El Gobierno no precisa cuándo bajará las retenciones y algunas entidades reclaman que los escuche Milei

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Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, siempre tuvieron una gestualidad y un discurso pro campo. Lejos de confrontar, como hicieron otros gobiernos, el Presidente llegó a decir que en la Argentina “para proteger a la industria” se le “robó” a la producción agropecuaria. Durante 2024, ese sector celebró la corrección del déficit fiscal, la baja de la inflación y la disminución de la brecha cambiaria. Pero ahora los productores están en una situación acuciante por el alza de los insumos y la caída del precio internacional de los granos. El Presidente prometió que este año eliminará las retenciones, pero no dijo cuándo. Solo aclaró que lo hará una vez que se consolide el crecimiento económico. Distintas entidades advierten que podría ser muy tarde: si no hay un alivio fiscal, muchos productores podrían terminar en quebranto con la próxima cosecha.

El mes pasado, sin ir más lejos, el campo se vio sacudido porque reconocidas empresas se declararon en cesación de pagos, lo que permitió evidenciar la compleja coyuntura que atraviesa el sector. Primero fue la empresa Surcos (una de las principales comercializadoras de insumos para el agro) y luego dos firmas del grupo Los Grobo.

Ni en la Casa Rosada ni en el Ministerio de Economía quisieron dar precisiones sobre un eventual sendero de baja de retenciones. Consultados por LA NACION, se limitaron a decir que la gestión de Milei tiene toda la intención de hacerlo -porque quieren bajar impuestos en general- pero que primero es necesario que la economía se recupere para consolidar un superávit que permita ir retirando los Derechos de Exportación (DEX). Es decir que hay una decisión política, pero para el Gobierno todavía no están dadas las condiciones. La eliminación del impuesto PAIS que se efectivizó en diciembre complejiza el escenario porque significa menos ingresos para el Estado. Entre enero y noviembre de 2024 ese impuesto significó el 4,8% de la recaudación total.

Antes de asumir, el Gobierno de Javier Milei, se comprometió a bajar las retenciones al trigo

Algunas entidades del campo están reclamando, no ya una baja o quita de retenciones, sino un paso previo: una instancia de diálogo con los tomadores de decisiones de la gestión libertaria para transmitir las dificultades financieras que atraviesan los productores por la caída en los márgenes de rentabilidad. Desde las entidades señalan que tienen contacto con Sergio Iraeta, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca. Pero quieren abrir una mesa con la cúpula. “Tiene que haber un espacio de diálogo de Milei y Caputo con las cuatro entidades del campo. Queremos contarles lo que está pasando y poder construir juntos. No es para sacarnos una foto, es para encarar un trabajo conjunto”, dijo a LA NACION Ignacio Kovarsky, presidente de Carbap. “Ahora está todo sembrado y la suerte está echada. Tienen que haber medidas de alivio fiscal antes de la cosecha que arranca en marzo con el girasol”, reclamó.

En el Gobierno no dan señales de que tomarán definiciones en el corto plazo. El día que cumplió un año de mandato Milei prometió que la quita de retenciones se daría durante el 2025. Lo dijo en el restaurante central de la Rural, al participar del encuentro anual de delegados y socios de la entidad invitado por el presidente de la SRA, Nicolás Pino, con quien el jefe de Estado tiene una excelente relación.

Según reconstruyó LA NACION ese día, Milei dijo: “En la medida que podamos consolidar la tendencia económica a lo largo del 2025 y que se pueda verificar [que] el aumento de ingresos no es de tipo transitorio, sino de tipo permanente, más la reducción del gasto público porque la motosierra continúa, se va a traducir en baja de impuestos. No tengan dudas que uno de los impuestos que vamos a atacar son las retenciones”.

En el Gobierno evitaron dar precisiones sobre fechas o medidas de corto plazo. “Nada que agregar por ahora”, se limitaron a decir. Tampoco brindaron precisiones sobre una eventual convocatoria a las entidades rurales.

“Reconstrucción”

En los distintos mensajes que transmitió en el arranque del año nuevo, el Presidente transmitió una idea: que en el 2025 seguirá haciendo lo mismo que hasta ahora con la expectativa de que llegue la “reconstrucción”. “Simplemente manteniendo lo ya realizado, 2025 será el inicio de la reconstrucción de Argentina”, escribió en una columna para este diario.

Javier Milei en La Rural

En una reciente entrevista que dio a Radio Mitre, Caputo -que siempre dijo que la baja de retenciones era una “prioridad”- manifestó: “Necesitamos tener una posición fiscal más sólida para poder empezar a bajar impuestos, cosa que yo espero que se dé en 2025, porque la economía se está recuperando. Si aumenta la recaudación y nosotros no aumentamos el gasto, entonces empezamos a tener superávit. Entonces con esa plata empezamos a bajar impuestos. Uno de los impuestos a la cabeza van a ser las retenciones”.

Desde la Confederación Agraria Argentina (CRA) advirtieron: “El déficit cero se sostiene sobre las retenciones. Si los productores se van fundiendo va a ser difícil sostener la ecuación fiscal que plantea el Gobierno”.

Más allá del momento inédito que están pasando por la caída de los precios internacionales, las cuatro entidades del campo que representan a los distintos segmentos de productores (Sociedad Rural, CRA, Federación Agraria Argentina, Coninagro) coinciden en que no quieren volver a las viejas políticas que imponían excesivas regulaciones al sector. La foto actual los pone entre la espada y la pared: quieren apoyar a la gestión mileísta por el trazo grueso pero necesitan respuestas rápidas para sortear la coyuntura actual.

El último informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) apuntó que, por la suba de costos y baja de los precios internacionales, el Estado hoy se lleva el 65% de la renta agrícola. “El 94,7% son impuestos nacionales, 4,7% provinciales y el resto municipales. De esos impuestos nacionales, el 67,5% no se coparticipan. A modo de ejercicio, si desaparecieran los DEX la participación del Estado sería del 36%”, dijo Nicolle Pisani Claro, economista jefe de FADA.

“La caída de los precios, aún con mayores niveles de producción tras la recuperación de la sequía, hacen reducir el valor bruto de la producción”, explicaron desde FADA.

Pisani Claro explicó: “Si cae el precio o suben los costos, la renta se achica. Pero el tema es que los impuestos no se reducen en la misma proporción que la renta, es más, casi que no lo hacen. Es por esto que cuando el valor cae o los costos suben, la presión de los impuestos sobre la renta aumenta”.

Milei comenzó a recibir, también, las primeras presiones políticas de parte de sus aliados por el tema retenciones. Tal como contó LA NACION, durante la última reunión del Presidente con los diputados de la UCR en la Casa Rosada, el entrerriano Atilio Benedetti preguntó específicamente por el tema. Le planteó que con la carga tributaria actual los productores que no son de la región centro son “caballos vareros” que están castigados y a los que ya no les cierra la ecuación económica. El jefe de Estado le respondió, otra vez, que con el crecimiento de la economía de este año será posible dar un alivio. Pero que es imperioso consolidar el superávit fiscal para dar ese paso.