Diego Valenzuela se encuentra, de forma inesperada, en el primer plano de la escena política. Después de emanciparse de Pro para incorporarse a La Libertad Avanza (LLA), una jugada que coordinó junto con Patricia Bullrich, el intendente de Tres de Febrero se muestra prudente a la hora de explicar las razones de su decisión. “Lo hice para consolidar el cambio; no me puse otra camiseta”, justifica.
Si bien su salto no fue sorpresivo por la alianza táctica que tiene desde hace tiempo con Bullrich, el movimiento provocó una gran convulsión en el partido de Mauricio Macri. “Ahora que dicen que soy un traidor; vean que no saqué las fotos de Mauricio”, reanuda Valenzuela, mientras hace un gesto para señalar un extremo de la biblioteca que tiene en su despacho, donde hay postales de la era de Cambiemos.
En una entrevista con LA NACION, el jefe municipal luce optimista respecto de las chances de que Milei y Macri sellen un pacto para confluir. Atento al tablero bonaerense, Valenzuela relativiza las diferencias genéticas entre Pro y LLA, y advierte que una división sería funcional al kirchnerismo. A pesar de que procura evitar dar un paso en falso, intenta confrontar con Axel Kicillof y no oculta su ambición de competir por la gobernación en 2027.
-¿Usted siempre fue liberal o ahora mutó a mileísta porque siente que no hay espacio para otra opción antikirchnerista?
-Los dos hemos hecho evoluciones en nuestro pensamiento económico; él más libertario y yo más liberal. Pero, más allá de la cuestión personal, una cosa que nos une con Javier es pensar el rol del Estado desde el lado de generar un espacio para el privado. Es lo que hice en Tres de Febrero.
Acá hay tres mil cuatrocientos empleados cuando los municipios de la zona tienen diez mil. Lideramos la baja de impuestos y sostenemos que una batalla cultural de que el Estado debe achicarse. La realidad que trae Milei confirma lo que vengo haciendo desde 2021 y en soledad. Esa es mi convicción. Hoy hay un debate sobre las tasas y la mayoría de los intendentes están en frente con la idea de “se me cayó una obra, entonces la reemplazo por una tasa nueva”.
-Sin embargo, usted hace apenas un año apoyaba a Horacio Rodríguez Larreta, quien está en las antípodas de Milei. Pregonaba el diálogo y el consenso o una mirada más humanista. ¿Cómo explica ese giro?
-Yo empecé en la Ciudad durante el primer gobierno de Mauricio. Ahí aprendí a gestionar; el método. En ese momento vi a Horacio como jefe de gabinete. Eso siempre lo valoré y lo reivindico. También digo que siempre fui crítico y dije las cosas en la mesa política de Horacio. Por ejemplo, infinidad de veces le propuse a Horacio el tema de la baja de impuestos.
Di los debates que pude mientras veía el crecimiento de Patricia, por su nitidez en los planteos vinculados al orden, el trabajo o en darle más espacio al privado. Eso se legitimó en la elección, sin tener la estructura de Horacio.
-Habla de la “ideología” que lo une a Milei. ¿Hay que destruir el Estado, como pregona el Presidente, o se trata solo de un eslogan?
-Es que Milei no pregona destruir al Estado. Lo que quiere es achicarlo y ponerlo en un lugar que sea sustentable, donde los gastos no superen a los ingresos, para no tener que endeudarse, emitir y generar inflación.
Lo que pregona Javier es racionalizar el Estado. Que se defina qué hace el Estado nacional y de qué se ocupan las provincias o municipios. Salud, educación y seguridad deben ser cuestiones provinciales. Ahí está el déficit de Axel Kicillof. En lugar de hacer un escudo para proteger a la provincia de Milei, debería estar gestionando la salud, la seguridad, la educación o las rutas, cosas que no hace bien a la luz de los problemas que tenemos.
No me imagino a Pro fuera del cambio; ahí está el kirchnerismo
-Pero Milei dice que él es “anarcocapitalista” o “un topo” que viene a “destruir al Estado”.
