El 31 de diciembre de 2024, Netflix sacó a la luz el documental Avicii: soy Tim donde se cuenta la vida y obra de Tim Bergling, más conocido como Avicii, un reconocido DJ nacido en Suecia que murió a los 28 años y dejó una gran cantidad de interrogantes sobre el ambiente que rodea a los músicos.
El 20 de abril de 2018, Avicii decidió quitarse la vida trágicamente en Omán. Se cortó las venas con los vidrios de una botella rota en el hotel en donde se hospedaba y dejó consternado a su círculo más íntimo y también a sus fanáticos, quienes seguían de cerca su crecimiento profesional. Éxitos como “Levels” y “Wake Me Up” catapultaron al sueco al escalafón más alto de la vida de un DJ. Desde ese entonces, el reconocimiento social, mezclado con una vida con excesos y trastornos, se fusionaron en un cóctel que terminó siendo mortal.
Además de su legado musical, que incluyó dos álbumes de estudio llamados True (2013) y Stories (2015), Avicii cosechó una suculenta suma millonaria en dólares que quedaron en manos de las leyes suecas debido a la ausencia de un testamento. Al no estar casado, ni tener hijos, la legislación del país nórdico estableció que los padres fueran los herederos directos de la fortuna que cosechó a lo largo de su carrera.
Según el sitio Celebrity Network, Avicii cobraba, por cada show, un monto cercano a los 500 mil dólares. En gran escala, durante cada año, su facturación ascendía a un monto cercano a los 15 millones de dólares.
Para más precisión, el sitio indicó que entre 2014 y 2015, dos años que catapultaron al DJ a la cima mundial, las ganancias ascendieron a 30 millones de dólares.
Tras un lapso de ocho años de carrera, donde cosechó reconocimientos mundiales, Avicii dejó un patrimonio cercano a los 70 millones de dólares, según informó la revista Forbes en un artículo publicado en 2022. Esta cifra impactante también incluyó ingresos adicionales de regalías y bienes inmuebles.
Tras procesar la partida de su hijo, Anki Lidén y Klas Bergling, padres del oriundo de Estocolmo, empezaron a asesorarse con letrados y economistas para poder darle un destino correcto a las suculentas ganancias. La primera decisión fue vender algunos de los inmuebles que adquirió su hijo, como una casa en Hollywood y otras tantas propiedades que adquirió el DJ para establecerse en los países donde iba a trabajar.
Con un nombre establecido en la industria de la música, Avicii se encargó, en reiteradas oportunidades, en solidarizarse y empatizar con las personas que más lo necesitan.
Sus constantes ayudas a distintas ONG mostraron su costado más humano. Es por eso que sus padres, en diciembre de 2019, decidieron crear una fundación llamada Tim Bergling, con el objetivo de brindar un soporte emocional a la comunidad.
Con la misión de apoyar la salud mental y la prevención del suicidio, su padre, Klas Bergling, ideó este lugar para recordar a su hijo y también, para estrechar una mano a aquellas personas que atraviesan o atravesaron lo mismo que Avicii.
“Antes de Avicii, existía Tim. Descubre cómo un prodigioso talento musical se convirtió en uno de los artistas más emblemáticos de su generación”, describió la sinopsis oficial de este documental, que rápidamente escaló en el gigante de la N roja y es uno de los contenidos más vistos.