partida doble durante la votación en la que el proyecto de suspensión de las PASO obtuvo media sanción. El bloque de Unión por la Patria (UP) no solo quedó fragmentado en tantas partes como era posible, sino que dejó al descubierto la crisis que atraviesa el Partido Justicialista, conducido por Cristina Kirchner. Es la primera vez que el espacio exhibe este nivel de división desde que asumió Javier Milei la Presidencia.
Con sus 43 rechazos, 25 votos positivos, 24 abstenciones y 6 ausencias, en UP primó la supervivencia política por sobre la disciplina y la nitidez ideológica. Se opusieron a la iniciativa los legisladores afines a la expresidenta, principalmente de la provincia de Buenos Aires, donde Cristina contempla el sostenimiento de las primarias como una herramienta para contener el desafío de Axel Kicillof sin hacer volar por los aires al PJ. A este grupo se le sumaron los peronistas “sin tierra”, enemistados con la conducción nacional y provincial, que reconocen el riesgo de su futuro político sin las PASO. Entre los que se opusieron al proyecto se contaron todos los que se identifican con el kirchnerismo duro, como Máximo Kirchner y Leopoldo Moreau.
A favor se manifestaron los legisladores catamarqueños y santiagueños ligados a los gobernadores de su provincia, Raúl Jalil y Gerardo Zamora, quienes ya se habían desmarcado de su bloque. Los acompañaron los nueve massistas, los tres mendocinos y Pablo Yedlin, aliado al exmandatario provincial y actual senador, Juan Manzur. El tucumano retiene el dominio del PJ local y utilizará la desarticulación de las PASO a su favor y en desmedro de Osvaldo Jaldo, su exaliado que actúa como un filolibertario. Para ello, no tuvieron reparos en apretar el botón verde, en consonancia con el oficialismo, en la antesala de la carrera electoral. El pragmatismo se impuso.
Optaron por la abstención el grueso de gobernadores peronistas que apoyaron en silencio la eliminación de las PASO. Se trata de los diputados de Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Ricardo Quintela (La Rioja). Los imitaron los sanjuaninos, los chaqueños, y hasta el presidente del bloque, Germán Martínez, quien utilizó la prescindencia para hacer equilibrio entre los diferentes sectores de su espacio y evitar un quiebre terminal.
Hubo seis diputados que prefirieron no estar presentes en el recinto: Tanya Bertoldi (Neuquén), Carlos Cisneros (Tucumán), Julio Pereyra (Buenos Aires), Lorena Pokoik (CABA), Natalia Chacur (San Luis) y el único que se referencia directamente con Kicillof: Daniel Gollán (Buenos Aires).
La desarticulación de esta tarde había sido anticipada por Martínez: “Me hago cargo cuando no podemos tener una posición unificada, y eso va a suceder hoy”. “Miren, cuando las cosas como bloque no salen tan bien, lo reconozco, me hago cargo”, afirmó, en un intento por contener las tensiones que marcaron los últimos días. El legislador santafesino remarcó la necesidad de sostener el diálogo, pese a las diferencias electorales: “No vamos a perder ni un segundo en discutir con nuestros compañeros con los cuales tenemos luchas en común”.