-Puede que haya matices. El lenguaje disruptivo de Milei nos trajo a tener estos debates o romper los tabúes que había en el país. Acá no se podía hablar de reforma laboral o de nada, porque había que decir lo políticamente correcto. Milei dice que el impuesto es un robo. Bueno, lo dice con su lenguaje. Yo coincido con él en que el impuesto debe ser algo que se pueda pagar y responda a ciertos bienes públicos que debe dar el Estado.
Hay una reformulación del Estado donde Milei va a fondo. Y después, como en toda organización, puede haber matices, pero al final del día quién conduce es el Presidente.
Milei no pregona destruir al Estado, sino achicarlo y racionalizarlo
-¿Siente que puede pagar un costo en su electorado por el cambio de camiseta?
-Primero, acá en Tres de Febrero hubo ocho puntos de corte boleta. Por lo tanto, también me debo a mis vecinos que me eligieron junto a Milei en la última elección. Segundo, Milei tiene una legitimidad de origen -el balotaje- y una de ejercicio. Ha acrecentado su apoyo producto de los resultados que logró. Y la única explicación es que ahí adentro está el voto de JxC. Eso está plasmado, además, en Bullrich, Luis Petri o funcionarios destacados de Pro que están en el Gobierno, como [Federico] Sturzenegger o [Luis] Caputo.
-¿Macri entenderá esos argumentos? ¿Habló con él?
-Tomé una decisión para consolidar el cambio; no me puse otra camiseta. En el ADN de Pro está el cambio. Entonces, no me imagino a Pro fuera del cambio; porque ahí está el kirchnerismo. Además, estoy dispuesto a pagar costos.
-¿Sugiere que Pro ya no está en el cambio, sino en el terreno de la oposición?
-Yo creo que el Pro está en el cambio. El votante está apoyando este proceso y un montón de gente del partido está colaborando. Me llamaron un montón de dirigentes diciendo: “es por ahí”. Creo que eso se va a ir sincerando, es un proceso natural. Después habrá que ver cuál es el esquema electoral que pueda plasmarlo.
-¿El Pro se encamina a extinguirse o a convertirse en la Ucedé si Macri no cierra un acuerdo con Milei?
-Espero que no, porque el Pro es importante en el sistema político, por lo que representa y yo lo reivindico. Ahora hay que enchufarlo a un proceso de cambio que está funcionando y hoy lidera Milei. Es lo que votaron los argentinos, no es un capricho. Así que espero que todos nos podamos unir para recuperar la provincia en el 2027.
-Milei propuso un “acuerdo total” con Pro. ¿Qué chances hay de que esa alianza se concrete?
-Yo creo que hay chances. Es una cuestión de inteligencia, generosidad y humildad. A veces te toca liderar y otras, acompañar.
Milei está convencido de la integración con Macri
-¿LLA no debe prescindir de un acuerdo con Pro en PBA si quiere ganarle a Cristina Kirchner en Buenos Aires?
-Así es. El 2025 es clave para el 2027. Ahora no hay que buscar un acuerdo que te desperfile del rumbo. Un acuerdo que rompa un presupuesto y genere déficit fiscal no lo quiero. Entonces, la clave es el rumbo y sus pautas.
Hay que tener la sabiduría e inteligencia de encontrar los caminos para esa convergencia. Milei está convencido de la integración.
-¿Y Santiago Caputo y Karina Milei también están convencidos de eso?
-Yo creo que sí. El tema es el cómo y quién lo conduce. Ahí viene la discusión.
-¿Dice que Macri quiere conducir ese proceso o no acepta el rol secundario? Propuso una mesa de diálogo.
-Está bien que Macri o cualquiera quiera incidir intensamente en ese proceso. Bueno, hay que poner la inteligencia y la humildad para que eso salga bien. Ahora, Milei está convencido de que hay que trabajar en conjunto. Está fortalecido por un año de gestión que ha sido bueno y la lapicera la tiene quien conduce. Pero eso no va en desmedro de los aliados, que son muy importantes.
-¿Se imagina a Macri aceptando que Milei controle la agenda y la lapicera o los tiempos?
-No puedo hablar por los demás. Sí creo que un expresidente es muy importante y que hoy Milei conduce. Después los equipos generan situaciones…
-¿Qué opina del comunicado de Pro en el que acusó a Milei de tener una visión autoritaria por no haber enviado el presupuesto al Congreso?
