Cómo es Emilia Pérez, la película tildada de “transfóbica” y “racista” que se convirtió en gran favorita para los Oscar 2025

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Hay acontecimientos que pueden anticiparse, a pesar de que la lógica, el sentido común y hasta el buen gusto señalen lo contrario. Pasa en el mundo de la política, en el del trabajo, en las mejores familias y también en Hollywood. Quizá por eso, a nadie sorprendió que Emilia Pérez, la película francesa estrenada hoy en la Argentina, resultara la más nominada para la 97a. entrega de los premios Oscar que se entregarán el próximo 2 de marzo, a pesar de que desde semanas antes de su estreno comercial ya funcionara como un imán para las críticas.

El film musical dirigido por el francés Jacques Audiard competirá en 13 categorías, convirtiéndose así en el film de habla no inglesa más nominado en la historia de los premios otorgados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Una de sus protagonistas, Karla Sofía Gascón, se transformó, además, en la primera mujer transexual en competir en la categoría mejor actriz principal. Este hecho, aunque predecible, cobra especial relevancia porque se produce 72 horas después de que Donald Trump hiciera un embate contra la diversidad sexual en su discurso de asunción como presidente de los Estados Unidos.

Pero, si bien podría pensarse que un film hablado en castellano, que transcurre en México y es protagonizado por mujeres -una de ellas trans-podría aportar una mirada asertiva sobre temáticas que Hollywood no suele abordar -ni distinguir-, muchos de los que vieron el film o algunos extractos que llegaron a las redes antes de su estreno, se ocuparon de advertir que nada de eso sucede. Muchos de los detractores que cosechó Emilia Pérez coinciden en que el realizador francés banalizó problemáticas como el cambio de sexo, la inmigración y la trata de personas para dar forma a un pastiche de dudoso gusto.

“Casi latina”

Emilia Pérez es, en principio, un film difícil de clasificar. Tiene algunos momentos en los que pareciera ser una comedia musical; pero también tiene algunos condimentos de un thriller lleno de clichés y bastante de telenovela de la tarde. La historia, como la de El conde de Montecristo o incluso la de La Vengadora, la miniserie australiana que se emitió en los años ochenta por Canal 9, sigue los pasos de un sujeto que cambia su identidad y regresa fingiendo ser otra persona. En este caso, el personaje principal no es ni un conde ni una ama de casa devenida en supermodelo, sino Manitas del Monte, el peligroso líder de un cartel narco de México que, con la ayuda de una ambiciosa abogada (Zoe Saldaña), finge su muerte. Una vez “desaparecido”, cambia de género y se convierte en Emilia Pérez. Al volver a México, intenta redimirse de todos sus crímenes creando una fundación que brinda ayuda a familias de personas desaparecidas, pero un nuevo amor y la presencia de su esposa (Selena Gomez) y a sus hijos le complican sus planes.

Una de las principales críticas que recibió el film tienen que ver con la actuación de Gomez, una actriz que, pese a sus raíces latinas, claramente no domina el idioma español. La polémica estalló hace apenas unas semanas, cuando en un programa de entrevistas, el actor mexicano Eugenio Derbez y la periodista especializada en cine Gaby Meza analizaron la película y fueron lapidarios con la exchica Disney. “Hay algo que me llama profundamente la atención: la actuación de Selena Gomez”, comenzó expresando el reconocido intérprete. Y Meza no puede evitar interrumpirlo: “Es indefendible. Hay muchas cosas que puedo defender de la película, incluso Zoe Saldaña al final logra convencerte”.

Selena es indefendible”, continúa el actor, con un tono serio y acompañando sus palabras con un gesto adusto. “Cada vez que venía una escena de ella, nos volteábamos para decir: ¡Wow! ¿Qué fue esto?’”. Meza, que al igual que Derbez pudo ver la película antes de su estreno en una proyección privada, indicó: “Cuando Gomez canta, volteé a ver a la persona con la que estaba y le dije que no podía creer cómo la gente no se estaba riendo”.

“Lo que pasa con Selena Gomez, que es una actriz muy talentosa, es que el español no es su idioma principal, ni secundario, ni quinto. Y por eso siento que no sabe lo que está diciendo, y por eso no puede darle matices a su interpretación. Por eso, lo que hace es radicalizarla y llorar al extremo o estar muy enojada. No hay puntos medios. Y por eso, su actuación no solo no es convincente, sino que es incómoda”, reflexionó la periodista.

Karla Sofia Gascón, Zoe Saldaña y Selena Gomez

“En Cannes le dieron un premio”, continuó el actor. “Y siento que en los Estados Unidos no hablan sobre esto porque no hablan español”, indicó. Inmediatamente, las redes se llenaron de comentarios negativos y críticas para el actor, que debió salir a pedir disculpas por sus aseveraciones. La misma Gomez se hizo eco de las críticas y le respondió a su colega: “Entiendo lo que piensas… Lamento haber hecho lo mejor que pude con el tiempo que me dieron. Eso no le quita valor al trabajo y el corazón que puse en esta película”. Sin embargo, esta semana todo cambió.

