La tecnología que ayuda a ahorrar hasta 30 dólares por hectárea al año en herbicidas, mejora la rentabilidad y reduce el impacto ambiental

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En el mundo agrícola, cada paso hacia la sustentabilidad cuenta, y para Esteban Bilbao (Agroestudio Viento Sur SRL) asesor y, productor de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), la tecnología ha sido clave para transformar su forma de producir en el sudeste bonaerense.

Bilbao cuenta cómo la incorporación de herramientas de precisión para la aplicación selectiva (AS) de herbicidas le ha permitido mejorar la eficiencia en los campos, reducir costos y minimizar el impacto ambiental.

En Argentina, los equipos de AS disponibles se dividen en dos grandes categorías: los que operan mediante sensores y los que emplean cámaras. Aunque cada tecnología tiene su propio enfoque, todas se diseñaron con el mismo propósito: detectar y atacar las malezas específicas sin necesidad de aplicar todo el lote.

Esteban Bilbao es productor de Aapresid.Esteban Bilbao es productor de Aapresid.

En términos de rentabilidad, el uso de AS se justifica especialmente en lotes donde el costo de la mezcla herbicida es elevado. Según Bilbao, en barbechos, el ahorro promedio puede rondar el 70%, y en cultivos como soja y maíz, los equipos que funcionan con cámaras están logrando ahorros de hasta 67%.

“Las tecnologías de aplicaciones selectivas tienen dificultad para detectar malezas muy pequeñas, de menos de 3 centímetros de diámetro. Por eso, si en el lote predominan malezas de este tamaño, es necesario evaluar si conviene utilizar estas herramientas,” explicó Bilbao.

Propiedad de la Tecnología o Contratación del Servicio: Una Decisión Estratégica

Invertir en la propia tecnología de AS o contratar el servicio es una decisión que depende, entre otros factores, de la escala de la producción. En su caso, Bilbao menciona que para campos de más de 1.000 hectáreas, el retorno de inversión es rápido: “en empresas de entre 2.100 y 2.500 hectáreas, el equipamiento se paga en menos de dos años”.

Para los contratistas, la inversión en estas tecnologías resulta más compleja de justificar debido a los altos costos iniciales y a la dificultad para obtener un financiamiento adecuado, además de los largos plazos de recuperación. “Durante los primeros 2 o 3 años, deben aportar de su propio bolsillo para cubrir el crédito, y en general, les toma entre 5 y 6 años recuperar la inversión,” comentó Bilbao.

Para campos de más de 1.000 hectáreas, el retorno de inversión es rápido.Para campos de más de 1.000 hectáreas, el retorno de inversión es rápido.

Ahorro, eficiencia y reducción del Impacto Ambiental

La adopción de estas tecnologías permite optimizar el uso de herbicidas, tanto en términos económicos como ambientales. Bilbao indica que, en promedio, logra ahorros del 70% en los barbechos donde emplea AS, lo que se traduce en una reducción de entre 22 y 30 dólares por hectárea al año. Esto le permite a su equipo intervenir en el momento óptimo, cuando las malezas están en un tamaño adecuado para un control efectivo, evitando que crezcan y se vuelvan resistentes.

El uso de AS también les permite a los productores la posibilidad de realizar los controles con el tamaño de malezas adecuado y considerar el uso herbicidas de mayor costo o con modos de acción diferentes, contribuyendo a un control más efectivo de las malezas y a un uso más responsable de los recursos.

“Con la implementación de esta tecnología, estamos usando casi la mitad de herbicidas al año. Teniendo en cuenta que, según Casafe, los herbicidas representan entre el 75 y el 80% de los fitosanitarios utilizados, estamos logrando una disminución significativa en el uso total de fitosanitarios”, explica Bilbao. De hecho, según un índice ambiental utilizado por la Universidad de Cornell, Estados Unidos, (el EIQ), el impacto ambiental de estos barbechos se reduce en un 60-70%.

Esteban Bilbao.Esteban Bilbao.

Bilbao enfatiza que, aunque estas tecnologías aportan numerosos beneficios, también representan un desafío en términos de gestión y comunicación. Además, hay condiciones operativas específicas, como la velocidad de la pulverizadora y la altura del botalón, que deben respetarse para maximizar los resultados.

Un Potencial Altísimo con Desafíos y Limitantes

“El potencial de las tecnologías de AS en Argentina es enorme. El sistema de siembra directa adoptado en Argentina otorga un valor agregado a las aplicaciones selectivas para controlar malezas´” explicó Bilbao.

Además, resaltó que, a medida que surgen nuevas tecnologías de control -como la electricidad, el láser y el vapor- (y viejas como las mecánicas) la necesidad de aplicarlas de manera selectiva se vuelve imperativa, debido a sus elevados costos energéticos y a su impacto en el suelo y los microorganismos.

El uso de AS también les permite a los productores la posibilidad de realizar los controles con el tamaño de malezas adecuado.El uso de AS también les permite a los productores la posibilidad de realizar los controles con el tamaño de malezas adecuado.

Para concluir, resaltó la importancia de difundir información sobre esta tecnología para impulsar una mayor adopción. “Cuando comenzamos a divulgar esta tecnología en el sudeste de Buenos Aires, la adopción creció rápidamente”, comentó. Además, señaló que “estas tecnologías deberían estar fuertemente respaldadas e incentivadas mediante créditos y subsidios por sus beneficios ambientales”.