-Desde ya, no lo comparto. No me parece que haya una visión autoritaria, sino una mirada firme de proteger el rumbo económico. Todos queremos tener un presupuesto por institucionalidad, pero los pedidos fueron desmedidos hasta el punto de de que el país pasaba a tener de nuevo cuatro puntos de déficit. ¿Cómo lo financiabas? Entonces, es un dilema injusto. ¿Institucionalidad por un presupuesto malo que daña la economía y tira por la borda lo que se logró? Eso no es bueno para la gente.
No hay una visión autoritaria en el Gobierno de Milei
-¿Macri y Milei hablan idiomas diferentes y pertenecen a tradiciones distintas? Por ejemplo, el Pro está más asociado al PP y LLA se referencia en Vox en España.
-No. Sigo el caso español. Y Ayuso es una buena muestra de PP audaz y disruptivo. Hay que buscar una forma de combinar esos ADN y lenguajes. Además, es lo que votó la gente. No hay que distraerse en discusiones de dirigentes y partidos. Acá hay un rumbo en marcha y es mayoritario.
Yo tomo esta decisión desde la óptica de la provincia: hay que enchufar a Buenos Aires al cambio nacional. Si no, tendremos más kirchnerismo en Buenos Aires. Hay que saber entender la importancia del momento histórico, estamos ante una bisagra. Depende de nosotros aprovechar esta oportunidad.
-Si Axel Kicillof decidiera desdoblar, ¿cambiaría el tablero en la provincia y hace que Pro y LLA tengan menos incentivos para un acuerdo?
-Vamos a ver si eso ocurre. Veo mucha resistencia en el kirchnerismo y el massismo. Además, sería otra elección, otro gasto más. No está bueno manipular la cuestión electoral por intencionalidades personales y políticas.
Nosotros nos tenemos que concentrar en tener la mejor ofertar electoral posible, tratando de converger el voto de cambio. Lo que nos va a unir es la gente. El votante va a elegir la opción que más fuertemente pueda plantarse frente al kirchnerismo en la provincia. Habrá polarización.
-¿Sugiere que el votante no le perdonará a Milei y Macri que no hagan un acuerdo?
-Nuestro votante quiere cambio y va a elegir la opción que le dé más fuerza a la posibilidad de consolidar lo logrado. La gente va a apoyar el cambio de paradigma, independientemente de los partidos o las personas.
-¿Diego Santilli es la carta que necesita Milei para licuar el poder de Macri y garantizar un triunfo en Buenos Aires?
-No voy a opinar de eso. Es una decisión de los que conducen LLA. Sebastián Pareja es nuestro armador. Y yo me sumo con mis ganas de ser parte de un equipo que recupere la provincia en 2027.
Con Pareja, Karina y Patricia se armará un equipo para competir. Me parece que para las candidaturas debe haber historia en común y affectio societatis. Debe haber una coincidencia con un rumbo y un perfil. Es lo que hemos demostrado con el equipo de Patricia.
-¿Quiere competir contra Espert, Santilli o Pareja por la candidatura a gobernador en 2027?
-No me imagino compitiendo con nadie. Hay que ordenarse en un equipo donde hay una conducción clara. Hay que hacer lo mejor para ganar sin perder el perfil y el rumbo. No creo que haya que hacer un acuerdo con quien no piensa como nosotros.
-¿Milei no debería convertir LLA en JxC?
-Bueno, no voy a hablar por él. Pero no se trata de hacer acuerdos porque sí. Necesitamos un buen resultado, pero también hay que tener legisladores que sostengan reformas y no se vayan al otro día porque piensan distintos.
Este proyecto requiere de gente de fierro que coincida con el rumbo.
-Usted ejerció como periodista. ¿Qué piensa cuando Milei ataca a los medios de comunicación o descalifica las visiones disonantes con su pensamiento?
-Yo creo que en la Argentina no está en riesgo la libertad de expresión. Al revés, se ha potenciado. Hay un estilo presidencial, que es disruptivo, pero no hay ninguna regla que se haya puesto para cercenar la libertad de prensa, como hizo el kirchnerismo con la ley de medios.
-El Presidente les dice “ensobrados” a periodistas cuando lo critican. ¿Eso no es una forma de afectar la libertad de prensa?
