Cristina Kirchner y Axel Kicillof siguen sin dirigirse la palabra. Este lunes estuvieron sentados con una persona de por medio más de tres horas, pero no mantuvieron ningún intercambio amistoso. Por el contrario, la frialdad volvió a primar entre ambos. Algunos de los presentes ni siquiera registraron un saludo entre la expresidenta y el gobernador bonaerense.
Pero la jefa del PJ nacional aprovechó la oportunidad para rechazar que el kirchnerismo le haya soltado la mano a Kicillof. Recordó que ella lo eligió como ministro de Economía, que luego lo promovió como candidato a gobernador y que el año pasado, cuando algunos pedían que fuera el postulante a la Presidencia, ella pidió que se quedara en La Plata para “mantener la Provincia”.
Sin embargo, la tensión entre la expresidenta y el gobernador se trasladó, según pudo saber LA NACION, a la intervención de algunos dirigentes que tomaron la palabra en el consejo del PJ bonaerense. “A vos te mandaron a hablar mal de Axel, forro”, se le escuchó decir a un ministro del gobernador cuando el intendente de Carmen de Areco, el camporista Iván Villagrán, criticaba a la administración provincial.
Todo ocurrió delante de la propia Cristina Kirchner y de Sergio Massa, el jefe del Frente Renovador, quien encaró una mediación entre la expresidenta y Kicillof que, hasta el momento, solo sirvió para la “foto de unidad”, pero no para saldar las diferencias de fondo. “No es mucho, tampoco es nada. Es algo”, definió un dirigente cercano al exministro cuando le preguntaron por el resultado del encuentro.
Cuando le toco hablar, Massa advirtió sobre la necesidad de generar un “reencuentro” entre los principales referentes del panperonismo. Y puso como ejemplo el acercamiento que él mismo tuvo con Cristina Kirchner en 2019, tras haber sido su adversario político desde 2013, cuando derrotó al kirchnerismo en las elecciones legislativas de la Provincia. Lo hicieron más a caballo del pragmatismo que de una verdadera sintonía política.
Aunque sobre el final del gobierno de Alberto Fernández, Cristina y Massa sellaron un entendimiento que se prolongó durante todo 2024. La relación entre ambos se aceitó y este lunes en Moreno eso quedó en evidencia ante los dirigentes del PJ bonaerense. El tigrense, no obstante, guarda para sí un papel de socio externo del kirchnerismo, por lo que puede hablar tanto con la expresidenta como con Kicillof.
Por su parte, Cristina Kirchner argumentó que si el peronismo va dividido será difícil ganarle al oficialismo de Javier Milei el año próximo, en las elecciones legislativas. La expresidenta dejó bien en claro que se opone al desdoblamiento electoral en territorio bonaerense, como impulsan los seguidores de Kicillof, entre ellos algunos intendentes y funcionarios de su entorno que se alejaron del kirchnerismo.
El razonamiento de la flamante jefa del PJ a nivel nacional -que mañana asumirá con un acto formalmente en el cargo- es que si el gobernador adelantara las elecciones provinciales, entonces se provocará un “corrimiento” del foco de la contienda, que pasará del juzgamiento de la administración de Milei -a la que considera perjudicial en materia económica y social- a cuestiones específicas de la Provincia, como la inseguridad.
“Ella habló con la inteligencia puesta al servicio de ganar las elecciones”, dijo un dirigente que la escuchó. Lo que no confirmó es si ese objetivo lo encarará ella misma como candidata opositora. Al final del encuentro se registró otro momento tenso: fue cuando Andrés “Cuervo” Larroque pidió la palabra para defender a Kicillof. Hubo un murmullo pero casi nadie lo escuchó. Cristina y Massa ya se habían levantado de la mesa principal.