Mientras el desconcierto en la oposición es palpable y concreto en este inicio de 2025, el gobierno de Javier Milei disfruta de su verano económico, sólo empañado por algunas visibles internas que amenazan con romper la armonía estival.

Al margen de los cotidianos embates que desde distintas terminales oficiales recibe la vicepresidenta Victoria Villarruel, la disputa por el momento apenas solapada entre el asesor presidencial todoterreno Santiago Caputo y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, parecería estar recién comenzando.

La última semana fue Lucas Llach, estrecho colaborador del “coloso”, como Milei llama a Sturzenegger, quien fue tildado de “radical empobrecedor” y atacado sin piedad en las redes sociales por los trolls que, según coinciden en Balcarce 50 y otros despachos, responderían al “Mago del Kremlin”, presuntamente por oponerse a algunas iniciativas avaladas desde el primer piso de la Casa Rosada, donde Caputo tiene su base de operaciones.

Polemista a tiempo completo, Llach contestó sin ruborizarse las andanadas libertarias, que sacaron a relucir su pasado reciente en apoyo a la candidatura presidencial de Patricia Bullrich, en aquel momento rival de Milei en la carrera por la presidencia. Un intercambio donde no abundó el buen gusto.

No sería, por cierto, el único motivo de disenso entre Caputo y Sturzenegger. El proyecto para convertir en historia el Registro Nacional de Constructores de Obras Públicas, vigente desde el primer gobierno peronista, entusiasma a Sturzenegger, ansioso por cumplir, en este caso, con la premisa de terminar con el “club” de constructores que se quedaban con los mejores proyectos.

Pero el diablo parece haber metido la cola, y el proyecto, que estaba listo para su firma antes de Navidad, está “frenado”, cuentan fuentes con conocimiento de la iniciativa, mientras el hiperactivo Sturzenegger disfruta de algunos días de descanso y Caputo atiende sus distintas áreas de influencia, que van desde YPF hasta el Ministerio de Salud, la SIDE y el Ministerio de Justicia.

“Milei va a decidir qué se termina haciendo”, razonaban fuera de micrófono fuentes del oficialismo, algo preocupadas por el eventual choque de planetas entre Sturzenegger y Caputo, dos columnas clave del andamiaje oficial.

Yanina Martínez, un final sin aplausos ni lamentos

Considerable ruido hizo días atrás la salida de Yanina Martínez, exsubsecretaria de Turismo, por decisión del secretario del área, Daniel Scioli. Los dos exfuncionarios de Alberto Fernández.

Desde el kirchnerismo, donde esperaban ansiosos la caída de Martínez, especulaban con que la decisión de Scioli no solo se relacionó con el viaje de vacaciones “sin aviso” de la funcionaria, sino también con un vínculo laboral desgastado.

“Ya estaba de salida entes del episodio”, cuentan voces con conocimiento de la relación de Martínez, exfuncionaria del área durante el gobierno de Alberto Fernández, con Scioli y el sector turístico.

Más allá de las explicaciones de Martínez, que en su despedida insistió en que Scioli tenía conocimiento de su viaje y que se retiraba conforme con su labor, integrantes del chat compartido con funcionarios del Consejo Federal de Turismo se expresaron poco y nada para transmitirle apoyo. “Tampoco los empresarios del turismo la defendieron. Tenía el boleto picado”, festejaron excompañeros de ruta.

Chiqui Tapia, un buen vecino en Cardales

El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, está de racha desde hace rato. Y no se trata solo de las hazañas que el seleccionado campeón del mundo vive cosechando: su suerte parece haberse mudado a la política.

Esta semana, el exyerno de Hugo Moyano fue designado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof como titular de la Ceamse, una entidad que el dirigente futbolero conoce de memoria, ya que fue el representante de la ciudad de Buenos Aires en el organismo que se encarga de la gestión de los residuos de la Capital Federal y de 45 distritos bonaerenses. Contento y sonriente, Tapia posó el jueves junto al ministro kicillofista Carlos Bianco y el resto de los integrantes del directorio del organismo.

Celebraron su nombramiento sus amigos del country Cardales, donde vive el dirigente deportivo, y en el que comparte espacios de esparcimiento con referentes de la política y la Justicia, como el fiscal Guillermo Marijuan.

Cuentan en Cardales que Tapia está siempre a disposición para obsequiar entradas de partidos de la selección u otros encuentros futboleros. Lo que se dice, un buen vecino.

Desde Pinamar, Monzó busca “no descender”

Alegre se lo vio a Emilio Monzó, noches atrás, en Casa Mar, balneario top de Pinamar Norte, donde coincidió con su amigo desde la adolescencia Sergio Massa.

“Nos encontramos de casualidad, estábamos cada uno con su familia y no hablamos de política”, juró una y mil veces el expresidente de la Cámara de Diputados en tiempos del gobierno de Cambiemos, cuando referentes de la política y el periodismo lo consultaron sobre su encuentro “casual” con el exministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria.

Dispuesto a poner sus barbas en remojo mientras el gobierno libertario viva días de alta popularidad, Monzó sigue apostando a una confluencia de centro con Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau, Florencio Randazzo y Nicolás Massot.

Por ahora, las ambiciones del hoy diputado nacional son más bien modestas. “Estamos buscando no descender”, bromea Monzó, por el momento dedicado de lleno a la política bonaerense.

Bullrich estrenó su foto de familia en las fiestas

Con un estilo similar al de los políticos norteamericanos, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, apareció días atrás en las redes sociales dejando sus buenos deseos para el año que recién se inicia.

Algún detallista percibió que, por primera vez, la hoy ministra clave del gobierno libertario se mostró, en una estudiada foto de familia, con Guillermo Yanco, directivo del Museo del Holocausto y pareja de Bullrich desde hace varias décadas.

“Estamos cambiando a la Argentina de verdad, y esto lo está haciendo no sólo el Gobierno sino cada familia”, dice Bullrich mirando a la cámara en el mensaje de fin de año, segundos antes de que Yanco afirmara que aprendió, “como judío, a vivir la Navidad con Patricia”, además de celebrar Janucá, la festividad hebrea de las luminarias.

El “debut” en las redes de Yanco termina con una frase más. “Ojalá tengamos la fuerza para que la Argentina pueda vivir en paz y alegría”, agregó la pareja de la ministra, sentado en el mismo sillón que Bullrich.

¿Una foto útil para las elecciones de octubre? Cerca de la ministra de Seguridad lo niegan, aunque nada está descartado por el momento.