CIUDAD DEL ESTE (De un enviado especial).– Hay varios puntos oscuros o, por lo menos llamativos, de la investigación en Paraguay contra el senador nacional por Entre Ríos Edgardo Kueider y su secretaria Iara Guinsel Costa, detenidos desde el viernes pasado en Asunción, luego de que dos días antes les detectaran en una camioneta en la que pretendían entrar a Paraguay 211.000 dólares sin declarar.
El fiscal Alcides Giménez advirtió a LA NACION que los teléfonos celulares de Kueider y Guinsel Costa no se secuestraron, porque en el procedimiento que se hizo en el Puente de la Amistad el miércoles 4 de diciembre pasado, los efectivos de la Armada consideraron que “no era necesario”. Este diario consultó al funcionario paraguayo si la fiscalía de ese país no pidió la incautación de los celulares. “Estimo que los agentes de la Armada no analizaron esa posibilidad”, apuntó. La Fiscalía no pidió que se secuestren los teléfonos móviles del senador nacional y su secretaria.
Los fiscales que están a cargo de la investigación en Paraguay por “tentativa” de contrabando de divisas nunca ordenaron el secuestro de los celulares de Kueider y de Guinsel Costa, que están con prisión domiciliaria en un lujoso complejo de departamentos en Asunción, que se llama Tierra Alta, en el barrio Villa Morra. Las fuentes judiciales consultadas por LA NACION argumentaron que probablemente si se abre una nueva causa por supuesto lavado de dinero se ordene la incautación de los teléfonos. Si había algo comprometedor en esos celulares es posible que ya no exista.
Las puertas que abrieron Kueider y su secretaria
Este punto llamó la atención a los fiscales argentinos que abrieron una causa de oficio en la PROCELAC. Hasta ahora lo único que solicitaron los investigadores paraguayos es el impacto de las antenas de celular para chequear la ubicación geográfica de ambos. Fuentes de PROCELAC señalaron que hay una ventana de tiempo importante entre la salida de Kueider y su secretaria por la frontera de Puerto Iguazú, que se produjo el martes 3 de diciembre a las 20.40 y el ingreso a Paraguay a las 0.40 del miércoles.
Según el acta labrada por los agentes de la Armada –que es poco frecuente que actúen en este tipo de hechos-, que secuestraron los 211.000 dólares en la camioneta Chevrolet Trailblazer negra, la incautaron fue a la 1.30. “La información de los teléfonos hubiera sido clave para determinar el recorrido y si alguien les dio el dinero o lo pasaron desde Argentina”, apuntó una alta fuente de la investigación en Buenos Aires. La reconstrucción de la ruta que hicieron Kueider y su secretaria, que fue nombrada en el Congreso de la Nación, será clave para determinar si llevaban desde Argentina los 211.000 dólares que ingresaron de manera ilegal en Paraguay. Pero sin la información de los teléfonos será más complicada de reconstruir. “No logramos comunicarnos ni una sola vez con los investigadores del Ministerio Público en Paraguay. Siempre son complejos los vínculos con la justicia de ese país”, admitió a LA NACION uno de los fiscales que sigue el caso en Buenos Aires.
Guinsel Costa declaró que el dinero pertenece a la empresa Golsur, de la que ella es apoderada desde el 15 de octubre pasado. Esa firma está registrada en Paraguay a nombre de José Fernando Cousinat. La secretaria de Kueider firmó el poder un día después de que ambos entraran a Ciudad del Este el 14 de octubre. La sospecha es que esa firma fue comprada. En Paraguay se montó durante los últimos años una industria de creación de empresas legales, que son una cáscara para lavar dinero, sobre todo en el rubro de la construcción, como es el caso de Golsur.
Otro punto oscuro en esta trama apunta a la estancia del senador nacional en Paraguay. ¿Por qué no requirió a su defensa que lo dejaran regresar a la Argentina? ¿Es porque su vuelta al país podría ser mucho peor para su futuro judicial en Paraguay? A través de un comunicado difundido el viernes, Kueider aseguró que “está convencido que es necesaria su permanencia” en Paraguay “hasta que se esclarezcan los hechos que son de público conocimiento”.
Allí está detenido en un departamento de lujo en el complejo Tierra Alta, del barrio Villa Morra, en la capital paraguaya, donde goza de un amplio espacio, pileta, quincho y solárium. Por orden del juez Humberto Otazú, tras un pedido del abogado Ricardo Preda, a cargo de la defensa de Kueider y su secretaria, el senador y Guinsel Costa están alojados en dos departamentos de ese complejo. La fianza de 300.000 dólares aún no se depositó en el banco. Este trámite se completaría el lunes, y ese dinero será aportado por el bufete de Preda.
La clave para la defensa del senador es si la investigación avanza sobre supuesto lavado de dinero en Paraguay. Fuentes de la defensa del legislador entrerriano señalaron que “esa instancia aún está verde”. Por ese motivo, Keuider está más seguro en Paraguay. Su regreso a la Argentina podría complicarlo.
Según comprobó LA NACION, el edificio Tierra Alta tiene una custodia permanente en la puerta y también dentro del complejo. Kueider ni si secretaria pueden salir. Según el abogado defensor, que los visitó este sábado por primera vez, el senador vive en un departamento y Guinsel Costa en otro. El magistrado que los benefició con la prisión domiciliaria en ese apartamento de alta gama ordenó que tanto el senador como su asistente no pueden usar espacios comunes del complejo, como la pileta, el quincho o el gimnasio.
Kueider está siendo investigado por supuesto enriquecimiento ilícito y por su eventual vinculación en el cobro de sobornos. En esa causa se dispuso el levantamiento del secreto fiscal de su declaración jurada de bienes, se solicitó un informe amplio y completo a la AFIP sobre su situación patrimonial y se pidió a la Unidad de Información Financiera determinar si lo investiga por lavado de dinero.
Según publicó el periodista Daniel Enz en Análisis Digital, en esa causa se investiga a los empresarios Marcelo y Claudio Tortul, constructores y gerentes de una empresa de seguridad en Entre Ríos, de pagar sobornos a la empresa estatal de energía entrerriana Enersa para obtener sus contratos de seguridad privada. En esa época Kueider, hombre del exgobernador entrerriano Gustavo Bordet como secretario general de la Gobernación, era el responsable de la empresa estatal de energía. El temor en Entre Ríos, según reconstruyó LA NACION, es que el escándalo de Kueider termine por salpicar al exgobernador Bordet, en una provincia donde el exmandatario y exembajador en Israel Sergio Urribarri fue detenido el 19 de noviembre pasado.
En Concordia, Kueider, oriundo de esa ciudad, catalogada como capital del peronismo entrerriano, también tiene abierta una investigación por supuesto enriquecimiento ilícito. De esa localidad es oriunda también Guinsel Costa. Ese expediente se inició por la presentación de Eliseo Blanco, un vecino de Concordia, en base a documentación y publicaciones periodísticas en las que asegura que Kueider habría comprado departamentos y cocheras de un lujoso edificio en Paraná. En Paraguay observan con cierto cuidado las inversiones que hizo en Asunción una inmobiliaria de Concordia, ubicada en Buenos Aires al 100. Según un denunciante de Kueider, la relación con esa empresa es a través de la secretaria del senador.