Rodrigo Cuevas denuncia una agresión homófoba a un conocido en Gijón y localiza a los agresores: “Tienes un maricón en el coche”

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Rodrigo Cuevas denuncia una agresión homófoba en sus redes sociales (@rodrigocuevasg)

Los delitos de odio tienen lugar en el momento que un individuo, motivado por la discriminación que siente hacia una víctima, comete una infracción, según la policía nacional. Desafortunadamente, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) redactó un informe en 2023 que indicaba que se “cifran en 1.551 los hechos por odio conocidos en los últimos cinco años”.

Además, la FELGTBI+ declaró que entre 283.000 y 325.000 personas del colectivo fueron igualmente víctimas debido a su orientación o identidad sexual, siendo las personas trans y las mujeres las más afectadas. Sin embargo, estas infracciones tienen un porcentaje muy bajo de denuncias, dejando “solo dos de cada 10 experiencias de odio sufridas por el colectivo LGTBI+ se denuncian”.

En muchas ocasiones, las personas que están fuera de este colectivo no pueden ver la gravedad del asunto. Sin embargo, una publicación del artista Rodrigo Cuevas, no solo ha visibilizado este acoso, sino que también ha ayudado identificar a los agresores con el fin de denunciarlos. Al parecer, un amigo del músico pudo grabar una agresión homófoba que sufrió desde el asiento trasero de un taxi.

La agresión homófoba durante un trayecto en taxi

El artista asturiano Rodrigo Cuevas ha denunciado públicamente, a través de sus redes sociales, el acoso y la agresión que sufrió un amigo suyo el pasado viernes 6 de diciembre en el centro de Gijón. El conocido del cantante fue increpado por dos hombres jóvenes en una calle de la ciudad, cuando intentada coger un taxi por la noche.

No obstante, la persecución no se terminó cuando subió al coche, sino que una vez la víctima cerró la puerta del vehículo, sendos hombres trataron de abrir la puerta mientras le gritaban. Asimismo, los agresores le espetaron a la conductora: “Tienes un maricón en el coche”. La taxista, quien apoyó en todo momento al amigo de Cuevas, le devolvió los gritos a los dos acosadores: “¿Y qué pasa?”, respondió la mujer.

Esta escena fue capturada a través de un vídeo que consiguió grabar la víctima desde el asiento trasero del automóvil. Incluso, Rodrigo Cuevas hizo públicas las imágenes en su cuenta de Instagram (@rodrigocuevasg) con el fin de localizar a los dos jóvenes que increparon a su amigo. Además, en el vídeo se puede apreciar cómo los acosadores golpean la ventana donde estaba sentado su amigo.

Debido a la rápida acción de los seguidores de Cuevas, lograron los datos personales de los sujetos, así como sus perfiles en Instagram. Toda esta operación se concluyó en menos de 24 horas y permitirá a la víctima para interponer una denuncia por los hechos sucedidos el pasado viernes. “Gracias a la difusión, ya tengo los nombres, apellidos y cuentas en redes sociales de los dos sujetos de anoche. Los denunciaré, evidentemente”, señaló el amigo del músico.

“Me hacían mogollón de bullying y me llamaban maricón”

Rodrigo Cuevas posa en una fotografía publicada en sus redes sociales (@rodrigocuevasg)

Rodrigo Cuevas es un artista de las artes escénicas y de la comunicación que cuenta con una gran formación musical. Entre su recorrido académico ha cursado un grado medio de piano, ha estudiado la tuba en el Conservatorio de Oviedo y ha pasado tres años de Sonología en la ESMUC de Barcelona, tal y como anuncia él mismo en su propia web.

Sin embargo, su trayecto tampoco ha sido fácil, así lo ha contado en un reportaje de Arte TV titulado ‘Rodrigo Cuevas, la voz queer de la Asturias rural’: “Yo vivía en Oviedo y en el cole me hacían mogollón de bullying y me llamaban maricón”. Asimismo, ha confesado que “no tenía mucha vida social fuera del colegio ni escapatoria de todo aquello porque en casa no lo hablaba y era un poco asfixiante”.

De este modo, Rodiezmo, un pueblo de León, se convirtió en su escape. “Era el momento más feliz de la semana”, comentó. El carismático artista asturiano explicó igualmente que: “Las personas homosexuales sabemos muy bien lo que es desear a otra persona y no poder demostrárselo ni poder tocarla y por eso empatizamos muy bien con cómo era la vida heterosexual antiguamente”.