-No, es una descripción de una situación que él ve. Por ejemplo, en la época del kirchnerismo había una pauta publicitaria que premiaba y castigaba o les daba plata a medios que no tenían audiencia. Al quitar la pauta da libertad de expresión porque pone en igualdad de condiciones a todos.
Hoy hay una discusión muy vibrante. Esto de traer no solamente a los medios tradicionales, sino a las redes y medios digitales es democrático, porque amplía la discusión. Después hay periodistas señalados que tienen todo el derecho de criticar o responder lo que diga el Presidente, pero no creo que la libertad de expresión esté siendo afectada.
-¿Milei debió apelar a la “casta” para ocupar cargos clave en la AFIP, la SIDE o vacantes en la Justicia? ¿Sintió la falta de estructura y equipo?
-Uno gobierna con el país que hay. Milei es electo a fin del 2023 en esta Argentina. Y está haciendo lo mejor con lo que somos como sociedad. En ese sentido, puede haber designaciones o situaciones debatibles o criticables. Y está bueno que eso ocurra en democracia. Ahora no hay un equipo gigante de libertarios que piensan igual que él para estar en todos los cargos. Guillermo Francos es un gran ejemplo. ¿Lo vas a inhibir porque estuvo con tal o cual?
Pro y LLA no son lo mismo, pero son compatibles
-Daniel Scioli fue gobernador de los Kirchner y hoy está en el Gobierno libertario. ¿No es contradictorio?
-Yo fui crítico de su gestión como gobernador, pero hoy está haciendo un buen trabajo, es un gran divulgador y le mete garra. Es un hombre de diálogo, no es un kirchnerista. Es otra cosa.
-¿Apoya la decisión de Milei de promover a Ariel Lijo para la Corte?
-Desde mi lugar de intendente no tengo elementos, pero él los debe tener. Por ejemplo, Guillermo Montenegro me dio argumentos muy sólidos, como que nunca hubo un penalista en la Corte. Entiendo que hay que cubrir vacantes en la Corte. Y será una decisión del Senado si se eligen estas dos personas o no. Pero, claramente, Milei tiene sus razones para promover a Lijo y [Manuel] García Mansilla.
-¿Concuerda con Milei en que el macrismo estuvo involucrado en la supuesta protección de la AFIP a ex empresarios ligados al kirchnerismo?
-No me consta y no tengo información sobre eso. No es un terreno que maneje.
-¿Qué opina de la denuncia sobre Cristian Ritondo por supuesto enriquecimiento ilícito? Es el jefe de Pro en PBA, con quien usted se enfrentó.
-Me sorprendió. Y, por otro lado, creo que tiene todo el derecho a defenderse y dar las explicaciones del caso en el lugar que corresponda. No hay que juzgar de antemano y dejar que funcione el sistema institucional y legal.
-Jorge Macri dijo Pro y LLA “no son lo mismo” y planteó que en Pro no creen en el pensamiento único. ¿Defienden valores diferentes?
-Coincido en que no son lo mismo, pero son compatibles y están llamados a trabajar en conjunto. Buena parte de los programas de gobierno de Milei vienen de Pro.
-¿Macri estaba demasiado pendiente de lo políticamente correcto?
-Es un contexto distinto al del 2016 y hay otra maduración en la sociedad. También hoy hay un mayor nivel de audacia o de intensidad para lograr algunos cambios.
-¿Es inevitable el choque entre LLA y Pro en la Capital?
-Es legítimo que LLA quiera poner su mirada en la ciudad. Por otro lado, Jorge es muy buen gestor e hizo anuncios en línea con racionalizar el gasto o bajar la carga tributaria. Deseo que se puedan entender; si hay competencia, espero que sea con respeto.
-¿Macri no tiene margen para diferenciarse de Milei? ¿Lo ve siendo candidato y enfrentando a LLA?
-Yo creo que las diferencias de Pro, ya sea el caso de Mauricio o Patricia, se tienen que expresar en un marco de apoyo. Si estamos buscando el pelo en el huevo cuando hay un cambio que nos estimula a una transformación histórica, le pifiamos a la batalla.
Hay que buscar un esquema de aporte y colaboración; no algo que comprometa el cambio o que permita que el kirchnerismo siga gobernando en la provincia. Si vamos a tropezarnos con la misma piedra, no aprendimos.