La confirmación de que Iker Muniain seguirá vistiendo la camiseta azulgrana en 2025 se convirtió en la mejor noticia para San Lorenzo en los últimos tiempos. El jugador español de 32 años, quien había recibido una jugosa oferta del multicampeón Botafogo de Brasil, priorizó su compromiso con el club y decidió quedarse, después de su arribo a mediados de 2024.
Muniain llegó a Boedo hace poco menos de un año y, desde su incorporación, no solo se destacó por su calidad técnica, sino también por su liderazgo dentro y fuera de la cancha. En un equipo que ha enfrentado conflictos internos, problemas económicos y falta de resultados consistentes, el español emergió como un ejemplo de entrega y constancia, algo que tanto hinchas como dirigentes valoran profundamente.
La oferta del Botafogo, último campeón de la Copa Libertadores y de la Liga de Brasil, era económicamente muy superior a las condiciones que actualmente tiene el Vasco en San Lorenzo. Sin embargo, el jugador decidió priorizar el proyecto deportivo y su conexión con el club, rechazando la posibilidad de emigrar a Brasil.
Recién bajado del avión tras sus vacaciones en España y mientras un grupo de hinchas del Ciclón le pedían fotos, el mediocampista dejó en claro su compromiso con San Lorenzo: “Estoy aquí, ilusionado con empezar una nueva pretemporada, muchas ganas de entrenar y de estar de nuevo con mis compañeros”.
El propio jugador expresó su gratitud por el cariño recibido desde su llegada. “San Lorenzo me ha dado mucho más de lo que esperaba, y siento que todavía puedo aportar para que el club siga creciendo”, declaró el viernes en su regreso al país, con TyC Sports.
Esta actitud de Muniain contrasta con un contexto donde muchos futbolistas priorizan lo económico por sobre lo deportivo, lo que suele derivar en salidas abruptas que afectan la estabilidad de los equipos. San Lorenzo, en particular, no ha sido ajeno a este fenómeno, enfrentando en los últimos años la partida de figuras clave y el descontento de hinchas por la falta de compromiso de algunos jugadores.
A lo largo de la última temporada, Muniain disputó la mayoría de los partidos como titular y fue pieza clave en el esquema de Miguel Ángel Russo. Su aporte en los goles- lleva 3 tantos y 1 asistencia-, sumados a su habilidad para manejar los tiempos del juego, hicieron de él un futbolista indispensable en el equipo. Más allá de lo futbolístico, el español también se ganó el respeto de sus compañeros por su ética de trabajo y su cercanía con los juveniles del club, a quienes siempre alentó y aconsejó. La decisión de Muniain no solo significa un alivio para el Ciclón en términos deportivos, sino que también envía un mensaje positivo a los hinchas, quienes han enfrentado un año de desencantos.
Más allá de esta negativa, Muniain tiene en su contrato una cláusula de recisión que puede activarla cada seis meses, lo cual fue pactado de antemano con la dirigencia de Marcelo Moretti. Así, pese a que la duración de su vínculo es hasta diciembre de 2025, en el Ciclón deberán estar atentos ante cualquier interés en los mercados de pases.
San Lorenzo tendrá un 2025 lleno de desafíos, incluyendo el objetivo de consolidarse en la Copa de la Liga e intentar clasificar para próximas copas internacionales. Con Muniain como una de sus figuras principales, el equipo de Russo tiene motivos para ilusionarse con un futuro mejor.
Por ahora, el gesto del jugador es un recordatorio de que el fútbol, más allá de los números, sigue siendo un deporte donde la pasión y el compromiso hacen la diferencia.