¿Quién no ha sido transportado al pasado con una canción que evoca momentos especiales o significativos? Un nuevo estudio revela que la música no solo tiene el poder de despertar recuerdos, sino también de transformar las emociones asociadas a ellos. Este descubrimiento, liderado por Yiren Ren de la Universidad Tecnológica de Georgia, abre nuevas posibilidades para terapias que aborden la salud mental desde un enfoque innovador.
La investigación se centró en cómo la música interactúa con la memoria y las emociones. En un experimento de tres días, los participantes memorizaron historias neutrales, recordándolas posteriormente con música positiva, negativa o en silencio. Al analizar los efectos, los científicos encontraron que la música puede añadir emociones a recuerdos previamente neutrales, transformándolos.
Los resultados mostraron una intensa actividad en la amígdala y el hipocampo, las áreas del cerebro vinculadas a la emoción y la memoria, cuando los participantes recordaban con música. Según Ren, “la música puede integrar emociones en los recuerdos, cambiando cómo los experimentamos incluso tiempo después”.
Este hallazgo tiene implicancias terapéuticas significativas. Se abre la posibilidad de utilizar la música como herramienta para tratar condiciones como el estrés postraumático o la depresión, ayudando a modificar la carga emocional de los recuerdos negativos. “Estos descubrimientos muestran cómo podemos redefinir el pasado a través de la música”, concluye el estudio.