Comenzó a manejar a los 4 años y se convirtió en el mejor piloto de su generación: la historia de Max Verstappen, el rey de la Fórmula 1

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Max Verstappen alcanzó su cuarto título (Grand Prix REUTERS/Amanda Perobelli)

Max Verstappen sigue haciendo historia en la Fórmula 1 ya que alcanzó su cuarto título consecutivo con Red Bull luego de terminar quinto en el Gran Premio de Las Vegas. El corredor de 27 años liquidó el pleito sobre Lando Norris (McLaren) al haber terminado delante del inglés (6º). Si bien en la segunda parte del año la escudería inglesa fue la marcó la referencia, el neerlandés capitalizó las siete victorias en la primea mitad del año y su golpe de KO fue su triunfo en Brasil, bajo la lluvia, y luego de partir 16º.

El reinado del baluarte de Red Bull comenzó en 2021 cuando prevaleció en la definición por el título ante Lewis Hamilton. Hubo avisos en 2020, pero lo demostrado hace tres años fue una ratificación de su nivel conductivo y del arma que tuvo con un impulsor Honda que se mostró su mejor versión desde que empezó a motorizar a la escudería austríaca en 2019. El neerlandés ya marcó hitos en la Máxima por batir varios récords de precocidad, en 2021 fue por todo y lo consiguió: esta es su historia.

Nació el 30 de septiembre de 1997 en Hasselt, una ciudad al este de Bélgica y a 40 minutos del famoso circuito de Spa Francorchamps, donde hace 30 años Michael Schumacher debutó en la F1, quien en 1994 fue compañero en Benetton de Jos Verstappen, el padre de Max, que en esa temporada logró sus únicos dos podios en la categoría. Su madre, Sophie Kumpen, también corrió y brilló en el karting. Criado en el ambiente, era obvio que iba a dedicarse automovilismo. Heredó de su papá la fuerte personalidad, carisma y el ir siempre a fondo. Pero su talento es superior y lo hizo llegar al gran circo antes que nadie en 74 años de antigüedad que tiene la F1.

En 2000, con tres años, acompañando a su padre en una carrera de F1 (@maxverstappen1)

A los cuatro años se subió a un karting donde empezó a lucirse y en 2013 fue campeón mundial en la clase KZ (motores de 125 cm3), algo que es un diamante muy preciado para muchos corredores. Coronarse en el Mundial de la Comisión Internacional de Karting (CIK) de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), es una distinción porque es la máxima expresión en la escuela del automovilismo, por la paridad, nivel y cantidad de competidores. Ese cetro ecuménico de karts fue el que siempre quiso obtener Ayrton Senna y no pudo a pesar de sus intentos hasta los 22 años.

Fue en el karting donde se inició la gran rivalidad que se viene en la F1, su duelo con Charles Leclerc (nació el 16/10/1997), actual baluarte de Ferrari. Uno de sus tantos rounds ocurrió en una carrera del certamen europeo de invierno en 2012 (video), donde Max lideró hasta la última vuelta y lo acusó al monegasco de un toque que lo sacó del circuito. Charles se desentendió de lo ocurrido y desde esa época ya respondió sin polémicas. Ese día ambos fueron excluidos, pero Leclerc terminó quedándose en el torneo. Luego Verstappen tuvo revancha y le ganó el mencionado Mundial de karting.

Max Verstappen vs. Charles Leclerc en un certamen europeo (TKART)

Por su padre se nacionalizó neerlandés y confirmó que era un campeón del futuro. Los popes de Red Bull le pusieron el ojo y fue incorporado a su programa de desarrollo de pilotos. En 2014, con 16 años, debutó en monopostos y corrió en la Fórmula 3 Europea. Llegó cuarto en su primera carrera, consiguió un podio en la tercera, obtuvo la pole position en la quinta, y su primera combinación de pole más victoria en la sexta. Logró otros nueve triunfos y terminó tercero en el campeonato. También venció en el Máster de Zandvoort, una clásica carrera de F3 que se disputa en su país.

Esa temporada, con solo 17 años recién cumplidos, Max se subió a un auto de F1. Fue con un Toro Rosso (actual Alpha Tauri, equipo satélite de Red Bull) en una de las prácticas previas al Gran Premio de Japón. Con la mencionada escudería el sueño del pibe se le hizo realidad: fue el piloto más joven en debutar en la especialidad, cuando lo hizo con 17 años y 166 días en Australia en 2015. También es el más chico en ganar un Gran Premio, mérito que consiguió en España en 2016, con 18 años, 7 meses y 16 días. Aquella jornada fue su estreno en el equipo Red Bull y resultó la primera de sus diez victorias en la categoría.

El día de su debut en la Máxima. Fue en Melbourne, Australia, en 2015 (Reuters)

Desde sus primeras carreras en la Máxima demostró su agresividad y eso no cayó bien en varios de sus colegas. Pero ese estilo de manejo fue acompañado por precisión. Es cierto que cometió errores, pero fueron más pecados de juventud que una falta de profesionalismo o querer perjudicar a un colega a propósito. Sobre el tema, en una entrevista con Infobae en el Gran Premio de Brasil de 2018, aseguró que “la gente quiere ver actitud en la pista y yo intento dársela”.

