A días de Navidad, luego de un año complejo en materia de consumo, las jugueterías sostienen que las ventas de estas Fiestas serán “aceptables” a partir de una mejora en el nivel de actividad pero no alcanzarán para revertir la caída del sector por segundo año consecutivo. Hay excedente de stocks tanto de productos nacionales como importados.
De acuerdo a la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), esta es una fecha clave ya que suele concentrar el 35% de las ventas totales del año. “Tras la caída de 16% en las unidades vendidas el último Día del Niño y el desempeño de la temporada de 2023 (-8%), las expectativas son moderadas para el cierre de este año, más allá de la leve recuperación del nivel de actividad que estamos notando en estos días”, dijo Matías Furió, presidente de la entidad.
Y agregó: “Consideramos que tendremos una temporada de fin de año aceptable pero que no logrará reducir la brecha de la caída de las ventas para el sector, que atraviesa su segundo año consecutivo”.
La Cámara observó que los consumidores aprovecharon la Noche de la Jugueterías del 12 de diciembre para mirar ofertas y reservar juguetes a la espera del aguinaldo o promociones bancarias. Por eso, se empezó a notar más movimiento a partir del martes pasado.
Otro punto a estacar es que el 85% de las transacciones se están realizando con las tarjetas de crédito que ofrecen descuentos y cuotas fijas sin interés con topes de reintegro importantes, de hasta $18.000. En muchos casos, el descuento puede ser mayor si se abona con billeteras virtuales.
El ticket promedio se estima en $17.000 por juguete en comercios de barrio y $35.000 en cadenas de jugueterías donde se ofrece un 90% de productos importados. Se pueden encontrar precios desde $3000 en productos tales como masas de modelar, hasta $350.000 por un auto a batería.
“La industria nacional de juguetes no ha aumentado sus precios debido a la reducción de los costos de las diferentes materias primas que logró compensar el aumento de las tarifas por los servicios públicos”, aseguran.
Situación de la industria
No obstante, en la actualidad se está utilizando el 50% de la capacidad productiva y se registra una caída interanual del 13% en unidades entregadas. En consecuencia, en la CAIJ que ya cerró una importante fábrica que logró producir con licencias de Mattel. Asimismo, muchas fábricas tienen stock suficiente como para abastecer el próximo Día del Niño en agosto.
“Pero no solo se registran excedentes de stocks de productos nacionales sino también de importados, que ingresaron en los últimos años a un dólar oficial a $350 obteniendo licencias para importar por la vía judicial u otras alternativas. Además, se suman los problemas trasversales que se necesitan resolver en la industria como la presión tributaria, costos laborales no asociados al salario, la falta de infraestructura y una logística ineficiente”, sostienen desde CAIJ.
En este contexto, Furió señaló: “La industria argentina del juguete en los últimos años se ha reconvertido alcanzando altos niveles de competitividad a partir de la incorporación de tecnología y maquinaria de última generación, lo que permitió incrementar la productividad y ofrecer nuevos lanzamientos con diseño y calidad. La Argentina se especializa en productos de ‘primera infancia’, categoría que explica el 40% del total de la oferta de juguetes; juguetes de aire libre, monopatines, triciclos, juegos de mesa artículos de playa, entre otros”.
Apertura de importaciones
Por otro lado, la CAIJ precisó que las importaciones de juguetes entre enero y noviembre totalizaron USD 71,2 millones, lo que representó una caída del 11% respecto del mismo periodo de 2023. En perspectiva, cabe recordar que en 2018 habían llegado a los USD 130 millones. Aún así, las compras al exterior vienen creciendo significativamente luego del piso registrado en abril.
Una de las principales preocupaciones del sector, tanto importadores como fabricantes, es que el mercado argentino de juguetes está explicado por un 30% de productos que ingresan por prácticas desleales de comercio: no cumplen las normas vigentes de seguridad, no pagan impuestos, violan la ley de marcas y ponen en riesgo la salud pública.
“Este marco perjudica notoriamente al comercio que cumple con todas las reglamentaciones y requerimientos para la habilitación del local y paga los correspondientes impuestos”, reclama la CAIJ y denuncia: “Algunos de estos juguetes, fueron ingresados en grandes volúmenes por nuevas empresas importadoras no tradicionales que accedieron al dólar oficial y que juntas, conforman un grupo económico el cual lidera el ranking de importaciones de juguetes, medido en kilos”.