El castor americano (Castor canadensis) es el roedor de mayor tamaño en América del Norte, y su presencia se extiende por todos los condados de Minnesota. Este estado cuenta con una temporada regulada de captura de castores, aunque el número de tramperos es insuficiente para controlar completamente las poblaciones, lo que ocasionalmente provoca inconvenientes.
El castor, “un conservacionista ideal”
Según indican desde el Departamento de Recursos Naturales de Minnesota (DNR por sus siglas en inglés), durante los meses de otoño e invierno, los castores se alimentan de esquejes de árboles que almacenan bajo el agua, creando despensas naturales. Durante el invierno, una colonia de castores está conformada por dos adultos, sus crías de la primavera y, frecuentemente, castores de un año. En su hábitat natural, los expertos del DNR estiman que hay aproximadamente 0,6 colonias de castores por cada kilómetro y medio de río.
La agencia también advierte que un aumento excesivo de las poblaciones de castores puede ocasionar problemas significativos, como la tala de árboles valiosos y la inundación de carreteras debido a sus presas. Los castores son reconocidos como los conservacionistas originales del agua y gestores de tierras y fauna silvestre. “Un castor en el lugar inadecuado puede ser una molestia, pero en el sitio correcto, es un conservacionista ideal”, subrayan los especialistas.
Actualmente, los castores se encuentran en todos los condados de Minnesota. En las áreas donde su número es excesivo, suelen provocar conflictos con las comunidades humanas. Sus presas pueden inundar tierras de cultivo, carreteras y áreas forestales, y su costumbre de roer madera ha ocasionado la pérdida de árboles frutales y de sombra valiosos. “Con sus poderosas mandíbulas y dientes, los castores pueden masticar un árbol de 15 centímetros en 15 minutos. Un solo castor puede derribar cientos de árboles cada año”, explican desde el DNR.
En Minnesota, los tramperos capturan entre 20.000 y 30.000 castores excedentes anualmente, según aseveran desde la agencia. Este animal es considerado un recurso renovable, y su exuberante piel atrajo a los primeros tramperos y viajeros a Minnesota, desempeñando un papel crucial en la exploración y asentamiento temprano del estado.
Una de las actividades principales de los castores en el otoño es clavar ramas y otra vegetación en el barro del estanque para garantizar el acceso a la comida durante el invierno. El barro ayuda a preservar su suministro de alimentos, que incluye aliso, abedul y sauce. El pelaje aislante de los castores les permite sobrevivir a temperaturas bajo cero, tanto dentro como fuera del agua, mientras roen los últimos árboles de la temporada.
Si bien las presas de castores pueden ser problemáticas para los propietarios de tierras, se les considera una especie clave en la creación de estanques tranquilos y ecosistemas donde diversas plantas y fauna silvestre, incluidos peces pequeños y aves acuáticas, pueden prosperar. Su capacidad para modificar el entorno a su favor tiene un impacto significativo en el equilibrio ecológico, fomentando la biodiversidad y la creación de hábitats complejos.
Un remedio para los efectos de los incendios
Un estudio reciente realizado en Oregon tras el incendio Bootleg en 2021, considerado uno de los incendios forestales más grandes en la historia de ese estado, detectó que los árboles y otra vegetación habían sobrevivido en un tipo particular de área: alrededor de las presas de castores. Asimismo, descubrieron que los cursos de agua debajo de las presas estaban limpios y llenos de peces. Se han realizado observaciones similares después de los incendios forestales, no solo en Oregon, sino también en otros estados del oeste, incluidos Colorado, Wyoming, Idaho y California.