Cuatro días después del anuncio a través de las redes sociales, el gobierno de Javier Milei aún define el temario de sesiones extraordinarias, que prometió convocar para este mes. Una reunión en la jefatura de gabinete, mañana por la mañana, será clave para saber si los temas anunciados el miércoles por el portavoz Manuel Adorni, elegidos por el Poder Ejecutivo para su discusión en el Congreso, forman finalmente parte de la convocatoria, y si habrá temas agregados a última hora.
Altas fuentes del Gobierno afirmaron a LA NACION que “muy probablemente” el temario se defina en el mediodía de este lunes, cuando regrese a sus tareas el jefe de gabinete, Guillermo Francos, luego de su internación por una dolencia gastrointestinal. La reforma electoral, que incluye el fin de las Paso; la reforma política, el juicio en ausencia, la denominada ley anti-mafia y la reforma de los fueros son, además de la autorización formal al presidente Javier Milei para salir del país, fueron los temas que Adorni anunció a través de un posteo, en la noche del miércoles, aunque pasaron varios días y el decreto no apareció.
En ese mensaje, que extendía las extraordinarias hasta el viernes 27 de este mes, se excluyeron dos temas clave: los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como nuevos jueces de la Corte Suprema -no tiene asegurado el apoyo para ambos postulantes- y el Presupuesto 2025, presentado en el parlamento por el Poder Ejecutivo pero que contó con escasa voluntad del oficialismo para impulsar su tratamiento.
Se ha tomado la decisión de convocar a sesiones extraordinarias. Las mismas se llevarán a cabo entre el 5 y el 27 de diciembre. El temario de las mismas será el siguiente:
– Reforma electoral
– Reforma política
– Juicio en ausencia
– Ley anti mafia
– Viajes del presidente
-…— Manuel Adorni (@madorni) December 5, 2024
¿Qué ocurrió? En medio de un debate interno por el momento discreto, el Gobierno analiza agregar otros proyectos. “Nos gusta marcar agenda”, reconoció a este diario un legislador libertario al tanto de los debates en el seno del Gobierno. Casi al pasar, fuentes oficiales deslizaron que la implementación de un “Rigi para pymes” está en los planes, aunque evitó precisar si será parte del temario. En Balcarce 50 hacen hincapié en la apretada agenda del Presidente, que el viernes participó de la cumbre del Mercosur en Montevideo, y el sábado se ocupó personalmente de despedir a Florencia Misrahi como titular del Arca (ex Afip) y ungir a Juan Pazo, cercano al ministro de Economía, Luis Caputo, como su reemplazante.
En el oficialismo confían en tener apoyo para aprobar, en principio, la ley de juicio en ausencia-aplicable a los ex funcionarios iraníes, involucrados en el atentado a la AMIA-y la ley anti-mafias, presentada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, centrada en el combate a las organizaciones criminales. Ven más dificultoso aprobar en su totalidad la reforma política, más allá de la factibilidad de sancionar el fin de las primarias, una idea que no le cae mal al bloque kirchnerista de cara a las elecciones legislativas del año próximo.
También aparece como sinuoso el camino de la denominada ley de fueros, que facilitaría que funcionarios de los tres poderes perdieran su inmunidad en caso de ser investigados por delitos graves. La ley anti-fueros fue la respuesta del Gobierno ante las durísimas críticas que recibió por la caída, por falta de quórum, de la ley de Ficha Limpia, impulsada por el Pro de Mauricio Macri y el radicalismo. Ocho de quienes se ausentaron en el debate en la Cámara de Diputados pertenecen al bloque de La Libertad Avanza. También surgió en la misma semana en la que explotó el caso del senador Edgardo Kueider, aliado del Gobierno desde el tratamiento de la ley Bases, y detenido en Paraguay por intentar ingresar al país vecino con más de U$S200.000 que no pudo justificar.
“Algunas cosas pueden salir, otras no vamos a llegar, hay muy poco tiempo. Salvo que sesionemos en enero”, especulaban en el bloque oficialista, resignados a alguna sorpresa adicional en el calendario de sesiones en el Congreso. El último antecedente de trabajo del Congreso en enero data de 2002, en plena crisis social, económica y política.