El nuevo Complejo Penitenciario de Delfín Gallo se prepara para recibir alrededor de 120 mujeres privadas de la libertad, que se encuentran cumpliendo una condena firme o afrontando un proceso judicial en comisarías o en la Unidad 4 de Banda del Río Salí.
Mediante esta obra, las autoridades esperan hacerle frente a la crisis carcelaria que padece la provincia, ya que, una vez concretados los traslados, ninguna detenida quedaría alojada en dependencias policiales, liberando así nuevos cupos.
La cárcel de Delfín Gallo está ubicada sobre la ruta 303, a 19 kilómetros de San Miguel de Tucumán. En un principio se iba a edificar una alcaldía, pero a medida de que avanzaron en la confección de planos se resolvió construir un Complejo Penitenciario.
“La diferencia es que la alcaldía es para alojar a personas procesadas, pero como las instalaciones tienen capacidad para albergar a 180 personas privadas de la libertad, como mínimo, se decidió convertirlo en un complejo penitenciario y destinarlo también a mujeres condenadas”, explicó el ministro de Seguridad de la provincia, Eugenio Agüero Gamboa.
Se estima que el avance de la obra es del 95%, por lo que se espera que los primeros traslados se lleven a cabo antes de fin de año. “El gobernador, Osvaldo Jaldo, definirá la fecha de inauguración. Solamente resta hacer una limpieza profunda y pulir algunos detalles; estimamos que los primeros traslados se harán antes de fin de mes o, incluso, a principios de diciembre”, dijo el ministro.
Plan de traslado
La directora de la Unidad 4 y del Complejo Penitenciario de Delfín Gallo, Lourdes López, planificó cómo sería el sistema de traslados de las internas. Las primeras transferidas serían las alojadas en Banda del Río Salí. “Actualmente hay 60 internas allí, por lo que utilizaríamos el móvil de la Unidad 4 y tres de Villa Urquiza”, dijo. Posteriormente se procederá al traslado de las alojadas en comisarías. “Ingresaríamos hasta 10 internas por día, debido al tiempo que lleva el período de observación, armar el tratamiento, las carpetas y cargarlas en el sistema”, precisó.
Dicho sistema estará conectado directamente con la Corte Suprema de Justicia para que los jueces puedan conocer en tiempo real los traslados de Unidad, habeas corpus o los informes de cada detenida.
El Complejo cuenta con tres módulos en único nivel, una zona de administración, con oficinas, sanitarios públicos y áreas de espera; un área de apoyo para la salud, con enfermería y sector médico; y un módulo específico para el personal policial.
En un sector estará la Unidad de procesadas; y en otro, el de las condenadas. Esta última estará dividida por las fases que ordena la Ley de Tratamiento y también está destinado un espacio para aquellas mujeres que estén embarazadas o con niños de corta edad.
El complejo tiene 11 celdas con diferente capacidad: algunas que tienen 16 camas cuchetas; otras, 20, y también están las de 22. Además hay un módulo extra destinado para internas aisladas, que tiene cupo para seis personas. Todas las celdas cuentan con detectores de humo, sanitarios, lavabo, dos duchas y sistema de agua fría y caliente.
Las camas fueron fabricadas con hierro extrapesado y están adosadas al piso. Los colchones serán ignífugos; si bien no evitan que sean incendiados, retardan el inicio del fuego. Otra particularidad es que los complementos- perillas de agua y el sistema de duchas- son elementos antivandálicos, diseñados con acero inoxidable para que no puedan romperse.
Según indicaron Agüero Gamboa y el arquitecto e inspector de obras de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo, Alejandro Escudero, el edificio contempla una posible expansión poblacional. “Tiene casi un 50% del espacio destinado al crecimiento, por lo que a futuro este lugar puede seguir cubriendo las necesidades sin que haya problemas habitacionales”, dijo Escudero.
La ampliación de cupos se realizaría agregando una cama más a cada cucheta. “Aun así, con este aumento se cumpliría lo que establece la norma del derecho para detenidos del espacio mínimo requerido por detenido. Todo esto se basa en estándares enviados por la Nación de espacio físico por metro cuadrado por detenido”, subrayó.
Se incluyó una sala destinada para audiencias virtuales y un área de visita en la cual una lámina de alta seguridad separa a las internas de su visitante. Está compuesta por tres cubículos con sus respectivos teléfonos de pared y la lámina está diseñada para resistir hasta 50 kilogramos a una distancia de 10 centímetros de presión. “Así se evita el paso de alguna sustancia, de algún arma o cualquier elemento de contrabando que pueda ser perjudicial”, señaló el ministro.
La sala judicial cuenta con una cámara y un televisor para el desarrollo de la audiencia virtual y con una cámara de monitoreo, sin sonido. De esta forma se evitaría realizar el despliegue de recursos para trasladar a las internas hacia Tribunales.
También hay dos habitaciones destinadas a visitas conyugales, un patio de visita y área recreativa -controlados por las guardias de ronda, las cámaras de seguridad y un domo de control 360°-, y un segundo patio para actividades deportivas.
El Complejo cuenta con 46 cámaras de seguridad instaladas en el perímetro del predio y en los espacios comunes, que son controladas por empleados penitenciarios en un centro de monitoreo. Una de ellas es una cámara térmica y otra que realiza reconocimiento facial y de patente. Con esta se puede detectar a personas con pedido de captura.
Se adoptará un régimen cerrado. Las reclusas no podrán avanzar por los pasillos del edificio o acceder al patio sin ser autorizadas. Para ello, los empleados del servicio penitenciario tienen que habilitar las esclusas, acción que puede hacerse automáticamente desde el centro de monitoreo o de manera manual por un custodio.
El perímetro de la construcción cuenta con pasillos protegidos con alambrado y “sardinas” en la parte superior, para que el personal interno pueda realizar los recorridos de vigilancia. Si hay algún inconveniente le permite a los Equipos Especiales trasladarse por allí.
En caso de disturbios, el personal contará con armas menos letales, como las Byrna y Taser, y su protección necesaria. “Eso ayuda a que se contenga de manera más rápida un disturbio, sin poner en riesgo la vida del personal y evitar mayores lesiones a las internas”, apuntó el ministro.
Además habrá una cobertura externa de cabinas con guardia las 24 horas. Una estará en la plaza de Delfín Gallo y otra en el otro extremo de la manzana donde está ubicado el predio. A diferencia de las garitas que están instaladas en distintos puntos de la provincia, estas serán custodiadas por personal del Servicio Penitenciario en lugar de efectivos policiales.
“De esta forma solucionaríamos la crisis carcelaria en lo que respecta a las mujeres privadas de la libertad. Una vez que se concreten los traslados no tendría que haber ninguna mujer, ya sea procesada o penada, en comisarías”, sostuvo Agüero Gamboa.