Luego de que se viralizaran escenas de la película en la que Gomez balbucea a los gritos algunas palabras en un supuesto español y luego canta en el mismo idioma, decenas de usuarios de X salieron a pedirle disculpas al actor. Es más: muchos mexicanos se volcaron a las redes para expresar que Derbez se quedó corto con sus comentarios y que la película dirigida por el francés Jacques Audiard es racista, transfóbica, reproduce estereotipos dañinos y trata de manera superficial la desaparición de personas.

“Demasiado pedestre”

Algunos comentarios, además, señalan que así como desde hace algún tiempo Hollywood se muestra cuidadoso en lo referido a la apropiación cultural de la comunidad afrodescendiente, no muestra el mismo cuidado con la representación de los latinoamericanos. Además de los personajes estereotipados, a muchos les llamó la atención la ausencia de actores mexicanos en los roles principales.

Adriana Paz, Edgar Ramírez, Selena Gomez, Jacques Audiard, Karla Sofia Gascón y Zoe Saldaña, en la entrega de los Globo de Oro 2025

Uno de los que alzó su voz al respecto fue el guionista mexicano Héctor Guillén, quien no dudó en calificar la película como una “burla eurocentrista racista”, debido, entre otros ítems, a la manera en la que el film aborda el flagelo del narcotráfico, que en México se cobró medio millón de víctimas fatales desde 2006.

El mismo realizador explicó los motivos por los que la historia transcurre en un México “imaginario”. “Tenía la idea de hacer una ópera de Emilia Pérez y luego me asusté un poco, sentí que necesitaba inyectarle algo de realismo, así que fui a México, y también exploramos allí durante el proceso de casting, quizá dos o tres veces, y algo no funcionaba. Y me di cuenta de que las imágenes que tenía en la cabeza de cómo sería la película no coincidían con la realidad de las calles de México. Era demasiado pedestre, demasiado real. Tenía una visión mucho más estilizada en mi mente. Así que la llevamos a París y reinyectamos en ella el ADN de una ópera. Puede que sea un poco pretencioso por mi parte, pero ¿necesitaba Shakespeare ir hasta Verona para escribir una historia sobre ese lugar?”, explicó Audiard en una entrevista.

Y agregó: “Hay dos temas delicados en esta película: la identidad transexual y los desaparecidos en México. Y es algo que no puedo explicar del todo racionalmente, pero había un vínculo entre los dos e imaginaba que este gángster, que es responsable de este mal, se redime a sí mismo y por extensión a todo México, a través de esta transición, a través de cambiarse a sí mismo. Y creo que el uso de la ópera, del canto, y del baile, permite una cierta distancia y por la cual hace que el mensaje sea mucho más eficaz. Penetra mucho más profundamente que si lo documentaras de una manera muy realista. Si hay cosas que parecen chocantes en Emilia Pérez entonces lo siento mucho… El cine no da respuestas, solo hace preguntas. Pero quizá las preguntas de Emilia Pérez sean incorrectas”.

La voz de la protagonista

Justamente, otro de los temas más criticados es que se aborde la transición del personaje principal como si se tratara de una especie de redención y su constante “masculinización” cuando entra en estados de ira o de violencia. En una entrevista con LA NACIÓN, Karla Sofía Gascón defendió a su personaje, pero no dejó muy bien parado al realizador francés.

Jacques Audiard y Karla Sofia Gascón en Cannes, donde Emilia Pérez se alzó con el gran premio del jurado

“Creo que Emilia es Karla Sofía. No sabría decir dónde empieza una y termina la otra”, indicó Audiard en un reportaje. Para Gascón, sin embargo, la realidad fue algo diferente. “Eso es lo que le parece a él. Al final, obvio que tiene mucho de mí porque Emilia tiene esa fuerza, ese arrojo, esa chispa que yo le he podido dar a este personaje. Pero realmente no tengo nada que ver con ella“, aseguró.

Además, la actriz indico que como intérprete, lo que hay que hacer para conseguir un papel es “engatusar” a los directores y hacerles creer que están delante del personaje. “Yo creo que el hombre estaba tan convencido de que era el personaje para mí, que se cree que soy yo”, disparó.

Con respecto a las críticas que cosechó el film desde antes de su estreno, la actriz española adoptó una posición de defensa absoluta del proyecto: “Hay muchas personas que dicen que no entra en profundidad o no concreta ninguno de los tantos temas que toca. Y es precisamente esa su virtud. No es una película con moralina en la que se te diga qué es lo que el público tiene que pensar, ni lo que está bien ni lo que está mal, sino que pone unos temas encima de la mesa y dice: ´Mira aquí está esto, aquí está esto, aquí está esto, usted como espectador reflexione lo que crea oportuno y piense’”.