Pese a que el presidente Javier Milei no para de mostrarse como el mejor amigo de las potencias occidentales y en particular de Estados Unidos y de su presidente, Donald Trump, la Argentina volvió a obtener un revés por parte de la Justicia norteamericana, que se suma al recibido días atrás en Londres.
En esta oportunidad, la jueza federal de Nueva York Loretta Preska habilitó el embargo de 210 millones de dólares para que fondos buitre que no ingresaron en los canjes cobren parte de sus deudas por el default de 2001. Esto se añade a lo que sucedió el último miércoles, cuando bonistas que habían demandado al país por el pago del cupón PBI en Londres lograron ejecutar una garantía de 325 millones de dólares que el país había dejado para poder apelar el fallo en contra.
Al margen de la cuestión de fondo que compete a cada una de estas causas judiciales que tramitan en el exterior, es evidente que por más que Milei hable en contra de la educación sexual en los foros internacionales e imite a Trump sacando al país de la Organización Mundial de la Salud, la geopolítica se juega en otra liga.
Embargo I
Este viernes se conoció que la jueza Loretta Preska dio el visto bueno para el embargo de 210 millones de dólares correspondientes al colateral de los Bonos Brady. Asimismo, congeló otros 100 millones de dólares hasta que dos grupos de acreedores de deuda en default (Attestor Master y Bainbridge Fund), culminen la disputa, informó Sebastián Maril, especialista que sigue al detalle las demandas contra el país a nivel internacional.
Los fondos que quedaron embargados pertenecen a una cuenta que tiene el Banco Central en la Reserva Federal de Estados Unidos y se utilizaron en su momento para garantizar el pago de los bonos Brady. A comienzos de los ’90, como garantía ante los acreedores del repago del endeudamiento a través de los bonos Brady, que vinieron a refinanciar la crisis de la deuda de los ’80, la Argentina entregó los títulos en favor del Tesoro de los Estados Unidos. Dichos activos fueron ahora embargados.
Los beneficiarios son una serie de fondos buitre que consiguieron fallos a su favor porque nunca cobraron los bonos defolteados en 2001. A diferencia de la gran mayoría de los bonistas que ingresaron a los sucesivos canjes lanzados desde aquel momento, el negocio de los buitres es seguir litigando hasta conseguir una sentencia a favor. Esta última orden de Preska es el eslabón final de una cadena de derrotas judiciales, desde primera instancia hasta en la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Embargo II
El embargo dictado por Preska llega apenas dos días después de que a instancias de la Justicia inglesa, tenedores de los bonos cupón PBI ejecutaron 313 millones de euros que la Argentina había depositado en marzo del 2024, en concepto de garantía. Los bonistas esperan cobrar la indemnización superior a 1.000 millones de euros dispuesta en el fallo condenatorio.
Hace casi un año, el dinero había sido puesto a disposición por el país, mediante una Carta de Crédito emitida por el Banco Santander S.A., por la suma de 313.876.449,80 euros. Luego de que los tribunales ingleses rechazaran la apelación en primera instancia presentada por el Gobierno nacional, se procedió a ejecutar ese fondo de garantía.
Los fondos demandantes se impusieron en todas las instancias judiciales, incluida la Corte Suprema del Reino Unido, que confirmó en 2024 la condena a la Argentina y definió la obligación de pagar la indemnización de 1.330 más los intereses.
Como el pasado 6 de diciembre se venció el plazo dispuesto para que el país abone el monto correspondiente, sin que se cancele la deuda, la Corte de Apelaciones británica dispuso acceder a la ejecución de la garantía, que se descontará del total adeudado.
El embargo en suelo inglés viene asociado al juicio por el Cupón PBI. Dicho reclamo empezó en 2019 y cuestiona las estadísticas oficiales que implementó el Indec durante la última gestión de Cristina Kirchner. Los cuatro fondos demandantes apelan a una supuesta subdeclaración del cálculo de crecimiento a través del cambio del método de cálculo del PBI parte del gobierno argentino como modo de reducir la carga de intereses del Cupón. También hay demandas abiertas por este tema en EE.UU.
En el juicio inglés, los demandantes son los fondos Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group LLC y Virtual Emerald. “Si bien entiendo y comprendo el impacto que cualquier carga financiera adicional tendrá en una economía en dificultades, no me convencen las pruebas ni los argumentos sobre un daño irremediable a la población”, afirmó antes del fallo el juez británico Stephen Phillips.
El juicio más complicado que enfrenta el país en el exterior es el que refiere a la expropiación de YPF, cuya indemnización asciende, para la jueza Preska, a más de 16 mil millones de dólares.