Cuando se trata de cuidar nuestra salud, la alimentación juega un papel crucial. Aunque los maníes o almendras suelen ser los favoritos de muchos, existe un fruto seco que podría ganarse un lugar destacado en nuestra dieta diaria, gracias a sus sorprendentes beneficios para quienes buscan regular el azúcar en sangre.

El nivel elevado de azúcar en sangre, conocido como hiperglucemia, ocurre cuando la glucosa no es transportada adecuadamente hacia las células del cuerpo y se acumula en el torrente sanguíneo. Esta condición suele ser característica de la diabetes y prediabetes, y puede dañar varios órganos si no se controla a tiempo. Por eso, reducir los niveles de azúcar en sangre es esencial para prevenir complicaciones como daño renal, problemas de visión o afecciones cardiovasculares.

Para lograrlo, se deben adoptar ciertos hábitos que benefician al cuerpo. La actividad física regular, mantener un peso adecuado, reducir el estrés y dormir lo suficiente son factores importantes para conseguir una buena regulación de la glucosa. Estos factores, combinados, promueven una mejor sensibilidad a la insulina y un equilibrio general del metabolismo.

Y entre estos hábitos saludables, se destaca otro: la alimentación. Elegir alimentos ricos en fibra, grasas saludables y micronutrientes adecuados puede marcar la diferencia entre un nivel de glucosa adecuado y uno fuera de control.

El aliado perfecto para bajar el azúcar

Entre toda la gama de alimentos que ayudan a reducir el azúcar en sangre, las castañas de cajú son un fruto seco que destaca no solo por su delicioso sabor. Diversos estudios sugieren que por ser muy ricos en fibra pueden contribuir a este tarea. Uno de ellos, como el de la investigación de la Universidad de Ciencias de la Salud Nacional de los Estados Unidos, indica, más precisamente, que el consumo de alimentos con altos niveles de fibra está asociado con una disminución en la incidencia de diabetes tipo 2, así como una reducción modesta en la glucosa en ayunas y en el porcentaje de hemoglobina glucosilada en personas con diabetes tipo 2, lo que los ayuda a disminuir el impacto.

Y las castañas de cajú también contienen grasas saludables y magnesio, un mineral que ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, según una investigación realizada por la Universidad de Pleven, en Bulgaria. Esta combinación además de ayudar a mantener niveles saludables de glucosa, también aporta una sensación de saciedad, lo que evita los picos de azúcar que suelen producirse al consumir alimentos altos en carbohidratos simples.

Por otra parte, sus grasas saludables favorecen el corazón, sus antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo, y su aporte de minerales esenciales como hierro y zinc, es fundamental para el buen funcionamiento del organismo.

En comparación con otros frutos secos, las castañas de cajú tienen un perfil nutricional que favorece particularmente la regulación del azúcar en sangre debido a su menor contenido calórico y su equilibrada proporción de grasas saludables y carbohidratos complejos, según indica el sitio especializado Healthline.

Ideas para sumar castañas de cajú al día a día

En general, un puñado pequeño diario de castañas de cajú (unos 15 gramos) puede ser una porción razonable, sugiere un artículo del medio Only My Health. Sin embargo, ante cualquier consulta sobre la cantidad indicada o si es una opción de alimentación personal se recomienda consultar con un especialista médico. A su vez, para quienes deseen comer estos frutos secos existen varias opciones para poder sumar este alimento a la dieta diaria.

• Agregar a ensaladas para darles un toque crujiente y nutritivo. Pueden picarse en trozos pequeños y espolvorearse sobre ensaladas de hojas verdes o frutas.
• Usar como base para preparar cremas o aderezos saludables. Remojadas y luego licuadas, se convierten en una crema perfecta para aderezos y salsas.
• Incorporarlas en batidos para obtener un extra de energía y nutrientes.
• Servirlas como snack entre comidas, tostadas con especias como pimentón o cúrcuma para darles más sabor.
• Usarlas en postres caseros como bases de tartas.
• Añadirlas a platos de salteados o curries para aportar textura y sabor.
• Prepararlas en manteca para untar en tostadas o mezclar en recetas de repostería.