El peronismo de Entre Ríos se despega de Kueider y sostiene que ahora trabaja para los libertarios

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GUALEGUAYCHÚ.- El senador nacional por Entre Ríos Edgardo Kueider se encuentra envuelto en un escándalo que puso en movimiento “la máquina de fingir demencia” del PJ entrerriano. El ex “hombre de confianza” de Gustavo Bordet, exgobernador durante dos períodos y actualmente diputado, fue demorado en un control fronterizo en Ciudad del Este, con más de 200 mil dólares, 600 mil pesos y 3.900.000 guaraníes que no declaró al tratar de ingresar al país. La Justicia paraguaya anunció el inicio de una instrucción penal y la detención inmediata de Kueider, quien en un primer momento estuvo demorado en un hotel.

En tiempo récord, el peronismo entrerriano salió a despegarse de Kueider, en la misma línea de los comentarios de los dirigentes nacionales que compartieron militancia y boleta con el senador hoy caído en desgracia, pero que hasta hace algunos meses era parte constante y sonante de las fichas que buscaba meter en el Congreso el PJ. La detención de Kueider vino como anillo al dedo para que sus antiguos compañeros denunciaran que se sacó un cero en peronismo cuando hizo su propio juego acompañando la polémica Ley de Bases enviada al Congreso por el Ejecutivo Nacional.

Bordet lo puso en el Congreso, luego lloró su traición y ahora le dice a quien quiera escucharlo –siempre con su estilo moderado- que Kueider hace meses es libertario. Quien salió con los tapones de punta, inaugurando el posicionamiento público del PJ entrerriano, fue el exvicegobernador José Cáceres: “El peronismo como movimiento y partido político, no es responsable de las actitudes individuales de las personas y, de hecho, pone lo colectivo por encima de lo individual. Dicho esto, el senador Kueider hacía rato que ya no integraba las filas del peronismo entrerriano”, aseguró el presidente del Consejo Provincial del PJ.

El exgobernador de Entre Ríos y actual diputado nacional Gustavo Bordet

Una vez concluida la presidencia de Alberto Fernández, Kueider se arremangó en favor de la estrategia de Javier Milei en lo que fue su pretencioso debut con la Ley Bases. El juego de Kueider redundó en varias denuncias de militantes peronistas que solicitaron al Consejo Provincial del Partido Justicialista que fuera expulsado, pero la movida terminó en una recapitulación sin sentido: no fue ni el primero ni el único en mudarse de barco, ya que otros de sus compañeros lo habían hecho al gobierno provincial de Rogelio Frigerio.

Por otra parte, mientras el presidente del Partido Justicialista sostiene que Kueider pertenece a La Libertad Avanza, desde la vereda de enfrente la diputada provincial de Juntos, Gabriela Lena, también salió al cruce: “Una vez más, el kirchnerismo se niega a asumir la responsabilidad por las acciones de quienes han sido actores cruciales en los gobiernos peronistas durante décadas. No solo ignoran a sus dirigentes, sino que además intentan atribuir la responsabilidad a otros partidos ante delitos como este. El senador detenido ha sido una figura central en los últimos gobiernos”, enfatizó la legisladora.

“Kueider fue concejal por el peronismo en Concordia, miembro del gabinete de Bordet en la intendencia de esa ciudad y secretario general de la Gobernación en la gestión anterior. Estuvo al frente del otrora poderoso Ministerio de Cultura y Comunicación, manejando toda la pauta publicitaria. Desde 2019 fue senador nacional en una boleta encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, actual presidenta del Partido Justicialista. Durante los ocho años de gobierno de Bordet, Kueider fue una figura central, con amplio manejo de recursos y gran poder de decisión, actuando como armador y jefe de campaña en 2017, 2019, 2021 y 2023. El peronismo no puede desconocer su trayectoria; debe hacerse cargo”, acusó la legisladora.

Cristina Kirchner, con Gustavo Bordet y Guillermo Michel

Consultado por LA NACION, Guillermo Michel -quien viene tratando de agrupar un sector que pese fuerte en el PJ entrerriano de cara a las próximas elecciones intermedias- optó por el silencio.

Kueider no tiene quien le escriba una misiva de apoyo, no hay partido que lo banque ni familia política adoptiva que lo reclame. Además, se enfrenta a una causa por enriquecimiento ilícito en Concordia, su ciudad natal.

El senador converso preside actualmente la Comisión de Asuntos Constitucionales, el ámbito que debería abordar su propio pedido de desafuero o expulsión. Atrás quedan las promesas que alguna vez le hizo el gobierno para ser embajador en Uruguay. Así las cosas, Kueider es de todos y es de nadie.