Desde sus inicios en la F1 y siendo un adolescente les compitió a todos por igual. No importa quién estuvo enfrente, sea Hamilton o alguien del fondo del pelotón. Siempre se jugó por el espectáculo y en tiempos donde el factor técnico cada vez es más preponderante, Max entrega destellos del factor humano porque demostró en temporadas previas lo que puede hacer sin tener el mejor coche.

Se ganó su lugar y se convirtió en el mejor detrás de los dos pilotos de Mercedes en 2019 y 2020. Fue clave su maduración a pesar de su corta edad. También el avance de los impulsores Honda. A pesar del dominio de los coches alemanes, entre 2014 y 2020, y del monólogo de Hamilton, siempre que pudo Max dio el golpe y aprovechó cada oportunidad. Esto le multiplicó adeptos y hoy es uno de los corredores más populares en todo el planeta.

Mesaza: cena de colegas en 2016 (@maxverstappen1)

En los Países Bajos se generó una marea naranja que reventó el Autódromo de Zandvoort desde 2021, cuando la F1 retornó a su país luego de 36 años y en el que Max logró uno de sus nueve triunfos en esa temporada. Las entradas se agotan con mucha antelación ya que su irrupción en la Máxima promovió un furor nacional comparable a los mejores momentos de su selección de fútbol en los Mundiales.

Max también lideró una joven guardia integrada por promesas que son ídolos de hoy y algunos de ellos serán los campeones de los próximos años como el propio Leclerc, Lando Norris (25 años / McLaren) o George Russell (26 / Williams), Esteban Ocon (28 / Alpine), Pierre Gasly (28 / Alpine), y Yuki Tsunoda (24 / Racing Bulls).

Este grupo vino a renovar el plantel de pilotos, pero ese cambio de aire le trajo frescura y más “humanidad” a los protagonistas. Algo que también pasa con Franco Colapinto (Williams), Liam Lawson (Racing Bulls) y Ollie Bearman (reemplazó a en 2 fechas a Kevin Magnussen en Haas y en 2025 será titular en ese team). Estos chicos no tienen reparos en brindarse al público. También con los medios, ya que si no fuera por el protocolo inserto desde hace décadas donde el mano a mano solo se permite con una aprobación previa de los responsables de prensa de cada equipo, no tendrían problemas en hablar con cualquier periodista.

Por esto Max también se destaca abajo del auto, ya que no se pone el casete para declarar. Dice lo que piensa y si hay polémica, mejor, él redobla la apuesta. Tiene un aire a pilotos de la década del setenta u ochenta por esa manera libre de manejarse más allá del súper profesionalismo que tiene hoy la F1.

Junto a su pareja, Kelly Piquet, luego de ganar e Brasil (Sao Paulo Grand Prix REUTERS/Amanda Perobelli)

Sobre referentes históricos, sintió mucho la muerte de Niki Lauda en 2019, y desde 2020 es “yerno” de Nelson Piquet, pues es pareja de Kelly Piquet (nueve años más grande). Suele pasar sus vacacones en los veranos sudamericanos en Brasil con la modelo de la agencia Mega Model Brasil y se lo nota muy enamorado de la hija del tricampeón mundial. Ella es la ex de Daniil Kvyat (son padres de una nena), quien compartió la estructura de desarrollo de pilotos de Red Bull con el neerlandés y hasta tuvieron un buen vínculo…

Su lazo con Red Bull es muy fuerte, pero para 2026 suena una posible partida a Aston Martin, donde ya trabaja Adrian Newey, el diseñador más exitoso en la historia de la Máxima y que es el padre de todos los Red Bull campeones.

Desde su debut en 2015 en la F1, Verstappen disputó 206 carreras y logró 62 victorias, 111 podios, 40 poles positions y 33 récords de vuelta. Si de números se trata, hasta 2021 llevó el 33 en su auto porque es el que utilizó desde sus inicios en el karting, con excepciones, como en la F3, porque no estuvo disponible y usó el 30. A partir de 2022 lleva el 1 para hacer alusión de su título.

Verstappen a bordo de su RB 20 en Las Vegas, donde plasmó su cuarta corona (REUTERS/Evelyn Hockstein)

En 2021 junto con Hamilton se robaron la atención por el duelo donde no se regalaron nada. Tuvieron lucha mano a mano en la pista como en Bahréin, en Imola (GP de la Emilia-Romaña) y San Pablo. Se incluyen dos toques que generaron mucha polémica, primero en Gran Bretaña donde Max quedó con el auto destruido y luego en Italia, donde el Red Bull se montó sobre el Mercedes cuyo halo salvó la integridad del británico.

El alto voltaje está a la orden del día con una batalla caliente que incluye cruces de declaraciones ya sea de los pilotos y de los jefes de los equipos Mercedes y Red Bull. En los últimos rounds de esa pelea fueron apasionantes y de hecho llegaron empatados en puntos al cierra del calendario, hasta la última vuelta de la temporada pelearon mano a mano donde prevaleció el neerlandés que terminó con el reinado de Hamilton.

Max no pudo batir el récord de ser el campeón mundial más joven de la historia, marca que aún ostenta Sebastian Vettel, cuando se consagró en 2010 con 23 años, 4 meses y 11 días, pero sigue agigantando su marca en la F1. Sus cuatro títulos lo ubican en un lugar privilegio en la historia ya que alcanzó a Alain Prost y quedó a uno de Juan Manuel Fangio y 3 de Hamilton y de Michael Schumacher, los más laureados en la historia de la Máxima.