La justicia contravencional le prohibió a la ex primera dama Fabiola Yañez comunicarse con el expresidente Alberto Fernández, con la sola excepción de contactos vinculados a asuntos del hijo que tienen en común, Francisco. Fue después de que el exmandatario la denunció por un supuesto hostigamiento.
El juez de primera instancia en lo Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas Christian Brandoni dispuso por 90 días corridos desde su notificación fehaciente, Yáñez no deberá mantener ningún tipo de conversación con Fernández, con excepción aquello que haga sobre la patria potestad del hijo en común, informó la agencia NA.
El expresidente denunció a su expareja por hostigamiento y presentó audios sobre comunicaciones entre ambos. Fuentes cercanas a la ex primera dama dijeron a LA NACION que mientras ella no esté debidamente notificada por un exhorto diplomático, desconocen cualquier decisión que pueda tomarse en esta causa judicial.
Fernández tiene prohibido desde agosto pasado contactar a Yañez por cualquier medio. Lo dispuso el juez federal Julián Ercolini en la causa que investiga al expresidente por presuntos hechos de violencia física y psicológica contra su expareja, que hoy vive en Madrid con el hijo que tienen en común.
Fernández reclamó la semana pasada, ante el mismo juzgado porteño que le prohibió a Yañez contactarse con él, que el niño vuelva a la Argentina. Revocó su autorización para que Francisco resida en España y solicitó a la fiscal que lo traiga de regreso al país.
Según afirmó en el escrito que presentó ante el juez Brandoni, Fernández entiende que el chico no está siendo cuidado por su madre y que el anuncio de Javier Milei de que debía retirársele la custodia a Yañez podría afectar aún más su seguridad.
Tanto los cuestionamientos por la custodia que el Estado Argentino le paga a Yañez en el exterior como el reclamo del expresidente de que Francisco sea devuelto al país están relacionados con un video el que se observa a Fabiola Yañez en compañía de un hombre celebrando la llegada de 2025 en un restaurant de Madrid. Según supo LA NACION de fuentes al tanto de lo ocurrido esa noche, la exprimera dama estaba celebrando acompañada por un matrimonio -él argentino y ella española-. Los tres compartieron una mesa y el hombre, que vivió muchos años en México, fue quien pagó la cuenta. Yañez es amiga de la mujer.
“Francisco, nuestro hijo, no estaba en la cena -se quejó Fernández en el escrito en el que pidió que el niño regrese a la Argentina-. No sé dónde estaba esa noche, ni quién lo cuidaba mientras su madre festejaba bebiendo alcohol y disfrutando buenos platos. Nuestro hijo no pudo celebrar las festividades junto a su padre por el deseo unilateral y arbitrario de su madre”.