En Perú, el accidente cerebrovascular (ACV) es considerado la principal causa de discapacidad permanente en la edad adulta, según el Ministerio de Salud (Minsa). Mientras que el infarto cerebrovascular, conocido también como ictus, se ha consolidado como la segunda causa de muerte en el país, según el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN).
Cuidar la salud del cerebro es fundamental para mantener un funcionamiento cognitivo óptimo y prevenir enfermedades neurodegenerativas. El cerebro es el centro de control de todas nuestras funciones vitales, y su salud depende en gran medida de los hábitos diarios que adoptamos. Un estilo de vida saludable puede marcar la diferencia entre una mente aguda y una propensa a sufrir deterioro cognitivo.
10 hábitos que dañan gravemente tu cerebro
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen 10 hábitos que afectan la salud del cerebro de manera grave:
- Consumo alto de azúcares: el cerebro se ve afectado negativamente cuando no se sigue una dieta saludable y balanceada, lo que puede derivar en enfermedades graves. Un consumo elevado de azúcares no solo interrumpe los procesos metabólicos del cuerpo, sino que también afecta directamente el funcionamiento cerebral.
- No desayunar: el desayuno es esencial para proporcionar al cuerpo los nutrientes necesarios para tener energía y comenzar el día de forma activa. Comer los alimentos adecuados hará que el cerebro funcione, pero si no se consume una comida matutina, el cerebro empieza a enviar señales de emergencia en busca de combustible. Esto puede traer consecuencias como obesidad, colesterol alto, diabetes e incluso el riesgo de sufrir convulsiones.
- Fumar: el hábito de fumar tiene efectos devastadores sobre el cerebro. Fumar reduce considerablemente la materia cerebral y el suministro de oxígeno al cerebro. Además, el tabaco promueve la aparición de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
- Exponerse frecuentemente a ambientes contaminados: el cerebro requiere un suministro constante de oxígeno para funcionar adecuadamente. Sin embargo, diferentes sustancias tóxicas pueden interferir con el intercambio de gases, transporte y procesamiento de oxígeno hacia las células, lo que disminuye la eficiencia cerebral. La exposición constante a ambientes contaminados puede afectar gravemente este proceso.
- No dormir lo suficiente: dormir ocho horas por noche es esencial para el cerebro, ya que el descanso permite que los procesos metabólicos se lleven a cabo correctamente y contribuye a la renovación celular. La falta de sueño acelera la muerte de las células cerebrales, lo que puede afectar el rendimiento cognitivo a corto plazo, dejándote cansado y de mal humor durante todo el día.
- Comer en exceso: el consumo excesivo de alimentos provoca que el cuerpo acumule sustancias residuales, principalmente en forma de grasas. Este exceso puede llevar al endurecimiento de las arterias cerebrales, lo que afecta su funcionamiento adecuado. Comer alimentos que el cuerpo no necesita puede, por tanto, tener consecuencias negativas a largo plazo en la salud cerebral.
- Consumo de alcohol: el consumo de alcohol afecta diversos órganos, pero especialmente el sistema nervioso, el hígado y el corazón. El alcohol impacta las reacciones químicas que tienen lugar en el cerebro y, con el tiempo, el alcoholismo puede matar neuronas y reducir la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos, lo que afecta la cognición y las funciones motoras.
- Estrés y violencia: el estrés produce diversas reacciones en el sistema nervioso, muchas de las cuales reducen la capacidad mental. También aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o ataques cardíacos. En cuanto a la violencia, un estudio de la Universidad de Londres encontró que el cerebro de los niños maltratados aprende a protegerse y se vuelve hipervigilante, lo que puede generar niveles de ansiedad elevados y un desgaste emocional y cognitivo continuo. Esta activación constante hace que, al llegar a la adultez, sea más difícil controlar la ansiedad.
- No realizar actividad física: la práctica regular de ejercicio tiene un impacto positivo en la estructura y el funcionamiento del cerebro. Según la revista Neurobiology of Aging, hacer ejercicio por lo menos tres días a la semana mantiene el cerebro bien estructurado y acelera su funcionamiento. En contraste, la falta de actividad física puede contribuir al envejecimiento prematuro del cerebro y aumentar el riesgo de enfermedades cerebrales.
- Falta de estímulos mentales y ejercicio: realizar actividades que estimulen el cerebro, como leer un libro o hacer una búsqueda de palabras, aumenta la capacidad de aprendizaje y la memoria, así como el tiempo de reacción ante los estímulos y lo mismo ocurre cuando se practica actividad física”. Si no se realizan suficientes estímulos mentales, el cerebro pierde agilidad y memoria, lo que afecta la cognición y la capacidad de aprender.
Enfermedades causadas por el deterioro cognitivo
El deterioro cognitivo del cerebro puede desencadenar diversas enfermedades que afectan las capacidades mentales. La más común es la enfermedad de Alzheimer, que provoca pérdida de memoria, dificultad para pensar y cambios en el comportamiento. La demencia vascular, causada por problemas en el flujo sanguíneo cerebral, también es frecuente, generando alteraciones en la memoria y la toma de decisiones. El Parkinson, aunque conocido por sus síntomas motores, también incluye deterioro cognitivo. Otras condiciones como la demencia frontotemporal y la demencia por cuerpos de Lewy afectan el juicio, el lenguaje y la capacidad de realizar tareas cotidianas, impactando la calidad de vida.